Mi Vida Y Mi Muerte [COMPLETA]

Capitulo 5

- Luna llena –

- Si hija eso es lo que tienes que ... - No deje que mi Tía terminara la frase

- TIA!!! – Casi grite por lo cual ella solo hizo silencio.... - ¿Vos decís que hoy habrá ¨Luna Llena¨?

Y en ese momento mi tía entendió que él se encontraba con nosotras.

- No lo sé cariño, pero creo que no – Dijo ..... – Entonces como te acabo de decir, no te preocupes por los examenes, estoy segura de que te va a ir de maravilla – Concluyo, para luego pararse y tomar un frasquito que se encontraba en uno de los estantes de la habitación y poner un poco de este en su frente en forma de cruz.

Mientras ella hacia eso, yo sentí que él se empezó a mover, primero se posiciono a mi lado y pude sentir su mirada clavada en mi pero aun así yo seguía mirando a mi tía como si no supiese de su presencia. Mi tía seguía nombrando algunas palabras mientras repetía el proceso de la cruz con el aceite en la frente.

Nuevamente él se movió hasta posicionarse al lado de mi tía, quien sin darse cuenta le daba la espalda, cosa que hizo que yo entrara en pánico. Pero él solo la observaba con curiosidad, como si al igual que yo quisiera saber que mierda hacía. En ese momento mi tía se giró quedando ambos cara a cara pero ella con su mirada clavada en el suelo. Cuando pensé que nada podía ser peor, lo siguiente que sucedió me dio escalofríos, La muerte empezó a extender su brazo derecho muy lentamente con la clara intención de tocar a mi familiar y en el preciso momento en que ella levanto la vista y clavo su mirada en la de él, mi temor de que le sucediera algo malo se expandió por todo mi cuerpo, generando que mi inconsciente me traicione y actúe sin pensar las cosas dos veces.

- NO LO HAGAS!!! – Grite a la vez que me ponía de pie de un salto.... – Por favor ... No la toques –

- Tranquila Eiko él no me va a hacer nada ¿Verdad? – Dijo mi tía sin mirarme, pues aun seguía con su mirada clavada en La Muerte, pero él había dejado de mirarla hace rato, porque desde el preciso momento en que grite su mirada viajo rápidamente hacia mí y desde entonces no la ha quitado.

Al parecer es el único contento con esta situación, porque me mira con una sonrisa en su rostro, pero no una sonrisa siniestra, una sonrisa de verdadera felicidad. Habremos estado en esta situación sin que nadie se moviera o diga algo por un minuto como mucho, pero debo decir que parecieron siglos. Todo termino cuando el desapareció finalmente, se esfumo como si fuese humo, como si nunca hubiese estado allí, pero antes de hacerlo pude notar un guiño en su rostro, un guiño dirigido hacia mi.... ¿Qué mierda significaba eso?

- Bueno, al parecer nuestro huésped se fue – Dijo mi tía mientras volvía a su asiento.

- ¿Qué me va a pasar tía ahora? – 

- Nada mi niña, él no te va a hacer nada malo... Créeme cuando te digo que mientras este él a tu lado nadie podrá hacerte daño – 

- Pero él es la muerte – Dije confundida

- Es la muerte, Si!!... Pero no la tuya, así que no temas y solo háblale como si fuese una persona –

- ¿Qué? ... ¿Estás loca?- Grite

- Escúchame ... Si no lo haces él va a seguir atormentándote, lo mejor es que empieces a entablar una relación con él y averigües por que te sigue, puede que solo quiera hablar con vos una vez y no te moleste más, no lo sé, pero para averiguarlo el único método es hablar – 

- Pero ... Tengo miedo de hacerlo enojar y que me mate –

- ¿Confías en mí?-

- SI... –

- Entonces no temas, el nunca haría nada para lastimarte –

- Está bien lo voy a intentar, pero si me llega a pasar algo por favor no dejes que mi familia sepa que paso –

- Está bien – dijo mi tía entre risas.

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Ha pasado una semana desde la última vez que lo vi en la casa de mi tía, supongo que debería estar aliviada pero cada día que pasa sin noticias suyas un dolor en el pecho me invade.

Hoy es jueves y repetí mi rutina como siempre, me levante a eso de las 7:00 am, me duche, me vestí, me maquille con un look muy natural como siempre y luego me dirigí al instituto. Habré llegado a las 9:00 am, y como siempre en mi primera clase no podía faltar mi café con medialunas. Estuve cursando hasta las 13:00 hs, cuando termine fui a mi trabajo y almorcé allí.

Actualmente trabajo part time como recepcionista en un consultorio médico, a eso de las 18:00 hs termina mi turno. Cuando Salí tome el subte y en media hora ya me encontraba en casa, merendé, me bañe y me puse a estudiar mientras me mandaba mensajes de audio con mis amigas para arreglar que haríamos el fin de semana. Al final como cualquier grupo de amigas no nos pusimos de acuerdo, porque cuando una está libre la otra está ocupada. En fin lo dejamos para otra ocasión. Alrededor de las 23:00 hs me hice un ommelet con jamón y queso para cenar rápido y me fui a dormir. En esto consiste prácticamente mi vida, si ya se ¡¡¡APESTA!!! Pero ¿Qué quieren que haga? No queda de otra. El viernes mi rutina fue igual como todos los días de mi patética y absurda vida. Cuando llegue a casa aproximadamente a las 18:40 no tenía ganas de absolutamente nada solo quería dormir por lo que me dirigí a mi habitación y cuando entre me tire de lleno boca abajo en mi cama....

 – Dios!!! Esto es vida – murmure.

Toda mi tranquilidad termino cuando nuevamente sentí ese escalofrío recorriendo todo mi cuerpo, por lo cual me levante de un salto y cuando me gire ahí estaba él, apoyado en la puerta de mi habitación con una sonrisa en su rostro y acá estaba yo, en una casa vacía, con un miedo que se olía a kilómetros de distancia y con la muerte en mi habitación . 

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