Odio lo que me haces sentir. ~ Zed x Kayn

Inseguridad

Zed sin ninguna expresión miró como su alumno estrella se corría frente a sus ojos. Luego su vista se dirigió a su mano derecha: su guante negro tenía salpicaduras de los fluidos del muchacho. Enseguida Zed miró a Kayn con desagrado.

-"Esto... Ha sido demasiado."- Dijo

Un fuerte sonrojó invadió al pelinegro, recién reaccionaba, ni el se lo podía creer.

-"Zed... Yo... No sé qué me pasó."-

-"¿Tan necesitado estás sexualmente para venirte solo porque te toqué un poco?"-

Kayn lo miró indignado.

-"Quizás si no hubieras tocado mi pene en un principio..."-

-"Lo dices cómo si te hubiera tocado con lujuria tu asquerosidad..."- Espetó el peliblanco

-"Ese lugar es sensible, Zed . Es normal me excite si lo tocas..."-

-"No es normal que te excites con tu maestro pedazo de asqueroso. Y pensé que me había pasado con lo de ayer, eres peor que una puta."- Dijo quitándose su guante manchado.

-"¿Enserio te doy asco, Zed?"- Preguntó el pelinegro con la voz temblorosa evadiendo el contacto visual.

-"¿Ahora te podrás a llorar? ¿Es broma?"- Preguntó Zed irritado.

-"No, solo quiero saberlo."-

-"No te hagas la víctima, Shieda. Encima me haz hecho pasar los peores ratos este último tiempo, ¿Acaso crees que así vas a conseguir algo positivo conmigo?"-

Kayn no respondió.

-"¡Responde maldita sea!"-

-"Haga lo que haga, nada sirve ¿Verdad?"-

-"¿De qué hablas?"-

-"Ser tu mejor alumno, ser bueno con absolutamente todas las armas, ser obediente y dispuesto a todo... Nada es suficiente para ti, ¿No, Zed?"-

Kayn tenía una expresión molesta junto a un notorio sonrojo.

-"No seas así, Kayn. No puedes negar que siempre te felicito cuando haces algo bien."-

-"Solo me dices unas palabras vacías... Eso se lo dices a cualquiera."-

-"¿Y qué más quieres al respecto? Eres realmente un malagradecido."-

-"No lo soy. Sí lo fuera, no estaría esforzándome tanto por llamar tu atención."- Dijo sin pensar.

Él mismo se sorprendió de sus palabras y se tapó la boca.

Zed lo miró fijamente sin quitar su expresión de disgusto.

-"Vístete, Shieda."- Dijo.

-"Zed, ignora lo último que dije, fue sin pensar."- Dijo intentando excusarse.

Zed no respondió, tomó su yelmo y se dispuso a salir de la sala.

-"Por cierto, Kayn. Si vas a seguir con tus mentiras será mejor que yo también me las crea, o de lo contrario te expondré como mentiroso delante toda la orden. Me parece muy bajo lo que estás haciendo, madura de una vez."- Dijo para luego retirarse.

Kayn se paró y se vistió sin ningún apuro. Su mirada estaba perdida, se sentía confundido con sus propias actitudes.

-"¿Porqué demonios intenté seducir a Zed? ¿Acaso enloquecí?"- Pensaba

Comenzó a sentir asco de sí mismo cuando notó el semen en su abdomen.

-"No podría culpar a Zed si me odiara desde ahora."-