Bienvenida.

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Los meses pasaban y la panza creció, llevaba treinta y ocho señana de embarazo, estaba próxima a mi fecha de parto.
Seguíamos sin saber el sexo del bebé por que entre Jero, Esteban y yo quisimos que sea sorpresa (Sin contar que en los meses anteriores cada vez que tenía control veníamos en patota).

-¿Saben que si no lo encuentro Jero me va a matar no? -Digo sentada en la cama mientras Marianela, Patricia y Micaela buscan en distintas partes del cuarto el anillo que me regaló Jero.

-Eso te pasa por despistada.

-Tranquila, ya va a aparecer. -Alentó Mari.

Me lo había sacado para hacer unas cosas y cuando lo fui a buscar no lo encontré donde creía que lo había apoyado.

-¡Acá está! -Gritó Micaela acercándose a mi para entregármelo.

-¡Gracias! -Digo con una sonrisa ancha.

-Ahora sí, estas lista. -Dijo Patri alcanzándome la cartera.

Me puse de píe y las cuatro salimos de mi cuarto ya que Jero estaba por llegar, hoy era nuestro aniversario como novios y había organizado una sorpresa según él.

-Hola hermosa. -Dijo Jero para plantarme un beso después de haber abierto la puerta- ¿Estas lista?

-Si, vamos.

Luego de subir al auto nos pusimos en marcha.

-Estas hermosa.

-Eso lo dices para que no me sienta mal. Ya parezco una bola de lo grande que está mi barriga.

-Es normal amor, ya casi vas a tener familia.

-Ya quiero que nazca, este bebé ya no me deja hacer nada, ni siquiera dormir puedo.

-Ya vas a ver que todo pasa. -Dijo Jero tomando mi mano y llevándosela a los labios.

Nos encontrábamos en su casa ya que había preparado una cena, cuando siento que el bebé me patea más de lo normal haciendo que pegue un grito.

-¿Estas bien amor?

-¡Aww! Duele, está... -Ok, esto no creo que sean patadas. Cuando miro hacia abajo veo como algo corre por mi pierna.

-¡Estas en trabajo de parto amor! -Dijo Jero dejando todo lo que estaba haciendo para socorrerme, apagó la cocina y luego de tomar las llaves y el móvil nos pusimos en marcha.

-Hola ma, ¡Awwww! Estoy yendo al hospital, entré en trabajo de parto, avisales a todos.

Y luego de eso fue todo como en un suspiro.

Llegamos al hospital, me llevaron a la sala de partos y luego de prepararme, entró Jero todo vestido.

-Bien Magalí. -Dijo el médico tomando posición entre mis piernas- Quiero que cuando yo te diga pujes ¿De acuerdo?

-Si.

-Vamos cariño, tú puedes.

Después de propinarle una sarta de palabrotas, él medico me dijo que pujara y fue lo que hice hasta que la contracción pasó.

-Bien, lo éstas haciendo muy bien. A la cuenta de tres. Uno... Dos... Tres. -En eso vuelve una nueva contracción y puje- Bien ya veo la cabeza, una más y ya está.

Volví a hacer lo mismo y por suerte se fue el dolor el cual fue reemplazado por un llanto.

-Es una niña. -Dijo con una sonrisa el doctor entregándosela a una enfermera para que la limpiara y luego entregarme la para que la pudiese conocer.

-Felicitaciones Magalí, has hecho un gran trabajo.

-Bien cariño, lo hiciste muy bien. -Dice Jero con los ojos llenos de lágrimas.

-Gracias. -Digo llorando.

A los pocos minutos, viene la enfermera con mi bebé en brazos.
Al verla, una sensación de amor caló muy hondo en mí, era mi mayor tesoro pues contenía un pedazo de mí.

Luego de cambiarme y arreglarme, me llevaron a una habitación en la parte de maternidad, mi bebé estaría en el sector de neonatos hasta que nos dieran el alta.

Cuando el médico dio la orden de poder verme, Jero salió a avisar que podían entrar de a dos.

-¡Mica! y... ¿Esteban? -Decimos Jero y yo mirándolos sin poder creerlo- ¿Volvieron?

-Emm, si. -Dijo Mica con una sonrisa tímida.

-Me parece bárbaro que lo hayan hecho. Ahora que está él presente, -Hablo dirigiéndole la palabra a Mica- quiero pedirte disculpas, realmente esto no fue planeado.

-Eso ya quedó atrás, lo conversé con él y ambos decidimos volver a intentarlo. Además Naiquen es mi sobrina igualmente así que eso es lo de menos.

-Gracias, de verdad. -Digo agachando la cabeza.

-Es hermosa nuestra hija. -Intervino por primera vez Esteban tomando a la bebé en brazos.

-¿Verdad que lo es? -Digo riendo, Jero, quien permanecía a mi lado, no dejaba de sostener mi mano.

-Jero. -Llamó Esteban haciendo que este levantara la cabeza.

-Esteban. -Respondió.

-Te quería pedir disculpas por lo que pasó entre nosotros.

-Olvidalo, ya pasó. -Dijo seriamente- Lo bueno es que recapasitaste y te diste cuenta a tiempo.

Luego de ellos, pasaron los demás a mis padres se les cayó la baba por su recién adquirida nieta, inclusive vinieron los padres de Esteban a conocerla, al principio fue muy extraño que ellos estuvieran allí, ellos hacía poco que se habían enterado de nuestra existencia.

-Disculpa la actitud de nuestro hijo, nosotros no sabíamos nada, si nos hubiéramos enterado antes hubiésemos estado ahí para nuestra nieta y para ti.

-No se preocupen, se que es una situación extraña, lo único que les voy a pedir es que formen parte de la vida de mi hija.

-De eso puedes estar tranquila. -Dijo él hombre tomando a mi bebe en sus brazos.

De apoco todo iba acomodándose en su sitio.

Un papá para mi bebé®✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora