Hyuk y Sung Ihn se quedaron petrificados por igual. Pero como buenos actores de la calle, retomaron la compostura con el máximo de discreción posible. Minnah elevó la mano, haciendo entender que se acercaran, y lanzó una mirada a Sung Ihn indicándole que se pusieran en pie. Con el shock, no hizo más que obedecer, y eso que ella era de oponer resistencia. Jiho llevaba tatuada en los labios una sonrisa permanente que se dibujó nada más toparse directamente con su querida. La pareja se dio un beso que no convirtieron en francés solo para guardar las formas. Sung Ihn, interiormente, se sentía compungida.
"- ¡Mira Minnah! Zico ha sacado un nuevo álbum.
- Ah, qué bien. Me alegro por él."Pensó en cuantas cosas debía haber pasado por sí sola, sin contarle a nadie sobre lo que se cocía en su vida. Pero ahí la tenía, radiante como la que más, feliz de reencontrarse con quien quería. Por contra, Hyuk se limitó a observarlos con una sonrisa la mar de tierna, y aprovechó el alboroto para dirigir un simpático guiño de ojo a Sung Ihn. Eso ya la ayudó a dejar de fruncir el ceño. Los tórtolos intercambiaron cuatro palabras y devolvieron su atención al grupo en conjunto:
- Mira, Jiho. Esta es Sung Ihn.
El cantante elevó ambas cejas con un deje de admiración:
- ¿Tú eres Sung Ihn? ¿La escritora de Differences?
- Espera. ¿Qué? - aquella reacción lo decía todo.
- Claro que es ella.
- Oh. Es un placer conocerte - Jiho llevó el dorso de la mano de la joven del grupo hasta sus labios para besarlo con delicadeza.
La acción instantánea de Sung Ihn consistió en colocar una mano en el hombro de su amiga y respirar hondo:
- Tía, ahora entiendo por qué te has enamorado. ¿Te habló así la primera vez? - anunció con solemnidad.
- Pf, si yo te contara.
- Hola Minnah, ¿qué tal? - Hyuk interrumpió el hilo de la conversación para dar de las manos a Minnah en el tono más cordial del gesto.
- Bien, ¿y tú? ¿Sale el álbum mañana, no?
- No me digas, ¿en serio? - enevó disimuladamente Sung Ihn, con sarcasmo.
El chico apuesto se le acercó y le deslumbró con una sonrisa como la del primer día:
- Hola.
- Ey.
- Soy Hyuk.
- Sung Ihn.
- ¿Eres escritora?
- Novelista. ¿Y tú compositor?
- Cantautor.
- No te tengo visto.
- No te tengo leída.
- ¿Te gusta Murakami?
- No estábamos hablando de Murakami - irrumpió Minnah, que era actriz y entendía de buenas intervenciones.
- ¿Sabéis qué decía Murakami de los hombres? - sugirió Jiho, a la vez que sostenía la mano de su novia y la acompañaba para sentarse.
El resto le imitó y fueron adquiriendo su posición en la mesa.
- ¿Qué decía? - preguntó Sung Ihn, con una sonrisa entre cretina y divertida en la expresión.
- Que los hombres, cuando se masturban pensando en una mujer, lo primero que ubican de ella es su voz.
- ¿Y qué decía de las mujeres? - en el rostro de Hyuk apareció mágicamente una sonrisa calcada a la de su ajena.
Minnah cerró con palabras en voz de oro:
- Que ellas saben cuán inmadura es la opinión de un hombre sobre el amor, y que son las únicas capaces de romperle las esquemas.✨
✨
Se sentaron mujer frente a mujer y hombre frente a hombre. Jiho tenía la mano sobre el muslo desnudo de la contraria, en la parte descubierta por la falda. Sobre la mesa habían servido un buen vino tinto del que Sung Ihn ya llevaba casi una copa. Minnah se retocó los labios, y Hyuk no pudo evitar menos que mirarla, ya que tal era un gesto que encontraba hipnótico y, por algún motivo, a cargo de la novia de su amigo, lo era todavía más.
- Estás preciosa - sopetó Jiho.
- Como siempre, nada nuevo. - comentó Minnah - No es que me haya arreglado mucho.
- No intentes quedarme de diva, claro que lo has hecho.
- Entonces, si lo sabes, ¿para qué dices nada?
- Yo de milagro me he peinado - intervino Sung Ihn.
Hyuk rió entre dientes sin reservarse el descaro.
- Tranquila - Jiho se puso de parte de la menor -. Este un poco más y solo le falta decir Hakuna Matata - cabeceó hacia su amigo.
A ambas chicas casi se les salta el corazón de lo sonoras que fueron las carcajadas. Hyuk se puso a la defensiva:
- Escucha, que cuando tú llevabas la melena en plan a lo loco no te decía nada.
- En realidad yo lo echo un poco de menos - expuso Minnah -, le quedaba muy bien.
- A ti te queda muy bien todo - razonó Jiho.
- Lo sé.
- Pero te prefiero sin nada encima.
Sung Ihn casi se atraganta con el vino, copa en mano. Minnah arqueó una ceja, formulando una sonrisa ladina, a la vez que apartaba disimuladamente la mano de su chico, que había ido ascendiendo paulatinamente por la carne:
- Jiho...
- Minnah...
- ¡Hyuk! - se interpuso este último mismo.
- ¡Ay, no! - protestó Sung Ihn - ¿Por qué eres así? ¡Se llevaban un rollo que te flipas!
- Es que aquí donde le ves, la superestrella es de mano fácil - argumentó.
- Vaya, me acabo de enterar - musitó con ironía Minnah.
- Te quiero muchísimo. En todos los sentidos y sobre cualquier superficie existente.
Jiho recitó aquellas palabras con una sinceridad y una suavidad tan consistentes y bien combinadas que Hyuk, al lado de Sung Ihn, tragó saliva. Minnah pasó sus delicados dedos sobre la fina línea que definía la mandíbula del contrario:
- Te quiero muchísimo. Y no me hace falta el sentido ni las superficies para hacerlo.
Aquello lo pronunció desde un amor tan profundo y natural y limpio que Sung Ihn, al lado de Hyuk, no pudo evitar ahogar un grito de consterno, que camufló con rapidez.
Casi sin querer, de nuevo, este par, se miraron.✨
✨
Jiho estaba apoyado en la fachada del restaurante con un cigarrillo a medio consumir entre los dedos índice y corazón. Expulsaba el humo de modo descuidado hacía el cielo, como si fuera a dañar la capa de Ozón intencionalmente.
Cuando Sung Ihn atravesó la puerta hacia el exterior tenía un poco de frío. Era primavera, pero el aire nocturno refrescaba. Se abrazaba los brazos y los frotaba, ya que se había descuidado la chaqueta dentro.
- ¿Sung Ihn!
La nombrada se volteó hacia la derecha, desde donde la llamaban.
- Ven. - Jiho hizo invitó a la prácticamente cuñada a acercarse - ¿Quieres? - mostró el paquete de Wiston alzándolo con la diestra.
- No fumo - la chica, mientras se acercaba, esbozó una curva encantadora en los labios -. Pero dame uno - pronunció las últimas sílabas ya de pie al lado del mayor.
Este le tendió un cigarrillo industrial completamente negro, a excepción de una línea azul eléctrico que marcaba la longitud de la boquilla. Sung Ihn se lo colocó entre los belfos, permitiendo al contrario que lo encendiera. A la primera humeada no tosió.
- Me ha hecho ilusión que te hayas leído Differences.
- Es un libro muy bueno - dijo después de una calada -. Y claro, que metas la industria musical underground de por medio ya es un puntazo.
- No sé si pienso o mismo de la calidad de mi obra.
- Te entiendo. Yo también me hago ollas con eso sobre mi música. Pero de verdad, me gustó mucho ese libro. ¿Te inspiraste en alguien?
- Desgraciadamente, sí - Sung Ihn desprendió el humo sin cuidado, riendo con un toque de amargura pero desde una óptica nada rencorosa.
- Uy, eso no parece bueno. ¿Tu ex? - trató de adivinar.
- ¿A caso llego a ser eso? - negó con la cabeza, sonriendo de modo poco afable - Él ha alcanzado una fama tan sublime que dudo que se acuerde de mí. Aunque ya no suspiro por él.
- Pues cambia el rumbo de la siguiente historia.
- Es completamente paralela. Sale el mes que viene, la novela.
- Oh. ¿De veras?
- Sí. Me he inspirado en la historia de amor de la persona a la que más amo en estos momentos.
- Eso es muy romántico. ¿Y me puedes hacer un avance exclusivo, ya que vamos a empezar una entrañable amistad?
- Para ti, claro que sí.
- Genial, soy todo oídos.
Sung Ihn se aclaró la garganta e irguió la espalda, lista para citar textualmente, con voz solemne:
- "Tras el asalto a su corazón, se tomó un respiro, el tiempo justo para perderle. Tras el asalto a su corazón, se tomó un trago, el tiempo justo para no gritarle que estaba enamorada".
Un silencio inundó el plató. Fue un silencio que solo se llenaba con el distante revolvorio del interior del local o el motor de algún coche de paso. Jiho había entreabierto los labios y se había quedado inmóvil, incluso ablandando aquella mirada afilada con la que solía vestirse.
- ¿Cómo se titulará?
- Pour up. Dedicado a Minnah.
- Muchas gracias.
Sung Ihn suspiró con redundancia y en un momento sintió como un vínculo de confianza se formaba entre ella y el opuesto de modo involuntario. Posó una mano sobre el hombro ajeno, dedicando unos ojos repletos de afecto.
- A ti. ¿Sabes qué tenéis Hyuk y tú en común?
Jiho ladeó la cabeza a causa del repentino cambio de tema, frunciendo el ceño ligeramente:
- ¿En qué?
- En que los dos escribís canciones enteras pensando en una sola chica.
El chico, emocionado, no pudo evitar sonreír.
Sung Ihn, correspondiendo el gesto, acababa de reconocerle que estaba enamorada.✨
✨
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[song]writer « kwon hyuk
Romance"Voy falto de historias. Me gustaría que formaras parte de mi biblioteca." 06012018 ©eroticismos