Lacsivo

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-"...Zed... No puedo creer que realmente lo hiciste..."-

Zed le dedicó una sonrisa engreída.

-"Yo tampoco."- Espetó. -"No sé qué estoy haciendo, esto no es algo que yo haría, pero..."-

Zed iba a seguir hablando, mas comenzó a marearse.

-"¡Ugh! Esto es realmente fuerte."- Dijo afirmándose de sus rodillas hincado.

-"Zed, ¿Estás bien?"- Dijo el pelinegro acercándose.

-"Tengo mucho calor... Y mi visión se está nublado, ¿Es normal?"-

-"Así me sentí yo un rato después de beber el consumible. Es extraño que te haya afectado de inmediato..."-

-"No lo digas así, me hace sentir vulnerable."- Dijo Zed de mala gana.

Enseguida gimió. Sentía como su miembro comenzaba a endurecerse, era algo que hace mucho tiempo no sentía y le resultaba extraño.

-"Agh... Maldición. No debí hacer esto..."-

Su sexo comenzaba a molestar en su pantalón de sobremanera.

-"Pero ya lo hiciste."-

-"Ya es irreversible, un efecto muy inmediato. Será imposible que me vaya de aquí sin follarte."- Dijo desviando la mirada molesto.

-"¿Uhm? Hablas como si follarme fuera un castigo."-

Zed sentía la fuerte necesidad de tenderse sobre Kayn. El deseo se hacía cada vez más fuerte pero no quería demostrarlo, se avergonzaba de sí mismo. Tan solo quería irse, pero hasta le costaba moverse por la excitación y el mareo.

Se dejó caer en la cama sentándose, un leve sonrojo invadía su rostro junto a una expresión de desagrado, le dio la espalda.

Kayn acercó su mano a Zed, mas se arrepintió de tocarlo, no estaba seguro si era correcto iniciar o esperar que su maestro diera el primer paso. Luego de unos segundos se armó de valor y abrazó al albino por detrás. Aún estaba nervioso y odiaba sentirse así, pues estaba apunto de cumplir uno de sus más carnales deseos.

-"Zed..."- Dijo posando su nariz en el cuello del mayor.

Zed ni se inmutó lo cual para Kayn era perfecto. Respiró el aroma varonil del mayor, un aroma que hizo estremecer todo su cuerpo. Se sentía cálido y los deseos comenzaron a volver.

-"Estoy tan mareado..."- Se quejó Zed -"¿Así planeas que te folle? Apenas puedo moverme."-

Kayn sonrió travieso.

-"La única manera para que pase el mareo es acabando."- Dijo Kayn. -"Si no te puedes mover maestro, yo haré todo el trabajo."-

Zed dio una leve risa burlona.

-"Tu nisiquiera haz tenido experiencia."-

Kayn frunció el seño ofendido.

-"Eso no me va a detener. Haré que te sientas bien, ya verás."-

Enseguida Kayn empujó a su maestro recostándolo en la cama. Zed estaba serio y sonrojado al mismo tiempo, le molestaba la punta de su glande.

Sinceramente el mayor no tenía las mejores expectativa de Kayn en el sexo, y comenzaba a incomodarse más por lo mismo.

Kayn dirigió sus manos temblorosas hacia el miembro del mayor y lo tocó por encima del pantalón.

-"Uh, es tan..."-

El pelinegro palpaba la forma, podía sentirlo sin ningún problema. El miembro de su maestro era grande y se iba engruesando en picada.

-"Es tan apetecible."- Pensó.

Odio lo que me haces sentir. ~ Zed x KaynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora