capítulo 27.

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ERICK.

Sobo su cabello, lentamente, tan suave como su piel misma, sus lágrimas han cesado, su respiración es más calmada, tenerla en mis brazos, así de esta manera me reconforta, me da fuerzas.

Estamos aún en el piso, ella con su espalda sobre mi pecho, ninguno dice nada, el silencio reina entre nosotros, pero no por mucho.

Se aparta poco a poco y suspira, dirige su rostro hacia a mi y me observa fijamente.

- Que haces aqui? - su voz es ronca debido al llanto.

- Traje noticias - su semblante cambia de inmediato a uno ansioso.

- La han encontrado?- pregunta con esperanzas, niego.

- Aún no, pero han visto a Marcos y están tras sus pasos, pronto encontrarán a nuestra hija lo prometo - digo seguro.

En verdad deseo devolvérsela, verla sonreir, ser feliz porque se lo merece, aunque yo no llegue a ser parte de esa felicidad.

Se pone de pie y yo hago lo mismo.

- En verdad deseo que asi sea, quiero despertar de esta pesadilla - musita agobiada.

- Así sera - digo mientras toco su mejilla, miro sus ojos, esos ojos que me enamoraron desde la primera vez que la vi, que me llamaban, me hechizaban.

Cierra sus ojos y observo su boca, paso mi pulgar por sus labios, rozandolos, tan suaves y delicados, me acerco a ella lentamente no me detiene ni yo quiero hacerlo, nuestras narices se rozan, su aliento se mezcla con el mio, mi corazón se acelera al tenerla así tan cerca, la necesito tanto, sin pensarlo más junto mis labios con los suyos, deleitandome con su sabor, tomando todo lo que puedo de ella, Dios cuanto la extrañe, coloca sus brazos en mi cuello atrapando mi cabello y juntandonos más, puedo sentir su corazón latir tan fuerte como el mio, mi cuerpo responde al suyo, como si fueran uno solo, nos pertenecemos.

El ritmo del beso disminuye poco a poco hasta separarnos por completo y entonces la magia se rompe.

- esto no debio pasar - dice limpiando sus labios.

- Isabella...- me interrumpe.

-No Erick! Tu maldito hermano tiene secuestrada a mi hija y tú estas aquí besandome, pretendiendo que no sucedio nada, que no te fuiste, que no me abandonaste, me humillaste, me dejaste me distes la espalda cuando te necesitaba, cuando el mismo hombre que hoy tiene a mi hija quiso abusar de mi hace meses, me dejaste como si yo hubiera tenido la culpa, por Dios es que ni siquiera entiendo que hice mal..-Grita- te lo di todo, mi amor, mi vida, mi alma, íbamos a casarnos y tú.. tú simplemente te largaste, mientras yo estaba aquí llorandote tú te revolcabas con Tania...- esto no puede ser.

- No lo sabia!!!- grito también- jamás te hubiera dejado sola de haberlo sabido, recuerda que tu me negaste la oportunidad de saber de ella y hoy no está con nosotros maldita sea, pero no es mi culpa, culpame por ser un cobarde si, por dejarte, pero nunca crei que eras culpable de lo que sucedio, yo fui quien no pude con la culpa, tu no entiendes nada, no sabes nada, nunca te he merecido desde el principio lo sabia, pero fui un egoista de mierda y no quise dejarte ir, hasta que fue tarde y las cosas se salieron de control- su ceño se frunce.

- No se de que hablas, no entiendo nada, se que ocultas algo Erick siempre lo supe y esperaba que tuvieras la suficiente confianza para contarmelo, nunca lo hiciste y terminaste sacrificandonos a ambos por la culpa que dices sentir? Eso es lo que tratas de decir?

- Si tu supieras la verdad me odiarias tanto como yo me odio - susurro bajo.

- Dimelo!!! Me estas volviendo loca - grita- pase buscando una respuesta todo este tiempo al porque te fuiste asi, dijiste que no me supiste cuidar, no fue tu culpa, tampoco mia, pero hablas de algo más y no tengo idea de que es, habla!!!

Tomo su rostro en mis manos acercandola a mi.

- Recuperaremos a nuestra hija, después de eso sabrás la verdad, solo quiero que sepas que te amo y que no me fui porque lo deseaba, me fui porque te mereces algo mejor que yo, pronto lo entenderás y me darás la razón y moriré cada maldito segundo, como lo hice todo este tiempo sin ti... - suelto su rostro y me dirijo a la puerta

-Erick, Erick!! - me llama pero no me detengo.

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ISABELLA.

Me quedo de pie analizando cada palabra que salio de su boca, sin entender que sucede, hay una razón detrás del porque me abandono? Porque dice que lo odiare? Me siento frustrada por todo, lo amo, lo amo tanto y duele, quise odiarlo todo este tiempo, por dejarme, por lastimarme asi, pero nunca pude, hay dolor en mi si, pero no hay cabidad para el odio, nunca podria odiarlo me diga lo que me diga no podría hacerlo nunca.

Otra semana pasa... no he vuelto a ver a Erick, se que llama y habla con mamá o papá, no he podido sacar de mi cabeza lo sucedido hace una semana, Richard ha venido hoy a verme, en realidad viene todos los dias, me da palabras de consuelo y esperanza, agradezco tanto tenerlo como amigo, es un gran hombre y ha sido un gran apoyo, sin él a mi lado me hundiría más en la depresión, él y leah siempre están convenciendome de que mi hija volverá cada vez que pierdo la esperanza, quiero creerlo, necesito creerlo, mamá duerme conmigo por las noches, tengo pesadillas de Alessandra siendo robada una y otra vez, papá al igual que Erick tiene gente buscándola, pero como todos no han encontrado nada más, cada vez que creemos estar cerca todo se desvanece de nuevo, es un infierno.

La tarde esta cayendo, miro por mi ventana, una vez mas preguntándome donde estara mi hija, si Marcos esta obsesionado conmigo porque no me ha buscado, su juego es hacernos sufrir a Erick y a mi, porque odia tanto a su hermano como para hacerle esto? son tantas las preguntas y ninguna respuesta, solo me queda pensar que mi hija esta bien y que pronto la tendré conmigo porque si no es así prefiero morir.

El sonido de mi celular me saca de mis pensamientos limpio mis lágrimas y me acerco a el. Frunzo el ceño al ver un mensaje.

Número desconocido.

**pasándola bien sin tu hija?
Te espero en esta dirección, cuidado con llamar a la policia, te quiero sola o la mocosa pagará las consecuencias**

Mi corazón se paraliza, es Marcos, miro la dirección que me ha llegado y no lo dudo ni un segundo, iré por ti mi pequeña.

Mi Amor O Mi Verdugo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora