Capítulo 9

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Finos rayos de luz entraban por la ventana de la habitación. El sonido de la alarma resonaba nuevamente en aquel ambiente. Yami poco a poco despertó, a la vez que estiraba su brazo para así apagar esa infernal molestia auditiva.

Una vez cesado el ruido, se limitó a sentarse en la cama y mirar al vacío existencial del piso, especialmente donde se encontraba la alfombra debajo de sus zapatos escolares. Suspiro cansadamente luego de unos segundos de pensar en lo bonito que sería poder dormir un poco más. Se levantó, fue al baño a ducharse, lavarse los dientes y cambiarse al uniforme escolar.
Pasado unos minutos, ya colocándose los zapatos sentada en su cama, prosiguió a mirar la hora.

-Oh por Dios, me quedan 20 minutos para irme -soltó con voz estresada comentando al aire.

Rápidamente comenzó a peinar su cabello azul como podía, bajando las escaleras con cautela para no tener algún accidente.

-Yami, ¿No desayunaras? Prepare tostadas con queso y jugó de naranja -se escucho la voz de su madre con tono dulce desde la cocina- Necesito que está tarde salgas conmigo a comprar telas para terminar el pedido de peluches.

- Si madre no hay problema. Estaré lo antes posible aquí. -contesto apresurada Yami -no desayunaré, llegó tarde al colegio, trataré de estar lo antes posible en casa para salir.

Yami apresurada, corrió por el largo pasillo y, primeramente tomando las llaves, se fue rumbo al colegio. En el camino, cruzando el parque, se dio cuenta de haber dejado su celular encima de la cama. Bufó sin detener su paso, más tarde encontraría la forma de como avisar a su madre de su llegada.
Ya en la puerta del colegio, se dispuso a entrar pensando en el mal día que tendría. Y la  realidad es que, sin saberlo, no estaba muy errada.
Con miles de ideas horribles en su mente acelero el paso, dándose cuenta que el timbre aun no había sonado, comenzó a subir las escaleras hacia su curso. Faltándole solo 2 pisos más para llegar, en uno de los últimos descansos choco con alguien, provocando a su vez su cabeza terminara contra una de las paredes. Sin entender mucho la situación se dispuso a pronunciar un leve “Perdón”, seguidamente elevó su mirada y se encontró con la persona menos esperada.
Delante de ella estaba Valery Casttille (que para su mala suerte tenia casi su mismo apellido), la chica más detestable del planeta, por lo menos para Yami.

Valery miro con asco, estudiando cada centímetro y movimiento de la chica. Poco después se le formó una sonrisa maligna en la cara, mientras sus ojos brillaban como si hubiera encontrado un tesoro. Aclarándose la garganta se acercó a Yami, quien temblaba incontrolablemente.

-Bola de grasa, ¿Quien te creés que eres para tocarme? Además de gorda, piensas que puedes convertirte en sirena. Das lástima - Valery ladeó su cabeza un poco para acomodar su largo cabello castaño.

-Yo... -Yami tartamudeo con lágrimas asomándose por sus ojos, pero fue interrumpida.

-No me importa realmente lo que pienses, y deja de llorar que esparces tus gérmenes por todos lados -manifestó Valery con enojo.

Yami quedó inmóvil mientras Valery cruzaba a su lado  empujándola una vez más. Yami contuvo las lágrimas y comenzó a caminar lentamente al salón, si esa chica la trato de esa manera no quería imaginar cómo serian los demás.

Llegó a su curso, increíblemente antes que sonara la campaña. Abrió la puerta con cautela, como si se fuese a romper o en todo caso algo explotara; Traspaso el marco y divisó la pizarra, que se encontraba llena de dibujos y textos horribles dirigidos hacia su persona.

Reprimió una vez más las gotas saladas que amenazaban por salir.

Risas se escuchaban de fondo en la escena, Yami ya no sabía cómo reaccionar. Se encaminó a su asiento, corroborando primero que Anelis no se encontraba en la clase. Una vez sentada bajo su vista pensando en lo rápido que le gustaría que acabase el día.

Mas tarde, en el receso, se percató de un mensaje en su correo (tenía la notebook del colegio encendida), Anelis aún no comenzaría las clases porque se fue a último minuto de vacaciones. Acumuló rabia lentamente en su interior, ya que su amiga no le pregunto siquiera como se sentía respecto a lo que sucedió la noche anterior. Rápidamente pensó que tal vez se habría olvidado por alguna razón en particular, así que optó por omitir ese hecho en su mente. Prosiguió a adivinar en cómo sobrevivir los siguientes 10 días sin Anelis a su lado.

Mientras tanto en el ambiente resonaba los silbidos, burlas y comentarios sobre la engorrosa foto. Yami solo había pasado la mitad del día y ya se sentía cansada emocionalmente. El resto de la jornada transcurrió exactamente igual; acompañados de unos cuantos tropezones provocados, ropa ensuciada con comida de una persona desconocida e incluso le pegaron chicle en su pelo.

Ya terminadas las actividades, Yami se dirigió con pesadez hacia su casa. Por alguna extraña razón, casi llegando a la entrada del parque, se sintió perseguida. Decidió mandarle mensaje a kendall que vivía por ahí cerca, si tenía suerte él la acompañaría hasta su casa. Recordó haber dejado su teléfono en la casa, pero seguidamente comenzó a  buscar el móvil para casos especiales, era algo viejo pero servía para avisar a alguien en casos así. Respiro con intranquilidad, rogando que el chico contestara, ya que no sabía si aún tenía registrado ese antiguo número, algo que con el pasar de los minutos no sucedió.

Para regresar a su hogar debía tener unos 30 minutos de caminata, por esa razón por la mañana se había apresurado en llegar al colegio. Recorrió unos pocos metros aún con esa sensación extraña. El lugar se hallaba silencioso y tranquilo, algo que normalmente era relajante para la muchacha, pero en ese momento no lo sentía así.

Llegando a la fuente que para ella marcaba la mitad del camino se relajo. Algo que no duró por mucho tiempo.

-Pero miren que tenemos aquí, por fin pudimos alcanzarte - resonó una voz misteriosa a su espalda, haciendo que la chica diera media vuelta y divisara un grupo gigante de personas enmascaradas - ¿Sabes la cantidad de dinero que nos dieron para que te demos una lección? Tienes que pensar bien en donde esta tu lugar morsa, y ese lugar no es en este mundo -rio el chico haciendo que un escalofrío corriera por la columna de la chica.

Yami reaccionó en el momento que se abalanzaron hacia ella, abriendo por inercia la aplicación de alerta del celular, que por casualidad se acordó que tenía, y enviando un "ayuda" a la lista de emergencia. No supo realmente como saldría de ahí viva, solo pudo ser consciente que sintió un millar de golpes causados por Bates, piedras, puños y patadas sin piedad alguna, dandole paso a heridas sangrantes y gritos de auxilió.

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¡Hola gente hermosa!
Espero no los haya echo esperar tanto (aún que creo que si)
Ojalá les guste este capítulo, es algo diferente a los anteriores (como más descriptivo)
No me quieran matar por el suspenso :3 Los quiero y gracias por seguir leyendo a pesar de mis actualizaciones lentas <3
Pd: publique por error el capítulo y aún no tenía las correcciones necesarias :'D
Espero que ahora sí se encuentre todo coherente.

Ella Es Diferente {El Corazón Es Lo Que Cuenta}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora