Since then we've been history (Kellin Quinn) FINALIZADA.

Capítulo 5:

Capitulo 5

– ¿Qué vas a trabajar con Matty? – me gritaba Kellin con su móvil al oído.

Habían pasado un par de días tranquilos. Kellin no había vuelto a salir y nos habíamos acostumbrado a estar juntos arriba. El tocaba mientras yo dibujaba. La verdad me relajaba su voz. Aun que seguía coqueteándome y eso era molesto.

– Eh… bueno me lo ofreció el otro día…

– ¿Y no me lo dices?

– No tengo que darte explicaciones de mi vida, solo vivimos juntos. Necesito el dinero.

Kellin me pasó su teléfono cabreado.

– Lo siento Neus, no tenia tu numero – Se disculpó Matty. – No quería que discutieran.

– Tranquilo, no entiendo porque se molesta – dije aun que Kellin me estaba escuchando ya que seguía delante de mi.

– Me han dicho que puedes empezar mañana.

– Genial, allí estaré, muchas gracias.

– De nada bonita. Suerte con Kellin.

– Gracias – reí. – Adiós.

Colgué y le devolví el teléfono a Kellin que me miraba serio.

– No quiero que trabajes con él. Va a intentar llevarte a la cama – reí.

– ¿Y tú no?

– Yo puedo hacerlo, te dije que eres mi chica – dijo seductoramente acercándose a mí.

– ¿Estás celoso Kellin? – dije totalmente a broma.

– Si – contestó y me atraganté con mi propia saliva. – Lo digo enserio. No quiero que Matty ligue contigo.

– No voy acostarme ni con Matty, ni contigo, puedes estar tranquilo – dije y me aparté de él. Necesito el dinero de verdad así que iré digas lo que digas.

– Tendré que ir más a menudo a partir de ahora.

Suspiré y fui hacia mi habitación dejándolo en el comedor. La tarde pasó, cada uno en su habitación. No volvimos a dirigirnos la palabra. Para la hora de cenar salí a ver qué podía hacer. Hoy me tocaba a mi cocinar. Kellin y yo nos repartimos las tareas del hogar ayer y decidimos una cantidad de dinero que poner para comprar alimentos y demás.

Cuando vi que Kellin no había hecho la compra hoy fui hacia su habitación. Entré sin llamar y lo vi en su ordenador.

– No has ido a comprar y no tenemos nada para cenar.

– Sabía que se me había olvidado algo. No te preocupes tengo un plan mejor – dijo levantándose y viniendo hacia mi.

– Sorpréndeme – dije molesta.

– Te invito a cenar fuera.

– ¿Y porque no pides algo y punto? – Kellin rió.

– Te estoy invitando a una cita.

– No quiero tener una cita contigo.

– Oh vamos, prometo ser un caballero.

Kellin sonrió ampliamente y acabé aceptando. Fui a cambiarme. Me puse unos pantalones negros ajustados y una blusa holgada que dejaba mi hombro derecho al aire. Mi converse negras y me permití el lujo de pintarme los ojos con delineador negro.

– ¿Lista? – preguntó Kellin llamando a mi puerta.

– Si. – dije y salí, él sonrió al verme.