Capítulo 10:

4.7K 257 51
                                    

Capitulo 10:

– Pensaba que estabas molesta conmigo por…

– ¿Por? ¿Qué has hecho ya? – dije asustada.

– Por… Cindy. 

– Oh – dije volviendo a sentir ese punzante dolor. – Es cierto, eres asqueroso.

– Mierda. La he cagado – dijo dándose cuenta que había vuelto a mi expresión seria. – No quería besarla en realidad, ha venido ella.

– Vaya… – dije irónica. – ¿Y dónde está ahora?

– La he echado en cuanto te has encerrado – dijo serio.

– ¿Enserio?

– De verdad… Yo solo quería causarte algunos celos.

– ¿Celos? – dije mirándolo.

– Como la técnica de decirte que eras mía no funcionaba está probando con otras – se encogió de hombros.

– Pues prefiero la primera. Esa es… extraña.

– ¿Extraña?

– Me hace sentir extraña… – dije apartando la mirada.

– Entonces si lo he conseguido.

– No, no son celos… – dije pero no estaba segura.

– Mmm… ¿y esa sensación que has sentido te ha dolido? –preguntó como analizándome.

– Un poco… – admití.

 – ¿Y te han dado ganas de que hiciera lo mismo contigo? – no lo entendí. – ¿Te han dado ganas de que te bese?

– ¡Claro que no!

Eso era verdad, bueno creo, la verdad es que no me había parado a pensarlo. Estaba demasiado ocupada pensando en cómo mi vida se va a la basura.

– ¿Y ahora? ¿Tienes ganas?

– No Kellin. – dije siendo seria.

Observé los labios de Kellin. Era de noche y la luz de la luna y de la calle entraba por mi ventana, lo suficiente para vernos. Kellin se movió en la cama y se acercó un poco más a mi.

– Yo… – empezó a decir y puso su mano en mi mejilla.

La acarició y luego puso su dedo gordo en mis labios.

– …si tengo… – dijo y se acerco un poco más a mí, rozando su nariz con la mía.

Mi piel se erizó y me puse nerviosa pero no quería detenerle. Ya habíamos tenido demasiadas interrupciones. Es cierto que las agradecía porque no quería a Kellin pero… Maldita sea, odio mentirme. Sí, quiero que me bese y quiero que solo lo haga conmigo.

– …ganas – finalizó la frase y rozó sus labios con los míos con una delicadeza increíble. – ¿Sigues sin tener ganas?

¿De verdad iba a ser tan orgulloso hasta en este momento. Ahora nadie iba a interrumpirnos así que se estaba tomando todo el tiempo del mundo.

Kellin seguía rozando nuestros labios y acarició mi mejilla.

– Maldita sea Kellin… Bésame de una ve… – dije pero no me dejo terminar.

Kellin acabó con la poca distancia que nos quedaba, besándome. Notaba que tenía una sonrisa. Me besó dulcemente, suave y lento. Sus labios eran la definición de perfección: dulces y suaves, como su forma de besar. Era el mejor sabor que había probado nunca.

Since then we've been history (Kellin Quinn) FINALIZADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora