Cartas a Yoongi

S E I S

¡Eh!

¡ He vuelto !

¿Qué tal la vida? Entre mierda y mierda, de seguro has encontrado algo bueno que hace que lo demás valga la pena. Y si no, pues no te preocupes, ya verás.

La verdad, hoy he pillado una foto tuya sin maquillaje jajaja. Eres lindo Yoongi. Tierno.
Aunque de seguro eres un adulto con todas sus letras.
Honestamente, me agradas.
Sé que no te conozco, probablemente tus fans sepan casi toda tu vida y yo estoy a años luz de ser una fan empedernida, no porque no me guste tu música, es realmente de puta madre, pero no soy fan de nada. No sé si es bueno o malo, pero no suelo obsesionarme con nada.
Supongo que por eso mi vida es tan aburrida y no logro avanzar demasiado en nada.

Aunque también se le puede llamar mediocridad, no sé. Dile como quieras.

El punto aquí, era que te ves bien sin maquillaje.

Por cierto, me gusta tu pelo negro. Me gusta el pelo negro en realidad. Por eso no teñiría el mío, aunque también es por miedo, soy súper cobarde. Y tu eres bastante osado.
Cada vez que una de mis amigas me muestra una foto tuya tienes un color de cabello diferente.
Me preguntaba si tenías alguna razón especial.

Como sea, es curiosidad, pero no voy a morir si nunca recibo respuesta.
Además, si lo pienso, en definitiva no tendré respuesta.

Estuve pensando estos días, en las cosas que he escrito.
He hablado de autoflagelación y de suicidio como si nada, pareciera que no tomara el peso de mis palabras, cuando lo único que hago es evitar hablar de ello en la vida real, porque no quiero enfermar a nadie. Y bueno, en realidad olvidé que esta mierda la puede ver cualquiera, así que lo siento.

A los que han leído... De verdad que lo lamento, no fue mi intención. Es solo que, buscando formas de poder sacar la porquería de mi cabeza, se me ocurrió escribir cartas de lo más honestas a un tipo que me cayó en gracia por las letras de su rap, por su música y lo que expresa con ella.
Lo siento si he sido inconciente con las palabras que he soltado aquí, pero lo siento, no puedo arrepentirme por ello.

Así que, Min, si algún vez llego a la doscientas benditas cartas a tu persona, espero hacerlo con el cuerpo fuera del pozo.

Da lo mejor de ti. De seguro lo haces, pero no te detengas.

¡Ánimo!