Capítulo 34: Querida Amiga...

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12:30 am

Salgo caminando lo más rápido que puedo de ahí, y pienso en que; tiemblo, estoy temblando y no sé porque, nunca podré entender la forma de reaccionar de mi cuerpo; pues pregúntate que sientes, tal vez te dé una respuesta ¿no crees? querida amiga...

¿Qué siento? ¿yo siento? Imagina tres millones de sentimientos, como las bacterias que se acumulan en tu boca durante el día, las cuales se multiplican sin que tu puedas hacer nada para detenerlas, ¿crees que realmente las eliminas con un tubo de crema dental y un cepillo?

Yo no; yo no puedo hacer muchas cosas, como parar de pensar o de sentir, no malentiendas, no es que quiera morir, por lo menos no aun, no creo que sea justo, ya que la vida me debe más felicidad de la que podría contar; es sólo que a veces es demasiado, demasiado quiere decir que todo se junta, y se vuelve contra mí, pero la excepción a esto, es la que se deletrea al revés          R-O-M-A (quien diría que Roma al revés, es la desgracia cara a cara) el amor, logra convertirse en demasiado con sólo pensarlo, es aplastante, abrumador, oprime, sofoca, ahoga, corta la respiración, asesina, todo esto a un nivel psicológico tan profundo, como cualquier mente del que viva en el país de las maravillas; pero cada pensamiento lleva a lugares tan tristes, tan oscuros, tan peligrosamente disfuncionales, que te hacen creer que eres una persona a la que se deba tenerle miedo o asco, prueba de que la mente es tan traicionera y dañina, prueba de que no controlamos a la mente, ella nos controla a nosotros; no me digas que miento, yo sé que también sabes que no es así, porque ahorita mismo, ella también te puede estar traicionando. En fin, no toda la vida fue así, eso me hago creer.

No sé como, pero ya estoy dentro de mi auto, a salvo. Inhalo y exhalo con mucho cuidado, como si para mis pulmones no hubiera suficiente aire, pero tu y yo sabemos que hay de sobra. Enciendo a la "Guinda" e intento concentrarme en mi camino a casa.

Mientras manejo a casa noto que tan tarde es, las calles están desiertas excepto por un carro o dos que me he topado. Me pongo a pensar en que no debí dejar a Alex así, a lo mejor yo malentendí todo. Espero que él sea feliz, quiero decir, realmente, sin drogas, ya que si es feliz, no habrá nada que soportar.

Pienso; Alex: be happy, be in love and don't be afraid of the love (como yo), because you... 

Freno de golpe al ver el semáforo en rojo que estaba a punto de pasarme, escucho el claxon de un carro detrás de mí que me saca la vuelta y acelera. Respiro, busco con nerviosismo mi mechero y una caja de cigarrillos en la cajuela pequeña , tanto, que termino tirando todos los cigarrillos al suelo. Me inclino para juntarles y escucho el claxon de un carro, pienso; oh, lo siento mucho, pero sáqueme la vuelta; me desespero y tomo un único cigarrillo, dejando los demás regados. Me enderezo en el asiento y mis ojos reciben las luces frontales de un auto, auto que está de frente al mío; me cubro la vista, entonces alguien toca la ventana, me giro en seco, bajo la ventanilla.

-Necesito hablar contigo, Ara...

-Alex, debes estar bromeando...- digo haciendo ademán a su carro que está con las luces de frente al mío.

-Yo necesito saber...

-Yo también necesito saber porque tienes tu carro estacionado así frente al mío en plena calle.

-Pero que va a pasar con nosotros.- escuche mal, no dijo eso; deliras Ara. No, no lo haces; dice una voz, pero aun así, no eres tú, tú le harás daño. Alex realmente considera estar conmigo de esa manera, pero no nos conocemos; mientes, tu sabes que...- ¿Ara? Dime algo, yo...

-Alex, yo no creí que tu...

-Lo sé...- agacha la cabeza- Tu solo quieres ser mi amiga, ¿cierto?

-Yo creí que tu querías eso...

Alex alza la cabeza, sonríe y me mira, sus ojos brillan, brillan tanto que puedo ver cada estrella que me regala la vía láctea, 250 miles de millones, para tratar de ser exacta. Mete la mano y sube el seguro para abrir la puerta, pero yo lo vuelvo a poner. Me mira igual de deslumbrado y toma mis manos entre las suyas, a pesar de que él sigue fuera de mi auto.

-Darling, do you know why I feel this?, because I don't have the slightest idea...- contesta querida amiga, ¿lo sabes?

-Alex...

-And the most important, do you feel it too?

-Alex, I...

-Tell me Ara, this is killing me, I need to hear it from you, and not keeping up imagining it- dilo; hija mía, confía y no calles, es preferible arrepentirse, que guardar tu verdad, o peor aún, los sentimientos; escribió tu padre querida amiga, Sí lo hizo.

-Do you really want to know?- digo mirando con claridad sus ojos. Alex se inca sin soltar mis manos.

-Do you need to ask?

Acerco sus manos a mi corazón desbocado y le digo al oído: -I do not know the reason, but yes, and I feel it here, just right here.

Siento el cuerpo de él ceder ante mi voz, veo sus vellos erizarse.

-Entonces no te molestara que haga esto.

Alex abre la puerta para sacarme del auto. Me levanta, me acomoda en el cofre de la "Guinda" y yo lo acerco totalmente a mi, poniendo mis piernas alrededor de él.

Chocan desesperadamente, van rápido, con necesidad, como si se extrañaran; ahora van impresionantemente lento, tratan de memorizar meticulosamente cada roce, pero se dan cuenta que no necesitan, son dos pares que se conocen tan bien que asusta. Se rozan cuidadosamente, con un disfrute tan puro, que podías ver la electricidad fluyendo con cada roce; y si te impresionas al verlo, imagina yo, que puedo sentirlo. Un be-so con la capacidad de gradualizarse.

Paramos para respirar, y le digo al oído: -Te necesitaba, me hacías falta.

-¿Sabes por cuánto tiempo soñé con esto?- dice él en mi oído.

-Hum... - ronroneo cerca de su oreja.

-Sé que nos conocimos hace menos de un mes, pero yo...

- ... you think I remind you someone else  ...

-No, darling, not someone, not something, with you I feel... that this is my place.

-My place is by your side too, Alex.

-I wonder why we feel this...

-I wonder why too, but I would bet that we would not like the answer.- digo sincera, Alex me da un beso en la frente, luego yo tomo su rostro entre mis manos y acaricio cada parte de su rostro, maravillada, como si viera él brillo de las galaxias.

2:59 am; un auto guinda estacionado en un callejón del bello Londres.

-Can I tell you something?

-Tell me...

-I think I love you...

-I think I love you too Alexander... 


...

Hola, nuevo capítulo, creo que por fin les traje  el cap. que ustedes esperaban, la verdad que lo escribí  con los sentimientos desordenados, pero quedo bastante bonito, díganme que opinan. Ya casi salgo de vacaciones, así creo que estaré activa seguido... Se les quiere mucho! 

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