El Malvado Toma la Palabra

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NARRA ALEX

Ayer Willy salió de la casa para detener a Samuel, que por alguna razón, que no me interesaba y agradecia, quería retirarse del lugar. De nuevo los celos se subieron a mi cabeza pero tuve que controlarme, estaba en presencia de mis futuros suegros y no valía hacerlos enojar.

-Tranquilo Alex -la voz de su madre me tranquilizo- seguro solo salió a pasear con su amigo, volvera pronto.

-Mientras tanto, vamos a ver que trajimos para ti -si hay algo que adoraba en esta vida, eran los regalos y conociendo a los padres de Willy, sería uno para abrazarlos el resto de tu vida- querida, trae la caja.

La madre sacó detras suyo, como por arte de mágia, una caja mediana que se empezaba a mover. Me la pusó en las manos y sentí un gran peso que hacía que casi se me caiga.

-¡Abreló que se quedá sin aire! -apresuró el padre.

Abrí la caja y vi el contenido, con razón pesaba.

-¡Un perro! -dije apartando la caja; mis suegros me miraban felices de que me alla gustado él regalo- que mono.

-Mamá -Caro llamó la atención de los tres- ¿Puedo ir a pasear con Alex y su perrito?

-Claro, pero antes Alex debe ponerle nombre.

-Max -lo dije sin pensarlo, desde pequeño siempre he pedido uno pero nuca me daban un perro y ahora que lo tengo puedo ponerle ese nombre que he pensado desde mi infancia.

-Ok, ahora si, vamos Alex.

Nos dieron el permiso para salir pero con la condicion que volvieramos antes de las 8:00 p.m., y eran las 6:30 p.m. justo. En fin, salimos a dar un paseo por un parque cercano, como para que Max hiciera sus necesidades y se adaptara un poco al ambiente. Me quedé hablando con Caro un rato.

-Y Caro... ¿Qué tal? -nos habiamos sentado en una banca del lugar mientras Max correteaba de un árbol a otro.

-Bien ¿Por?

-No nada, solo que... ¿Dondé estubieron tú, Willy y Samuel? -me refería al momento cuando ellos, llegaron felices de no se donde; pero si Samuel y Guille estuvieron a solas... bueno, eso no me agradaba nada.

-Samuel nos llevó de campamento y nos quedamos hasta la mañana, por eso llegamos tarde si te lo preguntas -la conosco y se cuando me oculta algo.

-Caro... ¿Hay algo que no me estes contando?

-No, nada, al menos que yo sepa. Me quedé dormida mientras Samuel y Guille hablaban, no sé de que, pero solo son amigos -lo sabía, se quedaron a solas.

-Bueno, te creo, vamos a por un helado y te llevó a casa.

Le compré su helado para luego dejarla en su casa. Fui a mi casa junto a Max, ahora voy a dormir para aclarar un poco mis ideas. El día 5 ya pasó y no pude decir lo que debía a Samuel, será peor aún.

-¿Dondé se habran ido Willy y Samuel? -me pregunté- espera ¿Samuel no es un entredador personal? -hace tiempo, recuerdó que a un amigo le pusieron un entrenador y, si mi memoria no me fallá, se parecía mucho a Samuel que fácil es él- necesito hacer una llamada.

Llamé a el centro de trabajo principal y suerte que aunque sea de noche estaban atendiendo, o al menos su servicio de llamadas. Pedí especificamente que me trajeran a "de Luque" y me dijeron que estaría a las 3:00 de la tarde. Ahora sí, me acosté en mi cama y me quedé dormido.

En la mañana me desperté pensando en lo uqe haría hoy día. Tomé un poco de café con un plato de huevos revueltos y tocino mientras mi Max cenaba un pedazó de carne que le preparé. Aún era temprano, las 12:00 de la tarde más o menos, y llamé a alguien que me debía una explicación.

Te Seguiré a Ti - WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora