Capítulo 1:

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Capitulo 1:

Mis pies dolían, mis manos estaban congeladas, al igual que mi rostro y mi cabeza empezaba a pesar y pedirme un descanso. Era el octavo piso que visitaba hoy. Acaba de mudarme sola a una cuidad nueva. Tenía que mudarme si quería estudiar la carrera de mis sueños. Mis padres y mi hermano no pudieron acompañarme para mi desgracia, ellos tienen su trabajo y bueno mi hermano su carrera y su novia. Odiaba venir sola pero no tenía otro remedio. Sé que ellos me apoyaban y fue la decisión correcta. No podía permitirme un piso sola así que buscaba a alguien con quien compartir alquiler.

Había visitado mujeres desesperadas buscando compañía de hombres, chicos asquerosos y hombres solterones. ¿No podía haber una chica de mi edad normal que buscara compañera normal de piso?

Llamé al timbre cuando llegué a mi novena visita. Era un dúplex en el centro así que seguramente sería más caro y no podría permitírmelo pero nunca está de más mirar.

- Sube - oí de una masculina voz.

Obedecí y subí las escaleras hasta el último piso. En el anunció no especificaba quien era que buscaba piso, solo que quería una chica joven. Me decepcione al oír la voz de hombre. Al llegar me encontré la puerta entreabierta así que entré.

- ¿Hola? - dije al entrar.

- Adelante - escuché y fui a donde me parecía que provenía la voz.

Vi una cabellera negra sentada en el sofá. El chico se dio la vuelta dejándose ver y aprecié su hermoso pelo liso, largo y negro, sus ojos azules profundos y una hermosa sonrisa en el rostro.

- Hola, soy Kellin Quinn.

- Eh, hola - dije volviendo a la realidad.

- Siéntate - dijo y señaló su lado del sofá.

Fui hacia él sintiéndome algo intimidado por su mirada y me senté.

- Me llamo Neus Irwin - me presenté, ya que no lo había hecho.

- Encantado. ¿Te hablo de precio y demás antes de enseñarte la casa? - propuso y asentí - El alquiler son 200 euros al mes. Es un precio bastante considerable ya que yo pago más de la mitad.

- Eso es... genial - dije sin cambiar mucho mi expresión.

- Pero a cambio tengo una condición.

- ¿Qué haga las tareas del hogar? - pregunté viendo el desorden de la casa, ropa tirada, platos sobre la mesa, polvo en las estanterías...

- Oh, no, mejor. Poder acostarme contigo cuando me apetezca.

- ¿Qué? - dije creyendo haber oído mal.

- Poder acostarme contigo cuando me apetezca - repitió como si nada.

- ¿Es una broma?

- Claro que no - sonrió.

- ¡Ni hablar! - me escandalicé, ¿qué clase que chico es este?

- Pues no hay trato. Puedes irte.

- De los nueve pisos que he visto tu eres el peor. - dije casi gritándole y levantándome. Él se echo a reír. - ¿De qué te ríes?

- Eres la primera chica que me rechaza.

- Oh, vaya, siento decepcionarte. - ironicé ya cerca de la puerta.

Cuando estaba a punto de salir gritó mi nombre. Me paré un momento esperando una disculpa o quizás diciéndome que era broma.

- Espera, me gustas, tienes carácter. - dijo como si nada. - Esta bien, te permito quedarte sin esa condición. - Le fruncí el ceño no entendiendo mucho como había cambiado la situación. - Pagarás lo mismo y no tendrás que acostarte conmigo.

Since then we've been history (Kellin Quinn) FINALIZADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora