Mi Verdadero Yo.

Si se multiplican, es sinónimo de problemas.

Recuerda nuestra apuesta. Si la ganas te las daré. Sino, has de cuenta de que las perdiste para siempre- Decia el pelirrojo con una sonrisa al castaño de a lado. 

bakaniki- por que no fuiste con nosotros? Los mostruos eran realmente feroces y casi comen a abu-chan... Y este quien es? Acaso los idiotas se multiplican? o te metiste a una de esas maquinas del tiempo, para traer a tu clon de otro mundo? decia la pelirroja con ironia y cara de burla.

No sabia que me extrañarias tanto hermanita. Por eso usas de excusa a abuto-san, si el monstruo se lo comia, tambien moriria de indigestion- decia riendo el idiota pelirrojo

No te hagas del tonto bakaniki, acaso pretendes que no me dé cuenta de que algo ocultas, quien es?? dime -acercandose al clon que estaba cubierto con el paraguas morado. en silencio. 

es un viejo amigo,  no lo conoces -contestaba el pelirrojo

aaaaaahhhhhh..... jamas crei que tendrias amigos aparte de estos idiotas del harusame -contestaba

mientras que abuto se sentaba en una esquina llorando, por lo que acaba de decir su taicho favorita.

y por que esta usando la misma ropa que tu ?? acaso ustedes ??? nuestra kagura se queda con la cara de susto totalmente en shock... Imaginando que ambos tienen alguna clase de relacion- ettooo... no me interesa quien sea, solo matenlo lejos de mi -decia la pelirroja alejandose y sacudiendo sus manos.

que par de raritos verdad abu-chan -con una mano tapando su boca a modo de chisme, comentaba la pelirroja agachandose a lado de abuto quien seguia deprimido.

Idiota, estamos aqui escuchando te -decia un bakamui medio enfadado con un rostro con venitas y un puño levantado. 

Ellos se levantan y siguen para la nave, y a nuestra kagura le entraba mas la intriga de saber que era ese extraño sujeto amigo de su bakaniki, por que para ser su amigo? debería de estar loco como el, es decir ambos deberían ser sádicos!! pensaba

Ya dentro de la nave, estaban reunidos en el salón discutiendo algunos asuntos de negocios, entran kamui y el sujeto ese. Sadaharu corre junto a este, y el solo lo sujeta en un brazo. ambos se sientan alejados del resto escuchando de la conversación.

Seguimos -dice uno de los yatos, a la taicho-Hemos obtenido información de que umibouzu se encontraba en el plantea xxx, pero solo estuvo unos días, luego desapareció.

El no desapareció, se fue de ese planeta a otro. esta buscando la piedra filosofal. decía el desconocido.  

Y tu como lo sabes? pregunto otro de los yatos.

Sujeto-Me cruce con el, antes de llegar a ustedes. 

y como puedes comprobar lo que estas diciendo?-yato que lideraba la reunión.

Y para que esta buscando esa piedra? Si sabes lo que busca, tambien debes saber para que? no es asi? la pelirroja lo interrogaba.

Si que había cambiado, ya no era la mocosa gritona, malhablada, y peleonera de antes. Ahora parecía mas una líder que esa monstruosa niña come sukombu. Pensaba este mientras la miraba fijamente.

El salón se lleno de silencio, esperando la respuesta de aquel sujeto extraño, que por cierto, a todos llamo la atencion, por la forma en la que iban vestidos.  

Por que van vestidos de la misma forma -pregunto de manera jocosa el castaño yato a su vice capitan- tapandose la boca y tratando de evitar reir a carcajadas

Este se levanto molesto, lanzandose a patearle a su subordinado. Y asi termina la reunion. 

Mientras tanto, el sujeto ya se había retirado, estaba en una habitacion, que el pelirrojo le habia indicado para ocuparla. Escucha unos rasguños en la puerta, la abre, y entra sadaharu.

Por que estas aqui, deberias estar con ella, te buscara por la nave, y cuando te encuentre aqui, me meteras en problemas, le decia mientras lo acariciaba, pensando en la vez que se la vio despues de tantos años, fue en ese planeta ... donde el estaba peleando contra unos amantos que encontraron la manera de controlar demonios con extrañas marcas en sus respectivos cuerpos. Estaban controlando a tokijin y cuando ataque a esos amantos el demonio vino directamente a mi. No entendí por qué ellos estaban allí atacando esa nave. Pero al ver la cabellera pelirroja y su paraguas morado reconocí a esa niña glotona. Solo la había visto de perfíl eso me bastó para reconocerla.
Se veía más alta y esbelta. Cubierta de sangre. Subiendo a la nave. El pelirrojo se percató de mi presencia hasta puedo asegurar que el si me reconoció allí mismo. También ese otro monstruo al que llaman Abuto.
Cuándo la escuché gritando en en bosque. Y luego la vi tan cerca. Tan cerca y no me reconoció, una venita de enfado en su frente, a madurado, pero para mí sigue siendo la misma idiota de siempre. Tanto he cambiado que ella ni me reconoce. O fue como dijo el idiota ese.
Al acercarse a mi esta mañana dentro de la celda... pensé mil formas de besarla. De sujetar ese cuerpo contra el mío. Pero ella solo fue hasta allí por su mascota. Definitivamente la haré recordarme. Y  le enseñaré al bastardo con complejo de hermana a no subestimar me.

Sujeto-Por qué te agrado Sadaharu?

Eso mismo quiero saber-aru.

Su sorpresa fue tanta que casi saltó del susto.
Por qué te conozco de algún lado pero no te recuerdo. Quien eres? Dónde conocés a bakamui?
por qué le agradas a sadaharu?
El nunca fue agresivo con los demás. Aunque solo se comporta así conmigo-aru señalando la actitud de su mascota con el extraño.

Se agacha estira los brazos y Sadaharu vuelve a ella feliz.

Sujeto-Qué haces aqui? O estás buscando compañía así como lo decía el castaño yato!

La pelirroja ignorando la provocación sigue jugando con su mascota. Más bien diría que haces en el cuarto de la capitán?

El sujeto queda con la cara obscura y la boca por el suelo. Ahora entiendo del por que debía dormir en esta habitación. Para así ganar la apuesta de ese bastardo. Ya sabía yo que esto era muy peligroso. Mirando a la pelirroja... Buscando una excusa... No tengo donde dormir, así que entre a este cuarto para descansar y llego tu mascota. Decía señalando a sadaharu.

Quieres que dejé dormir a un extraño en mi habitación? Respondía una exaltada Kagura. 

De a poco esa paciencia que demostraba se iba perdiendo, eso para el sujeto no pasaba desapercibido. Eres una tonta. No me recuerdas. Entonces haré que no puedas olvidarme nunca más -decía para si el sujeto.