"Le faltan horas al día para seguirnos queriendo"
Avenida 749Mía era una apasionada de la historia, en el instituto era una "cerebrito" en esa asignatura y siempre sacaba dieces, a la hora de elegir carrera, escogió Historia en la Universidad de Miami, de donde ella provenía.
Esto, unido a su don de explicar a las personas y que ellas se enteren, la llevó a ser profesora de historia. Se trasladó a la ciudad de sus sueños, Los Ángeles, donde consiguió un trabajo en un instituto, el Northland.
Amaba esa profesión, y explicaba sus clases con la pasión que sentía hacia la historia. Ella era joven, tenía 24 años y muchos alumnos le echaron el ojo por ser guapa, tenía el pelo castaño claro y unos ojos bonitos de un color verde muy claro.
Las clases estaban a punto de empezar, y con ello terminaba sus maravillosas vacaciones, había estado en Kaanapali, Hawái, y era el paraíso, no se quería marchar de allí.
El 30 de agosto empezaron las clases para los profesores, puesto que ellos comenzaban a preparar las cosas para las clases, y con ello llegó una noticia, el señor Kayns, el profesor de gimnasia desde octavo hasta duodécimo grado, se marchaba tras tener que irse a Nueva York ya que su mujer la mandaron allí, y claro está, Nueva York y Los Ángeles no están muy cerca que digamos.
Le hicieron una fiesta de despedida, era muy querido entre profesores y alumnos.
Ella iba con una camiseta blanca de manga corta, falda rosa de tubo muy corta y unos tacones blancos.
-Mía, estás preciosa, ¿dónde has estado?
Ella se giró, era su mejor amiga, Amy Diest, profesora de matemáticas, era tres años mayor que ella y fue la que la ayudó a establecerse cuando Mía llegó el año pasado.
-En Hawái, te veo muy bien a ti también, ¿al final fuiste a mi ciudad?
-Pues sí, ¿cómo pudiste dejar una ciudad tan guay para venirte aquí? Estuve todos los días de fiesta en Miami y ligué mucho, sigo hablando con uno de ellos y todo. Se llama Erick Hemmings y está como un tren.
Ríe ante su comentario, Amy siempre va buscando el amor.
-Bueno, lo malo es como lo vais a hacer para estar juntos, estáis a 2800 millas*.
-Lo sé, pero primero veamos como va la cosa y después ya lo pensaremos.
En la fiesta, comieron una tarta de dos pisos de chocolate, una delicia.
Más tarde, Kayns dio un discurso.
-Queridos amigos, siento marcharme tan repentinamente, pero a Elisabeth le han trasladado a Nueva York, y tengo que ir con ella. Steve- el profesor de biología- te deseo mucha suerte y a seguir dando mucha lata con el cuerpo humano, Mía- ella le mira sonriente- ojalá te quedes muchos años más aquí, eres una profesora espectacular y a seguir manteniendo a raya a tus "pretendientes",- todos ríen, ellos ya saben que muchos babean por ella- Amy, sigue dando quebraderos de cabeza con la trigonometría...
Y así sucesivamente con cada profesor, al final, todos estallaron en un gran aplauso. Finalmente, el director Seandal dio un emotivo discurso y todos se pusieron a conversar entre ellos, Mía hablaba con Amy sobre sus vacaciones.
-Madre mía, ¿quién es ese bombón?- interrumpió su mejor amiga.
Mía se giró al escuchar las palabras de su amiga para ver a que se refería.
Acompañando al subdirector Oswald se encontraba un chico de más o menos su misma edad, con el pelo rubio, cuyo peinado era un tupé echado hacia atrás, era alto y llevaba una camiseta blanca, pantalones vaqueros y zapatillas azules con rayas blancas. Por llevar camiseta de manga corta, podía observar que tenía unos brazos musculados.
Mía se quedó sin habla, con la boca abierta y casi sin respiración. Él se acercaba hacia ellas.
-Te presento, ellas son las profesoras Mía Davis- dice señalandola- y Amy Diest.
-Encantado chicas, soy Adrien Derricks.
-Él es el nuevo profesor de gimnasia, sustituto de Kayns- concluye Oswald.
Mía nunca sintió nada parecido hasta aquel día.
*N/A: 4000km
ESTÁS LEYENDO
Querido profesor de gimnasia
Romance¿Quién dijo que el amor entre profesores era imposible? Mía, profesora de historia en el Instituto Northland, conoce al nuevo profesor de educación física, Adrien, un chico deportivo y atleta que robará el corazón de ella en un instante.