Pero hay días,
[casi la mayoría]
donde todo esta bien
y de pronto,
ya nada lo esta.
Y ella
se empieza a
preguntar por qué.
Y los pensamientos
parecen huracanes,
tratando de destruir todo
lo que este a su alcance.
Y hay tantos malos
recuerdos,
tantas noches de
llanto y tanto silencio,
que parecen tan eternos,
que ella cree
que no sobrevivirá
para mañana.
Pero entonces llora,
se
lastima,
se droga,
hace cualquier cosa,
pero la noche no es corta,
y menos para un alma rota,
pero al final duerme,
duerme y logra que el
dolor cese.
Y al despertar,
se da cuenta
que a logrado
sobrevivir una
noche más.
Y ahora,
a esperar la siguiente.