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Al siguiente día llegar a la Universidad fue una pésima idea, miles de preguntas de mis amigas me perseguían pretendiendo saber ¿Dónde había estado el día anterior? No concebía contestar a ninguna acusación o cuestionamiento. Tomé mi clase con tranquilidad ignorando absolutamente todo lo que sucedía a mi alrededor. Al culminar tomé mi maleta y me dirigí a la siguiente clase, pero Verónica rogó que fuésemos por un trago, argumentaba que realmente lo necesitaba así que cedí.

Al llegar al lugar te encontré allí, no me podía concentrar en lo que Vero se esforzaba por explicarme, sólo podía ver que junto a ti había una chica, pero no podía detallar su rostro, tomé la mano de Verónica para sentarnos en la mesa que estaba ubicada frente a ti. Me llené de ira al notar que quién te acompañaba era Alexa. Ella lloraba y tu la consolabas como si fuesen amigas de la infancia, secabas sus lágrimas con tanto amor y tanta paciencia que me frustraba ver que tus delicadas manos la rozaban. Cuando por fin notaste mi existencia, Alexa me miró e inmediatamente se fue, tú te acercaste a mí despacio, tomaste mi mano y mencionaste que había algo de lo que teníamos que hablar, yo rápidamente te seguí buscando un lugar en el que pudiéramos charlar. Tomé tu rostro buscando tu mirada, mientras te pregunta constantemente qué era lo que pretendías decirme. Tiempo después soltaste "Ella realmente te ama" esa frase me desconcertó por completo, no entendía lo que querías decirme. "No podemos seguir con esto" y te fuiste dejándome allí con el corazón completamente roto y destrozado, me sentía devastada, fue tan corto el tiempo que no sé cómo mi mente llegó a jugar tanto conmigo como para llenarme de ilusiones junto a ti, entré y me senté junto a Vero mientras intentaba ahogar con el alcohol el vacío tan grande que en mi pecho iba creciendo.

Era completamente estúpida la sensación que me acompañaba, el tiempo era mínimo a comparación de mis anteriores relaciones, puedo decir que físicamente eras el príncipe con el cual soñaba desde mi niñez, sólo que convertido en mujer. En la más hermosa dama que se ha cruzado ante mis ojos. Pero a pesar de ello, estaba en aquél lugar desperdiciando el tiempo junto al licor.

Horas después de estar compartiendo con Vero nuestras desgracias no me aguanté la ansiedad de no saber lo que Alexa había dicho para que reaccionaras de esa manera así que la llamé, ella contestó inmediatamente como si esperase esa llamada. Entre gritos y malas palabras le exigí su versión de la historia. Ella expuso exactamente tus mismas palabras Camila, pero yo ya no la amaba y a diferencia de lo que ella veía; yo no pretendía mantener una relación con ella. Pero tú no me permitiste explicarlo, sólo huiste del lugar y permitiste de esa manera que ese fue el primer día de una larga catástrofe entre las dos.

Una carta de amor de Lauren a CamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora