— Sueñas... ¡FINN, DEJA DE HACER TRAMPA! —grité cuando Finn comenzó a pasar su brazo por mi hombro y pulsar mis botones del control.
— ¿No puedo abrazar a mi amiga mientras juega?
Auch, eso dolió.
— Eso es trampa —rió así que yo proseguí a empujarlo con el hombro mientras presionaba diabólicamente los botones.
— ¡HEY! ¿ahora quién es la tramposa? — me siguió los empujones mientras desviaba la mirada de vez en cuando hacia mí.
— Tú empezaste, idiota —reí fuertemente.
El televisor emitió un game over...
Para Finn.
— ¡NO, NO, NOO!
— ¡Boooooooom! —me tiré encima de él para aplastarlo mientras lo despeinaba.
Él comenzó a reír y trataba de quitarme, aunque su agarre en mi cintura me hizo desconcentrar.
— ¿Qué? —preguntó extrañado al ver mi reacción.
— Estás frío —mentí mientras lo miraba.
—¿Qué? No es cierto —llevó su mano a sus labios.
Ojalá sus manos fueran yo... Digo, digo...
— Sí es cierto.
Se encogió de hombros dudoso.
— Bueno, ahora exijo una ¡revancha! — se estiró para tomar de nuevo un control.
— Sí bueno, perderás —dije con autosuficiencia, el me miró desafiante.
— ¿Estás tan segura? —acercó su rostro al mío y dejé de respirar.
¿Qué. Está. Pasando?
Antes de poder hablar, él me interrumpió —. Un trato, si yo gano, tú... —escaneó mi rostro—. Tendrás que darme un beso.
El color subió a mi rostro. Pero luego caí en la realidad.
— ¡Deja de jugar! No caeré en tu trampa —lo empujé por los hombros riendo, aunque por dentro sentía la desilusión, él jamás podría fijarse en mí.
Rió— Bien, el perdedor deberá cumplir un reto que diga el ganador.
— Prepárate para ser mi sirviente, Wolfhard... —canté algo confiada.
— El que ríe último ríe mejor... No entiendo mucho su significado, pero se que sonó cool y filosófico —solté una risotada.
— Ay, te amo —limpié una lágrima falsa.
—Lo sé —me miró intensamente—. Yo lo hago más, linda.
Linda.
— Eh... Comencemos.
— Está bien —se acomodó como si no hubiera pasado nada.
Bueno, debo admitir que perder era lo que menos esperaba. Finn no hizo trampa, fue algo limpio. Sin embargo, no contaba con que tuviera una estrategia y ganara la carrera. Sintiendo la derrota, dejé el control en silencio.
Sentí como Finn se acercaba, sabía que tenía esa sonrisa divertida en su hermoso rostro.
— Hey —me picó el brazo—. Perdiste, cumple tu reto perdedora.
— Te odio.
— No me odias, me amas —no hablé, tenía el orgullo herido—. Vamos, mírame.
Giré mi rostro rodando los ojos. Éste era el día de las cosas que no esperaba. Justo cuando miré a Finn, él acercó su rostro al mío, chocando nuestros labios por unos segundos. Y se separó rápidamente.
Sonrió totalmente sonrojado y sentí el corazón saltar dentro de mí. Él me había besado.
— Me gustas —confesó nervioso, moví mi boca tratando de emitir alguna palabra—. Descuida, sé que yo también te gusto. Wyatt me lo dijo.
— ¿WYATT QUÉ? —él soltó una risita.
— Es una historia graciosa, ¿recuerdas cuando tú y Wyatt llegaron juntos a nuestra reunión? —asentí confundida—. Pues... Me puse celoso, y... Casi golpeo a Wyatt —abrí los ojos como platos—. Tranquila, no le iba a hacer nada, luego me gritó en la cara.
Reí ligeramente.
— Me dijo que te gusto, luego se arrepintió y me dijo que no te dijera porque lo matarias —reflexionó—. Ups, lo hice.
Volví a reír, hasta ahora era lo único que había "dicho". Yo misma estrangularía a ese cabellos de fideo.
— Supongo que... Ya no es necesario que yo lo diga.
— Si es necesario, dilo —contestó emocionado. Reí tiernamente.
— Oblígame.
— Bueno... Tú lo quisiste así —se acercó de nuevo a mí y me dio un pequeño beso.
— ¿Ésa es tu táctica? Estás logrando todo lo contrario.
— Lo sé, pero descubrí que me encanta besarte —volví a sonrojarme, ¿ven lo que causaba en mí?
Ahora fuí yo quien lo beso— Me gustas, Finn Wolfhard, y se supone que esto era un secreto.
— Bien, será nuestro secreto.
— Pero ahora no podré matar a Wyatt.
— Cierto. Pero él me matará a mí.
— ... Lo pensaré —ambos reímos ligeramente.
Así se sentía ser correspondida.
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