12| La misma habitación

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RIDGE

Mientras escrudiño con la mirada a cada uno de mis amigos, intento esconder el torso desnudo de Rain con mi cuerpo, especialmente de la mirada atenta de River, quien no deja de mirarle los pechos con descaro.

—¿Pero qué carajos, chicos? —espeto molesto, mi tono cargado de frustración y confusión. —¿Qué mierda hacen aquí?

—Vinimos a ver el partido —responde River con una sonrisa burlona—. Pero esto es mucho más interesante.

Gruño secamente, sintiendo cómo la incomodidad se convierte en una presión en el pecho. La situación se ha salido de control de manera inesperada.

—Les dije que era una mala idea y que te dejáramos solo —murmura apenada Sophie, aún tapándose el rostro con una mano mientras trata de procesar lo que está sucediendo.

Nils, que ha estado observando en silencio, finalmente toma la palabra con un tono conciliador.

—Mira, disculpa. Pensábamos que estabas solo, así que decidimos venir a pasar la noche contigo.

—Sí, bueno, ahora están aquí —respondo con un suspiro exasperado—. No es el mejor momento para esto.

Sophie se acerca, intentando suavizar la situación.

—Lo sentimos de verdad. No sabíamos que... —duda por un momento—, que te encontrarías en medio de esto.

Emito un claro suspiro cansado, mientras aún percibo cómo Rain esboza una sonrisa pintada de diversión por todos los sucesos. Ni siquiera se inmuta ante la incomodidad evidente.

—¿Podrían darnos un momento? —pido secamente—. Necesitamos cambiarnos.

—Tienes razón —asiente Chloé, tapándole los ojos a Kyle y River con una expresión de disculpa en el rostro—. Lamentamos mucho esto, Ridge.

Mi mejor amiga se encarga de arrastrar a los dos chicos a la cocina, con una determinación que indica que no tiene intención de permitir que se quede ni un minuto más en la habitación. Nils y Zavick, por su parte, pasan la situación por alto, compartiendo un par de sonrisas cómplices que reflejan lo incómodos que se sienten sin quererlo.

Sophie, mientras tanto, sigue a los chicos con una expresión de vergüenza y preocupación. El sonido de la puerta de la cocina cerrándose detrás de ellos ofrece un respiro momentáneo, permitiéndome finalmente enfocar mi atención en Rain.

El silencio en la habitación es abrumador. Rain se encoge de hombros con una actitud despreocupada y vuelve a dejar caer su largo cabello sobre su espalda, ocultando las cicatrices que aún son visibles. Su actitud relajada contrasta con mi creciente frustración, y no puedo evitar sentir que la situación ha sido aún más complicada por su presencia.

—Lo siento —murmura Rain, con una sinceridad que apenas se asoma en su tono—. No era mi intención que esto se convirtiera en un espectáculo.

—No es solo tu culpa —respondo, tratando de mantener la calma—. A veces las cosas simplemente se complican más de lo que deberían.

Rain asiente, reconociendo la verdad en mis palabras. Mientras nos dirigimos rápidamente a mi cuarto para tener un momento de privacidad, el simple hecho de saber que ellos están en la sala contigua me pone aún más tenso. No quiero que nada más salga a la luz ni que la situación se agrave.

Al cerrar la puerta detrás de nosotros, suelto un suspiro derrotado mientras me coloco la camisa. La preocupación de que mis amigos puedan interrumpir nuevamente pesa sobre mis hombros.

—Tranquilo, si hubieran llegado un poco más tarde hubiera sido aún más bochornoso —dice Rain con un tono relajado mientras se abrocha el sostén.

Hermoso Caos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora