Claire and Quil Story (Crepúsculo Fanfic)

8- El Comienzo

Traté de recordar lo que había hecho esa noche luego de que Quil se fuera pero me era imposible, aun estaba aturdida por el mejor sueño que había tenido nunca.

Soñé con el. Soñé que el me...

Aun no lo podía creer. Jamas había sentido con tanta intensidad en uno de mis sueños. Eso me hizo pensar que tal vez, por alguna extraña suerte, eso había sido real.

El sueño era extraño, pero no por eso dejo de ser maravilloso. Al principio todo era confuso, una nube negra tapaba todo, pero aun podía sentir.

Si, aun podía sentir como una mano, que quemaba como hierro caliente sujetaba firmemente mi rostro. Podía sentir, como con su mano libre recorría mi cuello, bajando hasta mis hombros y siguiendo hasta llegar a mi cintura, donde se quedo para apretarme firmemente contra un cuerpo sumamente cálido. 

La nube aun estaba presente, pero podía sentir algo mas.Mi boca me picaba, cosquilleaba de una manera extraña, agradable. Sentí su aliento en mi boca y el sabor era exquisito. Estaba jadeando, me costaba respirar, y entones trate de concentrarme de nuevo. Al hacerlo la nube desapareció y pude ver al fin.

El estaba perfecto, con una sonrisa de oreja a oreja,aun sosteniéndome firme contra su pecho. Mi mano derecha estaba atada a su pelo y pretendía acercarlo mas a mi aunque no poseía la fuerza necesaria para hacerlo, y mi mano izquierda yacía en su pecho, maravillándose con la amplitud del mismo.

El beso me había dejado en las nubes, había sido tan fuerte y dulce a la vez.

Aun no entendía como había hecho para llegar a mi cuarto, puesto que no recordaba nada.

Cuando me hube despertado del todo, ya que seguía soñando pero despierta, me paré a pensar en todo lo que había sucedido. Solo llevaba 2 días en la Push y todo había cambiado. De una amistad a pasar a el primer beso con Quil. De el mundo humano al que me había aferrado con uñas y dientes, al ya conocido mundo de mitos y leyendas del que pensé me había librado. 

No me arrepentía de haber venido a la Push pero tampoco estaba del todo contenta. Había venido en busca de paz y tranquilidad, la que supuse estaría aquí pero en este mundo todo esta de cabeza. Por lo visto todo se basaba en estúpidos cuentos de terror. Creo que no me sorprendería si encontrara una bruja en su escoba uno de estos días.

Una bruja....

Fue entonces cuando recordé lo que había pasado anoche, la parte de la que trate de olvidarme. La rubia que estaba con Jake... estaba 99% segura de que ella era una de ellos, de los fríos como les llamaban. Pero ese 1% aun me atormentaba. Era rara entre los raros.

Me acorde de lo que me había hecho dudar en un principio. Esperaba ver el color amarillo dorado en sus ojos, como describían a los Cullen en las leyendas, pero me encontré con ojos marrones. Tal ves había sido precavida para que no me diese cuenta de lo que era y se había puesto lentillas. Pero luego recordé el tenue rubor de sus mejillas.

Es un vampiro, es una de ellos... ¿Por que le das tantas vueltas al asunto?

Me dijo una voz en mi interior.

Eso era cierto, así que decidí dejarlo estar. 

Me levanté y corrí hacia el baño. Me duche y trate de relajarme. Al salir del baño me reí al recordar la broma que le había hecho a Paul. Seguro que echaría chispas al verme, eso mejoro mi humor.

Mi tía estaba en el jardín del frente de la casa. Desayuné a pesar de que mi estomago estaba casi lleno por todo lo que había comido la noche anterior y salí para ayudar con su tarea a Emily.