IV

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¡Espera! ¿Tenía el paquete marcado?

Bakugou había tratado inútilmente de llegar a la zona de dormitorios cuando su cuerpo empezó a exigirle una parada ¡No sabía porque! Su resistencia física era lo bastante buena como para soportar unas cien carreras de esas ¡Pero no! Se sentía cada vez más asfixiado e incómodo con todo ese nudo extraño que Midnight le había hecho.

Opto por encerrarse en uno de los cubículos de los baños de la primera planta encontrándose de repente con que su maestra le había hecho Quien-sabe que nudo pervertido que se le ajustaba al cuerpo conforme se movía... ¿¡QUE PUTAS!? Midnight había hecho un excelente uso de sus habilidades de pervertida para poner a Katsuki en una situación poco favorable.

Había pasado un buen rato metido en ese baño tratando desesperadamente de quitarse esas cuerdas sin resultado alguno. Incluso había terminado medio abriendo la puerta esperando que hubiera alguien cerca para pedir ayuda... Ya no era capaz de soportarlo.

En medio de su sufrimiento había sido capaz de percibir que alguien ingresaba a los baños. El corazón casi que se le para cuando la puerta fue completamente abierta, pero la calma, el alivio y la alegría le inundaron el alma cuando reconocía al intruso como su Best Friend: Eijiro Kirishima.

El chico se quedó parado en la entrada sosteniendo una mano en la puerta. Sus ojos se abrieron sorprendidos hasta que, por algún impulso involuntario e incontrolable, se fijó en la entrepierna de Bakugou.

Katsuki frunció el ceño molesto al notar que se estaba llevando la atención de su amigo - ¡EY! ¡IMBECIL! ¿¡Que mierda estas mirando!? Mi puta cara está aquí arriba.

Como si su voz fuera algún interruptor Kirishima volvió de inmediato a la realidad, ósea, dejo de mirarle al paquete para fijarse en su cara molesta – Bro... ¿Qué carajos te paso?

- ¡Eso es lo menos importante! Ayúdame, mierda.

Eijiro asintió rápidamente e ingreso por completo al cubículo. Tuvo que usar todo su autocontrol para no tener una erección mientras desataba cuidadosamente los nudos "Christina Grey" que su amigo tenía por todo, TODO el cuerpo


Tamaki estaba plantado frente a la puerta de la habitación de su novio. Mirio no le había dado señales de vida luego de su impresionante huida de clases. Ni siquiera todos sus compañeros liderados por una decidida Nejire habían podido dar con Togata, y eso le tenía muy preocupado.

¿Y si le había pasado algo malo? ¿Se habría hundido tanto en el suelo que había salido disparado fuera de la escuela? ¿Se había perdido? ¿Los villanos lo habían secuestrado? ¿Algún profesor lo tendría retenido por andar desnudo? ¿Había pescado un resfriado por no llevar ropa puesta?

Aparte de ser adorable y poderoso Amajiki también poseía el don para tener los pensamientos más pesimistas de todos en un corto lapsus de tiempo.

- ¡Tamaki-kun! – La voz de Nejire sonó igual a la de un ángel para el atormentado Amajiki – Mira no más lo que te traje.

Junto a ella un cabizbajo y encuero Mirio Togata caminaba lentamente con un papelito sujeto entre los dedos ¿Tan traumático había sido hacerse con el papel del príncipe? Tamaki no le hecho mucha cabeza y se lanzó a los brazos de su amado llenándolo de un montón de preguntas que le impidieron a Togata explicarle la desgracia que lo había dejado tirado en un pasillo cualquiera.

Mientras tanto Nejire los grababa con su celular... Esa sería una escena digna de recordar.


¿Una obra de que? [Cancelada]Where stories live. Discover now