• Trente - quatre

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2 de Agosto, 2017.

Trato de regularizar mi respiración, aspirando con fuerza al tenerlo frente a mi. ¿Como mierda me ha encontrado?
Aun con los nervios a tope, decido caminar por su lado aunque el obviamente me detiene.

— Isabelle, por favor — su mano sujeta mi brazo, dandome vuelta para quedar frente a frente.

Sus ojos analizan, como pueden gracias a la lluvia, mi rostro.
Ambos nos miramos con los ojos llenos de lágrimas, recordando. 

Solloza al bajar su mirada a mi enorme vientre, el cual ha crecido descomunalmente. Me fui de su lado con apenas 3 meses, y ahora estoy a nada de dar a luz. Sin importarle que estamos en medio de la calle, se deja caer de rodillas frente a mi, como aquel día, sus manos ahora tocan mi vientre, recargando si frente en este.

— Hola bebé — lo escucho decir. Sollozo junto con él cuando sus labios se estampan aun encima de mi ropa — Te extrañe mucho. Tambien a mami.

— Norman — siseo tratando de que se ponga de pie otra vez.

— Perdoname Ma Petite — dice con la voz rota — Mierda, lamento haberte hecho todo esto.

Tomo su mano con algo de dificultad al agacharme. Sus manos no se alejan de mi estomago, y no le niego para nada tocarme.

— Fue su culpa — dice con odio — Diane y el puto de Todd planearon todo esto.

— ¿De que hablas, Norman?

— Yo jamas le pediria a alguien que te diera dinero para que desaparecieras, Izzy — la lluvia se hace más fuerte, los truenos resuenan a los alrededores, poniendome nerviosa por el fuerte estruendo.

— Vayamos a casa, Norman.

(***)

Cubro sus hombros con un cobertor mientras el extiende sus manos a la pequeña chimenea, dandose algo de calor dado que ambos acabamos empapados.

— Esto me trae muchos recuerdos — dice mirandome mientras me siento a su lado, sonrojandome pues tambien recuerdo esa noche.

¿Como no hacerlo? Me embarazó.

— Esta noche no terminara igual, te lo aseguro — le digo en broma, haciendolo reir.

El ambiente se torna tenso, e incluso algo incomodo. No se por donde comenzar, ha pasado tanto. Su mirada se mantiene fija en el ardiente fuego, mientras que por mi parte acaricio mi vientre.

— Es una niña — digo por fin, atrayendo su atención.

Sus ojos se cristalizan una vez más, y se acerca a mi cuerpo. Su mano nerviosa toca mi vientre con suavidad, acariciando este de principio a fin. Se agacha a su altura, dejando sus labios en perfecta posicion.

— Yo sabia que ibas a ser una niña — sisea contra mi estomago, haciendome reir — Debí apostar, maldición, hubiera ganado — apoya su mejilla en mi vientre, centrando su mirada en mi — ¿Le haz puesto nombre ya?

— Juliette

— Juliette Reedus ¿Te gusta como suena, mi amor? — dice de nuevo contra mi vientre, y sin poder controlarlo mucho, las lágrimas amenazan con salir de mis ojos, por milema vez en el dia — Una patada para si, dos para no.

Y como si ambos estubieran sincronizados, Juliette se mueve en mi vientre, no fue exactamente una patada, más bien creo que se ha acomodado, pero ¿como decirme eso a Norman, quien sonrie a nada de estallar de felicidad?

— Le encanta — dice viendome esta vez.

— ¿Como me encontraste? — digo por fin, haciendo que se ponga erguido.

— No fue facil — dice riendo sin gracia — Te busque por todo París, y sabes que es enorme. Fui a tu pastelería y la mujer de ahí no quiso decirme donde estabas — hace un pequeño silencio en el que se dedica a suspirar — Jeff me ayudo buscando pastelerías por todo Francia desde Georgia desde Google Maps, y la puta app nisiquera estaba actualiza asi que fue dificil — suelto una pequeña risa — Finalmente lo encontramos en una página web que recomendaba pastelerias y me trajo aqui a Tours. Y solo tube que preguntar a todos, lo que fue dificil ya que no se frances, y uno de ellos me dijo donde estaba.

Asiento a toda su explicación, y me sorprendo de que en seis meses no se rindió.

— Lo de Todd...

— Lo despedí, luego de que me dijera que tu le habias pedido dinero para callar — dice interrumpiendome — Lo golpee en mi apartamento. Fui a buscar a Diane para negar rotundamente nueatro matrimonio y ese bebé que ella decía. Después comence a buscarte. Buscarlas.

No se cuanto he llorado solamente el día de hoy, pero esta debe ser almenos la decima vez. Sin pensarlo dos veces me aproximo a él, abrazandolo por los hombros. Él no tarda en corresponderme, y sujetar mi cintura con firmeza.

— Te extrañe tanto — susurro contra su cuello.

— No más que yo, Ma Petite.

Me separo con lentitud de él, admirando sus finas facciones gracias a la tenue luz del fuego. Acaricio su pinchuda barba la cual no sabia cuanto habia extrañado. Nuestros ojos se encuentran y sin pensarmelo mucho junto sus labios a los mios.

Estos se mueven tiernos pero a la vez con hambre. La necesidad por parte de ambos se hace presente. Nuestros labios bailan entre si, al son de una dulce melodia en nuestras cabezas. Separamos nuestros labios mas no nuestros rostros, ya que puedo sentir su pesada respiración en mi cara.

Je t'aime , Ma Petite — susurra en mis labios, haciendome reir por lo mucho que le ha costado — ¿Lo dije bien?

— Je t'aime Norman




París «Norman Reedus» ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora