Reunidos en Francia
-No sé por qué no me lo dijeron antes -recriminaba Paul enojado -. ¿Es que no confían en mi?
-Si, lo hacemos. Es que creíamos obvio que tú también lo sabías, pues el novio es hermano de tu novia -respondía Flake con su típica ironía.
-Tampoco debes enojarte, enano -acotaba Richard -, ahora ya lo sabes y debes estar honrado, serás el padrino.
-¡Es injusto! Debía saberlo primero, les guarde el secreto y ustedes saben lo trabajoso que eso me resulta -se quejaba el guitarrista con el ceño fruncido.
Los muchachos continuaban conversando y debatiendo "grandes temas". Qué regalo comprarles, si ir de traje o smoking, hacerle una despedida de solteros a Ollie o ir a un boliche gay todos juntos -idea de la que Lorenz buscaba escapar a toda cosa-.
-Hey, Christoph -chistó el vocalista, percatándose del silencio de su colega -. ¿No dirás nada?
-Oh, si. Creo que estaría bueno recorrer París -respondió mientras se acomodaba en su asiento, revolviendo sus cabellos.
Todos comenzaron a reír. El baterista desde que pisó el suelo francés, no era el mismo. Se perdía en las conversaciones, divagaba cuando tenía que decir algo, y se irritaba fácilmente.
-Cielos, no estás bien -comentó Paul, sirviendo un poco de whisky de Oliver.
-¿Se nota mucho?
-Creéme cuando te digo que si Paul se dió cuenta, es porque es demasiado evidente -bromeó Flake haciendo carcajear a todos, salvo a Landers.
-Es un poco de estrés, ya saben...
-Estrés por volver a verla, ¿No? -cuestionó Lindemann, sabiendo la respuesta.
-No, no sé. Vine aquí con Ulrike y los niños, pero lo único que pienso es en... Nada, no es nada.
-No finjas, de Moscú ya no eres igual -alegó Till.
-Quizá sea eso, sea Moscú y que...
-¿Que lo de Moscú no se vuelva a repetir? -preguntó Richard.
-¿O que se vuelva a repetir? -inquirió Landers.
-No sé, tal vez, ¿Quien sabe? Me siento abrumado, iré a caminar un poco - les dijo Schneider mientras se levantaba del sofá para, posteriormente, abandonar el departamento de Landers.
Christoph
El frío no es problema para mi. Si fuera por mí, viviría trasladándome a lugares donde las temperaturas bajan hasta más no poder. Si, eso sería escaparme. Huir del calor. Salir corriendo si ese fuego vuelve a envolverme de nuevo, no quiero. Tal vez si, lo deseo, pero no.
Tengo tanto por perder que no puedo pensar cuanto puedo llegar a ganar.
Ulrike no es problema, el dinero tampoco. Son mis hijos, mis pequeños.
No entiendo cómo pasó que de un momento de estar ordenado, llevar una rutina organizada, pasar a una situación donde no sé si salir corriendo a buscarla o encerrarme y ahogarme solo en los mezquinos recuerdos de su piel, que no me permiten apreciarla en todo su esplendor.
Me agobia tanto pensar.En el departamento de Adrien
-¿Cómo es la convivencia con un rockero?
-Normal, miramos películas, fumamos juntos, mientras él hace música, yo puedo dibujar o esculpir -respondía el francés, mientras preparaba unas margaritas -. Claramente tú serás una de las damas, junto a Julie. De no haber sido por ti, no podría haberlo conocido personalmente.
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Lo que sangra
FanfictionFicción corta que relata en primera persona la vida de una joven mujer que lleva consigo un pasado atormentándola, pero todo comienza a cambiar cuando no solo deja fluir sus pesadillas en el arte, sino deja fluir aquello que tanto miedo da... "es am...