Años atrás—Elizabeth Jones, tiene una hija maravillosa.
—Lo sé, es mi lucecita, ¿Verdad, Eider?
Le sonrío a mi madre mientras me como mi elegante plato de comida — tú también eres mi lucecita.
—También veo que comes mucho, pero una señorita como tú, entrando a su adolescencia, no debería de ingerir muchos alimentos. Te podría hacer daño luego, o peor, engordar.
Suelto mis cubiertos un tanto incómoda — Gracias por su consejo, señor.
—Henry, no me incomodes a Eider, si ella quiere comer, que lo haga, eso no le tiene que importar a nadie — se me acerca al oído para susurrarme — No le hagas caso a este rabo verde, te amo, mi princesa.
«Bueno, admito que me acaba de incomodar este señor.»
****
—Oye, ¿No crees que estás comiendo demasiado? — me dice Cecile, mi mejor amiga desde que entré al High School Smith.
—¿Qué? tengo hambre, ¿no me veo delgada? —me fastidia que me digan esos tipos de comentarios. Tal vez sea cierto y deba de hacer dieta.
—Solo te cuido para que estés en buena forma siempre, porque creo que a veces te pasas un poquito.
—Eso quiere decir que estoy gorda.
—Solo di mi opinión, no es para que te pongas así.
Gruño — ya déjalo. Nos vemos después — me levanté del banco y empecé a caminar para ir a mi próxima clase. Estoy harta de lo mismo.
—¡Eider! - No sé para qué me llama Cecile, después de echarme en cara lo gorda que estoy.
Me siento extraña. Estos cambios de humor son constantes, creo que me vendrá el periodo no muy poco, además, estos días han sido los peores con el cáncer de mi mamá. El cáncer de pulmón, un cáncer que le dio por tantos años estar fumando y ahora a sus cuarenta años tiene que estar aguantando todo esto. Es doloroso para mí todo esto, siento un peso en mi hombro que no me deja respirar bien, no sé qué me está pasando.
Entro al aula ya abierta, me siento y espero los diez minutos restantes para comenzar con la clase.
***
—Amor, hola — dice mamá. Se le ve el rostro cansado, antes de esto tenía un espíritu vivo y deslumbraba con su llegada, su bonito cuerpo delgado, sus ojos marrones, pero un marrón especial y su cabello negro largo; mi cabello lo heredé de ella. Mis ojos los heredé de mi padre, el cual no sé si sigue respirando.
Ella hace una mueca y empieza a toser con sangre, rápidamente tomo un pedazo de papel higiénico para limpiar la sangre — mamita, por favor deja de esforzarte tanto. Ven, déjame ayudarte para que camines a tu habitación, y por favor, te quedas ahí, si me necesitas, me llamas.
—No es para tanto — la subo a su habitación y la dejo acostada, la contemplo cómo cierra sus ojos, se le ven ojeras, la cara de cansancio.
Voy a mi habitación para dejar mi mochila en un lado de la cama, cuando pasé por el espejo me miré con curiosidad, empecé a verme la barriga y a tocármela, creo que estoy gorda. Cecile tiene razón, estoy empezando a engordar y eso no me agrada para nada, creo que me pondré a dieta.
Miro mi foto en mi mesita de noche, la tomo y me siento a verla detalladamente. Ahí estoy delgada y en buena forma, mis ojos azules cristalinos brillan, mi cabello corto y mi sonrisa. Ahora estoy triste porque en este momento soy lo contrario a esa foto, soy gorda, tendré que comer solo pequeñas cantidades y nada más.
En poco tiempo tendré el cuerpo que me gusta, delgada. Estando en forma así nadie más se meterá conmigo, nadie va a criticarme y llenarme de dudas constantes. Seré como las modelos, como Cecile, que tiene un cuerpo de infarto; quiero brillar como la mayoría, sin que se metan conmigo jamás.
--------------------------------
¡Hola! Esta historia la había escrito hace años, pero como era de esperarse, la abandoné, niña al fin. Pero ahora vuelvo, con más ganas que antes, y prometiéndome a mí misma no abandonar ninguna de mis historias. Esta historia ha sido editada para mejorar algunos conceptos y situaciones, espero que los que la lean disfruten, ¡feliz año nuevo!
ESTÁS LEYENDO
Secreto Destructivo ©
Teen FictionSecreto: definición de lo que no quieres que nadie sepa. Algo que puede ser tan destructivo o favorecedor para ti. Eider Jones no es la excepción. Para ella su secreto es la solución a su problema mayor, es su salvación, es lo único que acabará con...