Since then we've been history (Kellin Quinn) FINALIZADA.

Capítulo 3:

Capitulo 3:

- Invita la casa - dijo Matty el cual me había traído un helado de chocolate al acabar el plato. Pero... solo a mí.  
- Matty no deberías ligar con mis chicas.  
- No soy una de tus chicas.  
- Ella misma ha dicho que está libre, tío. - luego giró a mirarme. - Puedes volver cuando quieras, te haré un trato especial - me dijo guiñándome un ojo.

Yo reí y solté un suspiro.

- Por si se te olvida llegar - dijo entregándome un papel con su número.
- Vete a hacer tu trabajo Matty, no tienes permitido ligar con las clientas.  
- Sí, claro - rió este y se fue, no sin antes dedicarme una sonrisa.  
- Dame eso - Kellin intentó quitarme el papel con su número pero lo alejé.  
- No, me lo ha dado a mí - reí. - Me gusta la idea de comida gratis.  
- Tienes mucho morro, ¿no crees? - dijo serio.  
- Y tú pareces un poco molesto, ¿no crees? - respondí con la misma entonación que él.  
- Claro que no.

Kellin apartó la mirada y dejo el tema. Comí mi helado rápidamente y pagamos.

- Nos vemos Kellin y...
- Neus - respondí.  
- Lo recordaré pero prefiero llamarte preciosa, - sonrisa - Espero que vuelvas.  
- No va a volver - respondió Kellin por mí y me tiró del brazo para irnos. Oí a su amigo reír.  
- ¿Por qué estas molesto? - realmente no se me ocurría ningún porqué.
- Matty siempre intenta quitarme las chicas - dijo sin más.  - Te dicho que yo no s...

Kellin puso un dedo en mis labios silenciándome. Dejó de andar y se quedó delante de mí.

- Voy a conseguirte - dijo sonriendo. - Eres mi chica.

Kellin dijo esa expresión demasiado seductoramente. Por un momento me avergoncé y aparté la mirada de sus profundos ojos. Luego recordé que solo quiere llevarme a la cama y suspiré, volviendo a andar.

Cuando llegamos a casa me dejé caer en el sofá. Estaba cansa de andar y visitar sitios. A Kellin le sonó el móvil y atendió a la llamada.

- De acuerdo, luego nos vemos preciosa - oí como colgaba. - Esta noche saldré a una fiesta ¿quieres venir?  
- Nunca - respondí sin apartar mis ojos del programa del televisor. - Y menos para verte ligar con la puta esa que te ha llamado.  
- No te pongas celosa - rió.  
- ¿Qué? - Me ofendí y le miré. - No son celos, pero es la verdad, cualquiera que se acueste contigo tiene que ser una guarra.  
- Como tú digas. - él solo podía reírse.

Se fue a su habitación y yo me quedé un rato más en el salón. Luego cenamos algo simple y se metió en la ducha para arreglarse. Estaban dando Como conocí a vuestra madre así que me quedé a verlo. En esta casa solo podía mirar la televisión, aún no tenía mis cosas para hacer nada. 

- No hagas mucho ruido por la noche, la vecina de abajo es muy pesada - oí su voz y me giré a verle.

Mi boca de abrió un poco cuando vi su cuerpo cubierto solo por una toalla en la cintura. Recorrí con la mirada su cuidado pecho húmedo por el agua, sus brazos fuertes dejando ver todos sus tatuajes además del de debajo de su cuello, su cabellera aún estaba mojada y le goteaba, sus labios también estaban húmedos y brillaban, diversas gotas resbalaban por su pecho, acariciaban su abdomen, su estomago y desaparecían por debajo de la toalla.

- Deja de comerme con la mirada. ¿Me has oído? - dijo aguantándose la risa para sonar sexy.  
- Si. Vale. - dije volviendo la mirada al televisor.

Mi rostro estaba rojo y ardía. Mi corazón latía con fuerza y estaba nerviosa. Kellin era realmente muy atractivo. Pero no puedo dejar que vea que pienso eso.

- Kellin agradecería que no paseases por casa medio desnudo - dije pero no le miré, no podía decir eso y verle, sería contradictorio a mis verdaderos pensamientos ahora mismo.  
- Creo que no piensas realmente eso - mierda. - Tranquila, ha sido la costumbre de vivir solo, juro que no lo tenía planeado.  
- Pues vete acostumbrando a que vivo aquí.  
- Perdona - rió. - Bueno, ahora estamos en paz.