Lejos

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Christoph

Pasaron unos meses ya, en que terminamos la gira.
Recuperé tiempo con Ulrike y los niños, a Reesch le salió bastante caro la aventura con las groupies, su matrimonio cuelga de un hilo. Oliver planea viajar a París para intentar la convivencia con su nueva pareja, a la cual no nos quiere decir su nombre. Till anda de viaje por toda Europa, Flake sigue en casa con su esposa y a menudo vienen a visitarnos, mientras que Paul se puso en pareja con Juliette, amiga de ella...

Eloísa

Otra fría mañana en Moscú donde no puedo despegar el trasero congelado de la estufa. Leo un periódico que habla de banalidades mientras con mi abuela tomamos un té.
Sigo aquí, en la gran ciudad, Gorbachov me ofreció un puesto como encargada de la galería hasta que termine la temporada, y como eso significa mucho tiempo, mi abuela vino conmigo y Chuck.

- Devushka, ¿creés que hoy lloverá?

- Mmm, no lo sé Baba. Por las dudas quiero que te quedes aquí y no tomes frío, llame a la señora Lilya para que pasará por la tarde para ver cómo estás -respondí mientras arreglaba mi bolso y me alistaba para salir

- Siempre mi devushka preocupándose más de la cuenta, en lugar de ocuparse de sus asuntitos -dijo riendo

- ¿Y qué asuntos más importantes que tú podría tener? -cuestinó ingenuamente

- Eres joven, guapa, talentosa ¿eres lesbiana y temes decírmelo? -preguntó seria

- ¡ABUELA! -fue lo que único que pude responder, sentía mis orejas arder y mis mejillas demasiado calientes -no lo soy, pero si lo fuera, serías la primera que lo sabría, ahora debo irme

- Te conozco Eloísa, entonces si no es una mujer, afirmo la hipótesis de que es un imbécil masculino ¿no?

- ¡No, abuela! -respondo quedándome sin paciencia

- Oh, entonces la imbécil debes ser tú -contestó sin reparo alguno- Adiós mi querida, abrígate y no llegues tan tarde

Salí del departamento tan cuerda como pude. Hace tiempo deje de pensar en él, solo oigo de él cuando Juliette me llama y comenta sobre su nueva vida con Paul, y el romance secreto de Oliver y Adrien. Hace meses no sentía esos nervios y esa adrenalina... Y eso que solamente traje su imagen a mi mente, porque si lo tuviera en frente... No sé.

En Francia

Amanecer con el aroma de café viniendo de la cocina, escuchar el delicado canto de un pájaro en la ventana y despertar en la cama de tu amante, Oliver no podía pedir más que eso.

- Bonjour monsieur -susurraba Adrien desde la puerta del cuarto, con una taza de café en sus manos

- Buen día, Adrien. Lo siento, no acostumbro a despertar temprano y menos en vacaciones -contestaba el alemán mientras se estiraba sobre las sábanas blancas

- Pensaba que hoy...

- Si, ya sé. Quieres que nos juntemos con tu hermana y Paul para contarle lo nuestro -lo interrumpió Oliver

- Mmm no, no iba a decir eso, quería proponer...

- Oh disculpa, es que yo si quiero eso. De hecho llamé a Paul aprovechando que está aquí para juntarnos a cenar y presentarte como mi pareja, al menos que no quieras -propuso el bajista algo nervioso

- Eso de verás no lo esperaba... Pero ¡Claro que acepto! -respondió el francés arrojándose encima de pareja, olvidando la taza que terminó desparramada por la longitud de la alfombra

Lo que sangraWhere stories live. Discover now