Takehiko
Él estaba caminando por el campamento, oculto entre las sombras, escuchando las voces de los demás. Stephanie lo había mandado a buscar información en la cabaña de Atenea y Hécate. La segunda era la más fácil. El problema era la primera cabaña.
Por tal motivo, estaba encaminándose a su primer destino.
Aunque se había desviado ligeramente del camino, le había parecido raro ver tantas personas en la cabaña de Eris, ahora no iba a dejar que nada lo distrajera. Debía estar con la mente alerta al entrar en la cabaña de la Diosa de la Magia.
Varios pensarían que intentar ingresar sin permiso a cualquiera de las dos cabañas era un plan suicida. Y lo era en cierta manera. Pero él tenía un par de trucos debajo de la manga (principalmente gracias a su padre, un hijo de Hécate, al que ahora agradecía a todos los Dioses por ser descendiente de él. Probablemente estaría en problemas si no tuviera esa pequeña ayuda extra) no podía desaprovechar su oportunidad.
Cuando llegó a su destino, varios campistas estaban dejando su cabaña. Él había creado la pequeña ilusión de un monstruo, todos estaban tan asustados que no lo habían pensado y ahora luchaban contra el.
Sigilosamente se escabulló en el interior y empezó a buscar ese pequeño objeto que Stephanie le había pedido.
Estaba desesperado buscándolo, sabía que dentro de poco se darían cuenta de la farsa y volverían a entrar a la cabaña.
-Si yo quisiera esconder un medallón muy poderoso -susurró para si mismo-. Dónde lo escondería.
Siguió buscando en la repisas llenas de pequeños frascos con magia teniendo mucho cuidado de romper alguno. Estaría en problemas si alguien entraba y los veía convertido en una lagartija o algo peor.
Después de largos minutos revisando la cabaña de cabeza a pies, logró ver un pequeño brillo entre unos simples libros en una de las camas.
Él se acercó y lo encontró.
Las bisagras de la puerta sonaron, lo habrían atrapado si su instinto no hubiera actuado. Rápidamente, las sombras fueron hacia él y lo tele-transportó afuera de la cabaña.
Cuando salió, corrió como alma que lleva el diablo. Empujó a varios semidioses y recibió varios golpes accidentales. Al final, se escondió detrás de una cabaña.
-*Sate, watashi wa sudeni medarion o motte imasu- dijo completamente cansado-. Sore wa tsugi no suteppu tame no jikandesu.
*Ok, ya tengo el medallón, es hora del siguiente paso
Dirigió su mirada hacia ambos lados.
Nadie. Perfecto.
Ahora solo tenía que buscar el segundo objeto y ya estaría todo listo.
-¿Takehiko?
Al voltearse, se encontró con Gemini. Él lo estaba mirando con los ojos abiertos como platos, a su lado estaba Annabeth que parecía igual de sorprendida.
"Y por esto, Stephanie nunca me deja ninguna misión en solitario" pensó mientras ambos semidioses se acercaban a él.
-Hola chicos -dijo aparentando seguridad, fallando rotundamente, de verdad debía practicar eso de esconder sus emociones frente al "enemigo". Nunca le salía bien -. Hace un bonito día ¿verdad?
Lo tormentosos ojos de Annabeth se clavaron en los suyos, esa mirada le recordaba a la de Jonathan. Siempre evaluando las probabilidades, siempre alerta.
-Takehiko ¿dónde estuviste todo este tiempo? Los hemos estado buscando -le dijo Gemini, se veía bastante preocupado.
-Bueno, esa es una larga historia. Pero creo que ustedes están demasiado preocupados en otros asuntos como para prestarme atención. Así que, si me disculpan...
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El Enemigo de Hades
Fanfiction¿Cuáles son tus deseos? ¿Cuáles son tus miedos? ¿A quién amas? ¿A quién odias? ¿Qué piensas? ¿Qué sientes? ÉL lo sabe Y lo usara en tu contra Pero ¿Quién es ÉL? Bueno, EL tiene muchos nombres El Dios olvidado El niño perdido El Señor del final Pero...