Ella Es Diferente {El Corazón Es Lo Que Cuenta}

capítulo 4

-no tenías que tomarlo así... -dijo Anelis adolorida.

-Si, si tenía. Además no golpeó tan fuerte.

- Oh, no. Claro que no. Solo parece que prácticas lucha libre.

-¡Oye!

-Ya... Ya... no he *tiiiii* dicho *tiiii* nada. *Tiiiiiiiii*

"Que rayos? ¿Y ese sonido?" Pensó la pelinegra, para darse cuenta de algo, era demasiado raro que solo viviera cosas relacionadas con Tayler y no con su vida cotidiana.

Su cabeza comenzó a doler, eso no era buena señal.

-Oye... que te pasa? -dijo Anelis hablando por encima del ruido molesto.

-Esto... Esto no es real, ya lo he vivido antes...-dijo agarrándose la cabeza sintiendo los pinchazos de dolor.

-Pues eso es obvio. Esto es un sueño -dijo la chica con una sonrisa siniestra.

- ¿Que...?

*Tiiiii* *tiiiii* *tiiiii*

Yami se sentó de sopetón sobre su cama. Con su respiración agitada comenzó a corroborar su teoría: Todo había sido un sueño... Sus recuerdos más profundos pasaban una y otra vez por su cabeza.

Sabía que todo había sido real, pero solo era pasado. Lo raro fue que no pudo darse cuenta hasta ese momento de que todo era una ilusión, solo por el hecho de que omitía gran parte de su rutina diaria, como si salteara acciones y fuera directa a los hechos.

Con sus nervios de punta, comenzó a pasar su mano ansiosamente sobre su reciente pelo negro, causando que se enmarañara más de lo que ya estaba.

Suspiro pesadamente tranquilizándose, para luego mirar su celular.

Sábado
10:30am
19 mensajes de 3 chats {WhatsApp}

Rodó los ojos mientras se peinaba erróneamente con su mano, viendo que con su pelo tan largo era imposible esa acción. Bufó por su despiste, todas las mañanas era igual y más aún si se revuelve el cabello apenas despierta.

Yami se bajó lentamente de su cama, dejando su celular en una mesa cercana. Camino pesadamente hasta la puerta escuchando aún ese sonido molesto. Paró de golpe, dio medio vuelta y apresurada se dirigió de nuevo al móvil que todavía tenía encendido el despertador. Luego de apaciguar el ruido, por fin se dispuso a llegar al baño. Arrastro los pies por el corto pasillo, el baño se encontraba exactamente frente a la habitación.

Se despejó de su pijama y entró inmediatamente a la ducha. Pasados unos minutos salió ya un poco más espabilada y, rodeándose con una toalla el cuerpo, comenzó a lavarse los dientes frente al espejo.

-oh, ¿ya te despertaste? -dijo una voz al lado de ella.

La chica dio un salto sintiendo como su corazón bombeaba rápidamente sangre. Respiro pesadamente para apaciguar el susto que se llevo.

-Madre casi me haces morir del infarto.

-Oh, que exagerada, lo siento de todos modos. Solo venía a decirte que si querías desayunar conmigo, ya estaba por ir a despertarte. -La madre de la chica le sonrió al ver que estaba aun nerviosa por el sobresalto.

-Si, voy en un segundo. - Yami suspiro nuevamente retomando su trabajo de lavarse los dientes.

Unos minutos después ya se encontraba desayunando con su madre animadamente.
Al terminar sus deliciosas tostadas con mermelada, paso a prestar atención a su móvil y revisar sus redes sociales, mientras que tomaba tranquilamente su café.