El Enemigo de Hades

Capitulo 44: La noche

Jonathan

Jonathan permanecía apartado del escándalo que hacía Danny, quien intentaba hablar con Stephanie pero, ella lo ignoraba completamente. Estaba más concentrada  en lo que le decía Nico a Will, él la entendía, se veía en sus ojos lo preocupada que estaba. Necesitaban saber el estado de su misión y para saberlo necesitaban el testimonio de Nico. Necesitaban saber lo que había pasado en el tiempo que Nico estuvo cautivo.

"Que aburrido ¿no sería mejor divertirnos?"

"Cállate, Hisoka, no estoy de humor para soportarte"

"Vaya, ¿así qué no estas de humor? ¿cómo crees que estoy hoy? ABURRIDO"

"Déjalo Hisoka, ya te dijo que se siente mal, y que tu estés aburrido no es su culpa"

"Bla bla bla, me abuuuuurrrreeeeesssss"

"Y-ya dejen de p-pelear chicos"

"¡¡¡Tú no te metas Hiroyuki!!!"

Jonathan se tambaleó hacia un lado, le dolía la cabeza, "ellos" empezaron a gritarse entre sí y sus voces resonaban fuertemente en sus oídos. Sentía como si alguien lo estuviera llamando pero, no podía concentrarse.

"YA DEJA DE GRITAR TANTO"

"TÚ EMPEZASTE A GRITARME COMO LOCO, SOLAMENTE ME ESTABA QUEJANDO DE LO ABURRIDO QUE ESTOY"

"PERO ÉL TE ESTABA DICIENDO QUE TE CALLARAS"

"BAH, VUELVE CON TUS LIBRITOS, TOTAL SON LOS ÚNICOS QUE TE HACEN CASO"

"Y-ya basta chi-chicos, por fa-favor, me están asus-asustando"

"CÁLLATE DE UNA BUENA VEZ HIROYUKI"

"NO LE GRITES A YUKI"

"Y TÚ NO ME DIGAS QUE HACER"

-¡¡Cállense!!- gritó, casi sin voz. Sujetaba fuertemente su cabeza entre sus manos, sentía como si los gritos en su cabeza se hubieran intensificado. Todo el mundo daba vueltas, podía oír la voz de Takehiko pero, le llegaba de muy lejos, no podía entender lo que estaba diciendo. Las voces en su cabeza borraban todo lo demás, como si sólo existieran él y las voces. Nada más importaba.

Se sentía impotente, esclavo de sus compañeros de cuerpo. No recordaba desde cuando le acompañaban, ni como aparecieron, sólo sabía que estaban allí y que nunca podría dejarlos de lado. Eran parte de él, aunque a veces deseaba lo contrario.

Sintió como alguien lo levantaba y lo sacaba de allí, pero ¿dónde estaba?

-Jonathan, tranquilo respira ¿Me escuchas?

Él levantó poco a poco su cabeza, aún podía oír las voces de ellos gritando pero se sentía más tranquilo. Tenía la mente más despejada, ellos se estaban calmando y sus voces dejaban de ser gritos para pasar a un tono más moderado. Pero oía algo más, alguien estaba llorando.

"Dioses, perdón Yuki yo no te vi"

Jonathan cerró sus ojos, no podía verlos pero sabía lo que estaba pasando allí, en lo más profundo de su cabeza. Hisoka le había pegado a Hiroyuki.

Ahora todos habían dejado de pelear e intentaban tranquilizarlo.

"Hey, ya no llores, sabes que el tonto de Hisoka no tenía intenciones de pegarte, fue un accidente"

"Me duele, me duele mi cabeza, duele mucho"

"Ya no llores ¿Ok? Todo va a estar bien"

-Hey, Jonathan.

Él volteó su cabeza, Takehiko estaba frente a Él, se veía muy preocupado.

-¿Ya te sientes mejor?

Ellos se encontraban solos, en la habitación donde se hallaba la puerta hacia el inframundo.

-¿Jonathan?

-Sí, yo ya me siento mejor.

-¿Estas seguro? Estas pálido.

-Sí yo... Solamente... Nada... Sólo me dolía la cabeza y...

Él dejó de hablar, claramente Takehiko notaba que él no se sentía bien. A pesar de que él conocía su condición, le daba miedo que alguien más los escuchará hablar. No quería que nadie lo tachara de loco.

-Tranquilo- le dijo, como si le hubiera leído la mente-. Nadie nos va a oír, Stephanie les dijo que no se acercaran, que tú unas a estar bien y que yo podía encargarme solo. Si con todo eso alguien logra escucharnos, haré que lo arrepienta toda su vida ¿Está bien?

Él solamente asintió con la cabeza, sentía como sus mejillas estaban ardiendo. Siempre se avergonzada cuando Takehiko le mostraba aunque sea un poco de amabilidad. Él era una gran persona y no podía creer que alguien como él hubiera llegado a su vida. Jonathan recostó su cabeza en el pecho de Takehiko, él le abrazó y empezó a acariciarle la cabeza. Cada vez se sentía más tranquilo.

"Todo está bien, tranquilo ¿sí?"  

"Ok, ya estoy mejor"

"¿Y tú qué tienes que decir?"

"Perdón Hiroyuki, no debí haberte gritado"

-Todo va a estar bien, solo estamos tú, ellos y yo.

Jonathan solamente se dejó llevar por el suave calor que sentía entre los brazos de Takehiko.

No podía creer que alguien tan dulce hubiera llegado a su vida.