Encuentros en Cafeterías

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NARRA SAMUEL

Como recordaran, me quede a dormir en la mansión de mi amiga, dormía plácidamente hasta que…

-Samuel, despierta -dijo Ely sorprendiéndome saltando sobre mí- vamos a desayunar a la calle, mis papás me dieron permiso.

-Tengo sueño, ve tú sola... ¿De dónde sacas tantas energías? Yo te vi más ebria que yo ¿Tu resaca?

-Una que se acostumbra, además… ¡El Karma!

-¡Hey! -dije haciéndome el resentido- Esa es mi frase; no importa, déjame dormir -la quite de encima de mí, lo cual no duro mucho.

-Samy -dijo volviéndose a subir en mí- ¿Y si hacemos un muñeco?...

-Que tonta es -la aparté de mí cual niña pequeña y me restregué las manos por mi cara aun cansada- déjame bañarme y te acompaño.

-Gracias Samu -se fue dejándome solo en el cuarto de invitados.

Vi la hora, eran las 6:30, odio madrugar. Luego me fui a bañar al baño del cuarto de invitados; tan ricos eran que cada cuarto con su baño; sentí como el agua recorría por mi cuerpo lo cual me despertó y a la vez me relajo. Me puse mi camisa morada a cuadros; olvide mencionar que tengo una obsesión con ese color; con unos jeans negros. Bajé encontrando a Ely con su celular en mano al parecer chateando con alguien, seguro con Jack.

-¿Nos vamos? -husmeaba lo cual la sorprendió porque el celular se le cayó al suelo- Los siento -dije riendo disimuladamente.

-No importa -rio- ya estaba viejo y necesito uno nuevo. Vamos.

Me quede con la duda de con quien estaba chateando Ely pues si fuera con Jack no hubiera tenido problema con enseñar la conversación. Recogí el celular que estaba en tres pedazos esparcidos por el suelo y nos fuimos a un restaurante, cualquiera que sirva para desayunar. En el camino…

-¿Con quién hablabas? -pregunté- ¿O con quien te mensajeabas?

Ella rio, supongo que recordando con quien o de que hablaba en ese celular que ahora estaba roto.

-Con Willy -¿Con Willy? No creo, solo yo tenía su número apuntado en el papel que me dio, pero quien sabe, seguro que reviso en mis bolsillos y lo encontró; igual tenía la loca idea de que a mí me gustaba ese tío.

-¿Enserio? ¿Y qué te dijo? -traté de disimular mi curiosidad pero ella me conocía tan bien que no tardó en darse cuenta.

-Me dijo que le gustaba tus ojos -seguro estaba bromeando.

-Ya enserio… ¿Qué te dijo?

-No me crees, espera que restaure mi celular.

-Ok -parecía muy convencida lo cual me dio miedo.

¿Yo gustarle a Willy? Bueno, o al menos sus ojos, digo que le gustan mis ojos. Samuel, ¿Soy yo o estas nervioso? Además él está con Alexa…, NO, él está con ese tío llamado Alex; no veo porque mentirme, tal vez solo tenía miedo a que no lo aceptase, pero llegar a mentirme…

Justo llegamos y me pareció ver a alguien conocido en las mesas de la cafetería a donde habíamos ido a desayunar, efectivamente, eran Rubelangel o Rubius y Mangel; llámalo “x” llámalo “y”.

-Hola -nos saludó Rubius haciéndonos una señal para que nos sentáramos con ellos a lo cual obedecimos.

-Hola -dije sentándome junto a ellos. Pedimos algo de comer junto a unos cafés que eran buenos para la resaca. Empezamos a comer y conversar.

-¿Qué tal? ¿Qué los trae por aquí? -preguntó Mangel agarrado de la mano de Rubius.

-Nada -respondí yo- solo que la pesada de Ely quería salir a desayunar.

-No soy pesada -renegó Ely, volteó a ver a la parejita- ¿Ustedes son pareja?

-No -dijo Rubius sorprendiendo a Mangel- somos prometidos -¿Otra boda, enserio? Cuando me entero yo de estas cosas.

-¿Entonces se casaran junto a Willy y Alex? -pregunto Ely.

-¿Enserio se casaran esos chicos? -preguntaron ambos al mismo tiempo, recién se habían enterado; creo que Willy esperaba el momento adecuado de decírselo a todos - ya era hora.

-Sí -interrumpió Ely- Ambos hacen linda pareja, aunque no tanto como ustedes.

-Bueno, gracias -dijo Mangel sonrojado agarrado orgullosamente de la mano de su prometido- ¿Y ustedes son novios?

-Ya quisieras ¿No Samuel? -Ely.

-No es mi novia, es mi mejor amiga nada más -aclare las dudas- su NUEVO novio; o el actual, es el chico dueño de la fiesta de anoche.

-¿Jack? -preguntó Mangel- es buena gente.

-Creo que es el indicado -¿indicado? Eso siempre dice Ely.

Terminamos de comer y los muy amables de Rubius y Mangel pagaron todo, que monada. Deje a Ely en su mansión para ir a mi departamento del soltero.

-Samuel, ya tienes 25 años ¿Cuándo sentaras cabeza? O al menos ten una novia -me dije para mí mismo- o al menos alguien que abrazar por las noches.

Entre a mi casa; eran las 12:00 de la tarde, a esa hora se me daba por hacer locuras, pero locuras LOCURAS, no cualquier bobería; recordé lo de “Alexa” y escribí en un papel lo siguiente.

Querido Willy:

Espero con ansias conocer a Alexa, mándame un mensaje a mi número de teléfono (777-834-7771) de cuando y donde nos veremos; creo que olvide dártelo en la fiesta. Hasta entonces.

Atte. Samuel.

Mientras escribía esto sonreí por alguna razón.

-A ver cómo se las ingenia para salir de este enredo -lo dije en voz alta, estaba solo en mi departamento, al menos en un lugar podía tener privacidad y hacer lo que se me dé la gana.

Fui directo a su casa; no me pregunten como sé su dirección, porque ni yo lo sé; pegue la nota en la puerta de su casa y eche a correr directo hacia mi acogedor apartamento.

-Samuel, eres todo un pillín -me dije al estar “a salvo” en mi hogar- Ahora solo queda esperar.

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Ya saben lo que dicen: "Las mentiras tienen patas cortas", pero Guillermo hara que dure lo máximo posible; o al menos lo intentara. Habra un poco de salseo en el próximo cápitulo. Hasta entonces, un beso y Chau Chau.

Te Seguiré a Ti - WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora