Secreto Destructivo ©

CAPÍTULO TRES

Eider.

Todo pasó tan rápido que ni me percaté de nada. Estaba en el comedor, esperando a Jayden, y por un momento solo me apoyé de la mesa, mirando a mi alrededor; pero entonces empecé a ver las cosas borrosas, y me desmayé.

Estoy metida en una camilla con una bandeja llena de comida para mí. No tengo suerte para nada.

Hasta ahora solo he comido la mitad del puré. Las enfermeras no me dejan respirar ni un segundo, solo vigilando que coma, y claro, tengo que fingir que estoy comiendo sin quejas, porque estoy ansiosa de salir de este lugar.

Veo cómo el doctor entra, evaluándome — ¿sientes mareos, náuseas, dolor de cabeza?

—Nada de eso doctor — miento. En realidad siento por momentos náuseas, pero solo es porque no tengo ganas de comer.

—¿Sientes algún tipo de repugnancia a lo que tienes en frente?

Miro mi plato de comida, y enseguida lo miro a él — no, estoy por acabar — tomo de nuevo la cuchara, haciendo el máximo esfuerzo por comer sin hacer muecas.

—Bien — el doctor toma una libreta y se queda un momento escribiendo; luego me mira, arrancando la hoja y entregándomela — esta es la lista de cosas que vas a comer durante dos semanas, para poder fortalecer tu energía.

Me concentro en la lista que tengo en mis manos:

Alimentos para el desayuno diario:

-Manzana, sándwich, ya sea de queso o carne blanca, plato con mezcla de frutas, galletas de dieta, brócoli.

Alimentos para el almuerzo diario:

-Cualquier tipo de arroz, carnes blancas, brócoli, ensaladas, cualquier tipo de habichuelas.

Alimentos para la merienda (opcional):

-Cualquier tipo de fruta.

Alimentos para la cena diaria:

-Filetes, ensaladas, pechuga, brócoli, sopa, vaso de leche.

Trago la poca saliva que almacenaba mi boca.

—Todo eso deberá ingerir sin pretextos, para que este tipo de situaciones no vuelvan a pasar —me quita la lista, para que siga comiendo — no sé si se dio cuenta, pero en casi todas decía brócoli, y esto sucede porque el brócoli contiene hierro que usted necesita, y sería favorable que trate lo más posible de comerlo, por lo menos en estas dos semanas.

Solo asiento, viendo cómo el doctor se va, dejándome sola y pensando cómo podré salir de esta. No me dejan estar bien conmigo misma.

Me dispongo a comer el plato que tengo enfrente, con pesadez; con cada bocado que doy, siento náuseas, no quiero comer más, pero tengo que hacerlo para salir rápido de aquí.

                                                                              ****

Me pongo los zapatos, me arreglo un poco el pelo, y recojo la lista que anteriormente el doctor me entregó. Al fin voy a salir de aquí y ver a mi consentida; pero antes de eso quiero echar un vistazo en el salón de arte.

Voy corriendo hacia el salón donde se encuentra Jayden. La puerta está un poco abierta, y desde el pasillo se oyen ruidos provenientes de allí.

Me acerco lento, abriendo un poco más la puerta, sorprendiéndome de lo que estoy viendo y escuchando. Jayden, mientras va limpiando el desastre, está cantando All Of Me de John Legend, dejándome con la boca abierta.