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Sung Ihn terminaba de salir de la editorial a la que ya había presentado la novela. Era un papeleo agotador lo que comportaba publicarla y llevarla a la imprenta, pero su editora había decidido que el material era valioso y más que satisfactorio como para sacar diez mil copias de entrada. Ya no se trataba únicamente de la calidad del manuscrito, sino que también valía peso el éxito de su obra ulterior i las ganas que tenían sus seguidores de leer algo nuevo. Estaba muy contenta y, a pesar de llevar un porte agotado, su rostro desprendía un resplandor considerable.

Nada más llegar a casa, se desprendió de sus prendas y se tomó un baño de media hora. Encendió la radio que conservaban en el piso (ambas Minnah y ella eran muy retros) y sintonizó la KBS, en la que se escuchaban las canciones populares del momento. Big Bang, Bangtan, Exo y otros como tales se reproducían, con letras que se repetían en la cabeza de uno. También sonó "I am you, you are me" de su más recién conocido, canción que despertó los recuerdos de los acontecimientos de la noche anterior. Con una sonrisa todavía más extendida en la tez blanca de su rostro, salió de la bañera y se vistió con el albornoz, comenzándose a secar el cabello mientras tarareaba a medias una canción de J. Park que sonaba entonces. Miró la hora en el teléfono: las 20.30. Tan pronto y sus ojos ya rogaban por cerrarse.
Comió mal y rápido unos fideos instantáneos, escuchando el noticiero diario. Concluyendo, le tomó prestado un cigarrillo de menta a su compañera de piso y, aprovechando que ella no había aparecido todavía para echarle la regañina, se lo fumó en la modesta terraza que tenían en el apartamento, llevando la radio consigo.

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Se entretuvo a mirar como oscurecía, dejándose invadir por una sensación de paz que atravesó sus pieles hasta alcanzar el alma.
En la segunda calada, pero, algo alertó sus sentidos.

"Este es un artista que ha salido hoy mismo con un single que en pocas horas ya ha alcanzado el millón de oyentes en Melon Platforms, ¿cierto?"
"En efecto. Presentándose como Dean, este joven de veintitrés años que ejercía solo como productor ha sido un hit instantáneo y ha dejado de piedra a toda la industria musical con su reciente aparición."

Como si sus extremidades cobraran conciencia propia, sin saber a cuál de todas las señales responder, Sung Ih se levantó y agarró con efusividad la radio, comprobando que aquello que estaban recibiendo sus oídos no era una quimera.

"Exacto. Este chico nos ha sorprendido a todos con su revelación artística y su adictiva voz. Prestad atención a la conmovedora historia de amor destinado que cuenta este exitoso single; D. Half Moon."

Sung Ihn aplastó el tabaco en el cenicero y entreabrió los labios.

"Love... Love the stars..."

Tomó una bocanada de aire, con los ojos muy abiertos y los oídos receptivos.

"Love... Love the moon..."

Respiró hondo. Se sumergió en la voz de Hyuk. Como si estuviera con él. Como en el estudio. En la cafetería. En la cama. En la noche.
Una sonrisa bobalicona se escapó de entre dientes. ¿Amor destinado? Fue divertido oírlo. Menuda farsa, qué ingenuo creer en ello. Sung Ihn y Hyuk no se dejaban guiar por el destino. Ellos eran autores, creaban.

Ellos lo escribían.

Nada más terminar el último verso de la melodía, se oyó una secuencia de golpes proveniente de la puerta principal; y a través de ésta una voz entusiasmada y feliz, además de angelical:
- ¡Sungie! ¡Sungie! - chilló sin temer el horario - ¡Ihna!
La nombrada abrió la puerta con una velocidad inhumana, desvelando la figura de Kwon Hyuk tras esta.
- ¿Lo has oído? - dijo él, con la ilusión y luminosidad de un niño - ¿Tienes la radio puesta, Sungie? Todavía me cuesta creérmelo, no me esperaba que tan rápidamente y-
Sung Ihn le besó.
- Yo también te quiero.

[song]writer « kwon hyuk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora