"Te amo Camila" Te dije mientras acariciaba tu cabello, me encontraba sentada con tu cabeza recostada sobre mis piernas, estábamos rodeadas de árboles y el suave cantar de los pájaros. "Yo también te amo Lauren, no sé qué es lo que tanto me atrae de ti, tal vez tu seriedad, o lo decidida que eres, sin mencionar tu belleza y el brillo de tus ojos cuando me miras, pero cuando te siento junto a mí mi corazón late fuertemente y grita con toda intensidad que te ama y se desvive por ti" me derretí ante tan hermosas palabras y me acerqué a besarte, pero un ruido me distrajo. Era el maldito sonido de mi celular despertandome de aquel mágico sueño, lo tomé y observe que eras tú quién me buscaba, así que inmediatamente conteste. Afirmaste que necesitabas verme, así que te di la dirección de mi casa algo preocupada, dado que de tu boca no salía algo más que no fuese "Necesito verte" cuando colgamos entre al baño directamente para darme una corta ducha, luego me vestí con un jean y una blusa esqueleto gris que me quedaba un poco suelta. Escuche el timbre así que abrí rápidamente, no quería hacerte esperar y también moría por verte. Lo primero que recibí de tu parte fue un abrazo el cual respondí algo confundida, "¿Estás bien?" Pero no recibí ninguna palabra de tu parte. "¿Te puedo ofrecer algo?" Acaricié tu cabello "Quiero que me hagas el amor" Soltaste y yo reí, sentí que estabas molestando conmigo pero tu rostro permanecía serio, subiste un poco tu cara y te apoderaste de mis labios con bastante delicadeza, continúe el beso que prolongamos durante varios segundos, luego tus besos bajaron a mi cuello mientras tus dedos acariciaban mi espalda, pase mis manos por tu cabello mientras mordía mi labio "Te necesito" Susurraste delicadamente en mi oído y definitivamente pusiste mis sentidos a volar. Tomé tus piernas y te levante haciendo que las enrollaras en mi cadera, empecé a besar tu cuello mientras nos dirigía a la habitación, cuando llegamos te recosté suavemente quedando sobre ti, me acerqué a tus labios "Necesito que tengas tus cinco sentidos atentos en todo momento, dicen que de esta manera tienes el mejor orgasmo de toda tu vida" Nunca había hecho eso o tan siquiera lo había intentado, pero estar ahí contigo merecía lo mejor de ambas para que no fuese olvidado nunca. Tomé tu blusa, la arrebaté de tu cuerpo delicadamente, lo mismo hice con tu pantalón y con el mío. Besé tu cuello jugando un poco con mi lengua sobre ella, quería probar cada parte de ti, baje pasando mi lengua por en medio de tus hermosos senos, seguí descendiendo permitiendo que mi lengua jugara con tu abdomen, cálidamente mis besos pasaron a estar en tu espalda, mientras mis besos se apropiaron por completo de ella mis dedos acariciaban suavemente cada parte. Buscaba conocerte por completo, grabar cada detalle de tu cuerpo en mi mente, tus escápulas se salían de su estado natural debido a la excitación, baje una de mis manos a tu cola y empecé a acariciar con un poco de fuerza mientras mi lengua continuaba haciendo su trabajo, tus piernas se abrieron inmediatamente. "Te necesito ya dentro de mí" Hablaste con la voz entrecortada y la respiración completamente agitada, moví mi mano hacia tu intimidad y empecé a rozar mis dedos con la tela provocando varios gemidos de tu parte, Te volteaste para así aferrarte a mi espalda incrustando tus uñas en mi carne, tome uno de tus senos con la otra mano y lo acaricié de tal manera que tus gemidos no dudaron en salir, quite tu ropa interior y tú la mía en el proceso no dudaste en acariciar mi intimidad y yo la tuya, ambas movíamos nuestras manos en perfecta sincronía, me sentía completamente excitada ante ti, mis caderas se movían al ritmo que tus dedos proponían, no dude un segundo más y entre dos dedos en ti, tú repetiste mi acción, el cuarto ardía debido al calor que nuestros cuerpos emanaban, mi alma se entregaba a ti y está vez sentí que tu alma se entregó a mí. Eramos dos almas amándose en todo su esplendor. Dando lo mejor de sí para satisfacer por completo a la otra. Nuestros movimientos se hicieron más intensos "No te detengas" Hablaste "Tú no te detengas" Buscamos juntas llegar a ese magnífico orgasmo y así fue. Las dos llenamos la habitación a gritos de placer, donde seguidamente nuestros cuerpos reposaron sobre la cama intentando controlar la respiración, te recostaste sobre mí y abrazaste mi abdomen con la fuerza suficiente.
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Una carta de amor de Lauren a Camila
RomanceBasado en el libro Última carta de amor del autor Javier García Sanchéz