Capitulo 35

2K 304 72
                                    

El liquido rojo seguia brotando de ambas muñecas, mientras mi captor solo se dignaba a mirarme negando con su cabeza.

Al verlo temblar como una hoja me invadio una risita juguetona, que luego se convirtio en una carcajada terrorifica. Oficialmente yo Eiko Willson habia perdido la cordura.

Al escucharme Azael salio de su trance, aun sin saber que deberia hacer.

- Porque lo hiciste? - Pregunto tartamudeando

- A ti que te parece? -

- Carajo!!!! Lo hiciste por él verdad? ..... Quieres que él te venga a buscar -

- Prefiero mil veces irme de este mundo, antes que sufrir un segundo mas aqui contigo -

En el momento que las palabras salieron de mi boca, Azael entro corriendo al baño y tomo varias toallas.

- Primero tenemos que parar el sangrado - Dijo mientras trataba de cubrir mis heridas con la tela.

- NO! - Exclame a la vez que rechazaba su ayuda.

- Ya basta. Hay que llevarte a un hospital -

- Olvidalo ..... De aquí solo me voy con Raziel -

Al escucharme nuevamente se abalanzo sobre mi para detener el sangrado y nuevamente yo lo esquive.

- Ya es tarde Azael, sabes perfectamente que no puedes transportarme a menos que yo así lo acepte. Si ese día no hubiese tomado tu mano nunca hubieses podido llevarme contigo. Tarde en darme cuenta, pero después de viajar a tantos lugares lo entendí - Mientras lo dije sentía como todo mi cuerpo se debilitaba.

- Por favor Eiko ... Vayamos a un hospital -

- No ..... - Respondí con una leve sonrisa en la comisura de mis labios.

- Él pronto vendra a buscarme -

Eso era cierto, en una de nuestras tantas charlas Raziel me explico que cuando alguien contra si mismo atenta solo La muerte en aquella situación apela. La vida ahora mismo nada puede hacer, aunque quisiera.

No obstante la mirada de Azael decía otra cosa y cuando desapareció sabia que nada bueno podría significar, motivo por el  cual corrí hacia la puerta principal con la idea de perderme en el bosque.Pero antes de que pudiera salir de allí por mis cabellos aquel monstruo me tomo, y sin dudarlo me arrastro hasta ubicarme encima de la cama principal. Una vez que lo hizo se sentó encima mio y tomo una cuchilla que antes no se encontraba allí. 

- Que mierda intentas hacer? - Pregunte alterada.

- Vendrás conmigo o no? -

-  Ya te dije  que no - 

- Me lo imagine, por eso es que encontré otra solución ..... Tu alma tomare antes de que mi querido hermanito nos encuentre. -

- De que mierda estas hablando? - Tartamudee asustada. - Eso suena ridículo -

- No te preocupes, después de todo nuestros cuerpos son solamente recipientes de nuestras almas - Respondió mientras jugaba con aquella arma y la rozaba por mi piel.

- no te atreverías -

- Quieres apostar? O prefieres darme tu mano e ir al hospital-

- Si esas son tus condiciones, entonces deja la charla y comienza a actuar - Dije con un nudo en mi garganta.

- Obstinada como a mi me gusta - Fue lo ultimo que le escuche decir cuando el dolor invadió uno de mis muslos.

- Y ahora que dices? - Volvió a preguntar.

- Maldito infeliz - Grite adolorida

- Esto no tiene porque pasar, solo debes tomar mi mano -

- Nunca!!!! Así que que hazlo de una maldita vez -

Nuevamente la seguridad en mis palabras lo hizo enojar, por lo que no tardo en dar el siguiente puñal. Esta vez fue en mi estomago.

Mis lagrimas, mis gritos de dolor y mi tristeza creo que se deben haber sentido en todo el mundo, sin embargo a él no le importo. Lo demostró cuando nuevamente una tercera puñalada me lleno de fondo nuevamente en el abdomen, esta vez si podía sentir como mi pequeño cuerpo se empezaba a desprender de ese liquido carmesí.

Mi torso ya no resistía mas, sabia que era cuestión de segundos para que cediera al dolor, sin embargo él nuevamente su arma empuño y en el momento en  que un cuarto ataque me golpearía, sentí su presencia.

Sabia que era él, sabia que La muerte había llegado por fin.

Aun con mis ojos entrecerrados pude verlo ingresar rápidamente al lugar, pero no a tiempo para alejar el quinto golpe que nuevamente en  un muslo se genero.

Lo próximo sucedió en cámara lenta para mi. Raziel separo a aquel demonio de mi, y lo revoleo por los aires mientras se posicionaba a mi lado y trataba de entender como me encontraba. No tuvo mucho tiempo de hacerlo, pues Azael rápidamente se reincorporo y una batalla comenzaron entre los dos, mientras yo aun me desangraba.

No se cual fue el motivo, no se si fue por no haber descansado todo este tiempo o porque en realidad no era tan fuerte como aparentaba. Pero la realidad es que Raziel iba ganando, él iba trapeando el suelo con su hermano.

Esta batalla le pertenecia a mi amado, pero nuevamente yo me equivoque. Unos minutos mas, ya faltaba poco para vencer a mi secuestrador. Pero en ese instante un joven morocho y apuesto en la habitación se presento.

- Raziel estas bien ? - Pregunto el extraño rápidamente

- Matteo -Susurre yo  con una risita en mis labios, pero sin que nadie me pueda oir. Sabia muy bien que el era Matteo, la preocupación en su rostro era genuina.

- Si, Eiko es quien necesita ayuda - Respondió Raziel mientras se ponía de pie, y al mismo tiempo que Matteo me observaba por primera vez.

- Ve con ella yo me encargare de Azael - Respondió su amigo y La muerte obedeció.

- Amor.....? -

- Si soy yo pequeña, no temas pronto estarás bien. Te llevare a casa con tu familia - Afirmo antes de depositar un beso en mi frente.

Pero cualquier promesa que pudo formular se esfumo cuando aquella risa sonó. Tanto Raziel como yo giramos nuestros rostros y al reconocer al dueño de tal sonido el asombro nos acecho.

- Que imagen mas patética - Murmuro con asco Matteo parado a solo unos metros de nosotros.

- Que? - Susurro La Muerte

- Por favor, es repulsivo ver algo así - Respondió su amigo con maldad.

Pero antes de que Raziel pueda cuestionar su actitud Azael apareció de la nada y se abalanzo nuevamente sobre mi amado. Al ver tal imagen el dolor en mi cuerpo volvió a nacer, pero el miedo opaco todo cuando Matteo a mi se acerco y entre sus brazos me tomo.

- Que bueno que yo si puedo intervenir con esta mortal - Dijo mi nuevo captor mientras miraba con maldad a Raziel. Quien nada pudo hacer pues rápidamente Azael se nos unió y de allí los tres partimos en el preciso momento que mi cuerpo se rendía ante el malestar.

Mi Vida Y  Mi Muerte [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora