Habían pasado dos días y no puedo negar que en ese momento me hubiese encantado verte aunque sea a unos kilómetros de distancia, quería que por unos segundos nuestras miradas se cruzaran o poder impregnarme nuevamente de tu olor, pero no pude tan siquiera soñar con ello. Por fin mi tortura terminaría, teníamos aquel ensayo de la clase de teatro musical a las 5 de la tarde. ¿Has sentido alguna vez que el tiempo resulta tener la misma velocidad que la de algún inútil insecto? Completamente lento y desesperante, recuerdo perfectamente que ya no sabía que más hacer buscando que el tiempo pasara, incluso ensaye dichoso baile durante varias horas. Cuando por fin llegaron las 5 en punto de la tarde fui la primera en llegar. "¿No crees que eres muy obvia? No demuestres las ganas que tienes de verla Jauregui" me dije a mi misma a regaña dientes, suspiré y entré al salón ignorándome, me empecé a cambiar y vi como el resto de nuestros compañeros entraban, entre esos tú y tu inigualable sonrisa, pero alguien no entraba, la estúpida de Verónica, seguramente tendría que estar sola en el ensayo o bailar con la profesora, pero para mí sorpresa tu compañero tampoco llegó.
"Vamos a empezar chicos" Habló la profe "Perdón pero es que mi compañero no vino" Contestaste rápidamente "Baila con Lauren" expuso rápidamente. Esas palabras pusieron mi cuerpo y mi mente a volar, mi piel se estremeció de tan sólo pensar en ello, pero luego sentí tu mano sobre la mía buscando iniciar aquel baile, ni siquiera me observabas, así que te tomé con firmeza y te pegué a mi cuerpo, inmediatamente soltaste un gemido, tal vez de sorpresa pero me mantuve en aquella posición mientras bailabamos, luego pegué mi frente a la tuya y tu solo mordiste tu labio mostrando el nerviosismo que había en ti. "No lo hagas" mencionaste casi suplicando "Sólo estoy bailando" me defendí sin cambiar mi posición. Te rendiste ante mí, tomaste mi cuello con firmeza y empezaste a bailar con la completa sensualidad que te definía. En ese momento quién estaba perdiendo era yo, mis estribos se fueron al suelo, no podía controlar mis primitivos instintos mientras te veía bailar de esa manera. "Camila, no hagas eso" sonreíste y repetiste dicha frase que yo había mencionado minutos antes "Sólo estoy bailando" sonreí y pegué mi cuerpo de nuevo al tuyo. "Sal conmigo esta noche" solté. Pusiste en cuestión mi propuesta justificando que tenías una relación con ese chico. Pero insistí hasta que de tu boca salió un glorioso "Sí". Terminamos el ensayo y te vi salir rápidamente así que te seguí y atrape tu mano. "Te recojo a las 8"
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Una carta de amor de Lauren a Camila
RomanceBasado en el libro Última carta de amor del autor Javier García Sanchéz