Mi Verdadero Yo.

El planeta de la libertad.

Los ojos de la pelirroja se llenaron de luz, a que lugar exactamente se refiere kamui-san - se preguntaba aquel joven apuesto.
Ryo- Dime señori.... Digo Kagura, a dónde iremos?

Mientras ella terminaba de desayunar. Y lo miraba como si fuese que le sorprendía su presencia.

Kagura- volveré a mi planeta se llama tierra. Es el planeta de la libertad. Allí vive mi familia.
Dijo sonriendo de oreja a oreja. Y tú irás con nosotros. Te mostraré todos los lugares de allí. Es muy bello. Lleno de sol. No como por aquí todo gris.
Y lo más importante la deliciosa comida que puedas comer.

Kamui- lo mejor de todo no es la comida tonta, son los samuráis!! Decía el pelirrojo que parecía también feliz por el viaje.

Ambos parecían criaturas hablando sobre sus juguetes. Ambos tenían esas caras de felicidad y esas sonrisas.... así le contagiaron a Ryo esa emoción de conocer el lugar que tanto ama la persona que sería su esposa. Pues para el, a pesar de conocerla menos de dos días ya deseaba permanecer a lado de esa pelirroja para siempre.

Ya dentro de la nave. A pesar de tener la misma edad y estatura. Este joven apuesto Ryo parecía más maduro que el pelirrojo.

Ryo prestaba atención a cada detalle de los dos pelirrojos. El conoció a los yato como criaturas desgarbadas, toscas, con instintos asesinos, y sin diversión. Pues había crecido cerca de su tío Housen, y por ende conocía a kamui desde que ingresó al Harusame. Cuando eran niños el pelirrojo lo solía llamar, conejo llorón, como ahora llama a su pequeña hermana. Era Ryo quien lloraba por cada herida recibida durante los entrenamientos.
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Kamui- ara ara.... ya deja de llorar como una niña.

Ryo-pero me duele cuándo me golpean -decía entre sollosos.

Kamui-entonces no te dejes pegar conejo llorón. Haste fuerte. Así también lucharé contigo. Decía con la sonrisa de siempre en su rostro.

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Por qué no te unes a ellos ? decía el castaño yato al joven apuesto. De niños solían pelear mucho ustedes dos. Te agrada la taicho? O existe otras intenciones. Lo miraba de costado controlando los gestos del muchacho.

Es difícil encontrar una buena esposa. Además tío Housen siempre hablaba de la belleza de  la mamá de kamui. Y decía que tenía una hermana de 4 años menor. Quien había abandonado al huir de su casa. Siempre me pregunte que clase de persona sería ella, siendo hermana de kamui-san, pero me llevé una gran sorpresa al enterarme que ayuda a la gente. Y usa sus fuerzas para proteger a desconocidos. Eso llamó mi atención. Y desde allí quise conocerla. Kagura es hermosa, fuerte no se deja doblegar, tiene un poder  de ablandar todo a su alrededor, irradia alegría, y por eso quiero que sea la madre de mis hijos. Definitivamente será la madre de mis hijos, eso tenlo por seguro Abuto-san. Decía sonriendo.

Abuto-creeme que no te será nada fácil. No eres el único interesado. Lo decía con cara jocosa.

Ryo- no me daré por vencido. Ya tengo la aprobación de kamui, y conquistare ese radiante corazón.

Kagura gira a mirarlos, ya que ambos estaban muy atrás de ellos sin acercarse. Y esto le pareció curioso a la pelirroja.

Kamui al percatarse de la cara de su hermanita le dice sonriendo. - te agrada Ryo-chan?

Ella sin decir nada se sonroja. Jamás había pensado en amores aparte de los idiotas de la tierra. Pero ahora se le estaban ensimando los pretendientes, solo llevaban días de conocerse y el joven la ponía nerviosa.