capítulo 30.

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ERICK.

~años atrás ~

Llego de la universidad, mi semana ha sido pesada, la tesis me tiene vuelto loco, suspiro cansado, una ducha, ceno y a dormir eso es lo que más quiero en estos momentos.

Salgo de la ducha, bajo a la cocina, mis padres no estan, han viajado fuera, el silencio ronda en la casa hasta que es interrumpido por mi hermano.

- A ti te estaba buscando, hermanito- dice Marcos.

- Para que soy bueno- digo sin mirarlo mientras me preparo un sándwich.

- Según papá para todo, eres el mejor - su tono lleva un poco de ironía, volteo mi rostro hacia el. Me sonrie o eso intenta.

- Vine a invitarte a salir, hay una fiesta donde Alex, ya sabes, diversión, licor, mujeres.

- No gracias, estoy muy cansado, no tengo ánimo- digo

- Venga Erick, nuestros padres ni siquiera están en casa, me abandonaras? Mira que pienso ponerme muy borracho, necesito a alguien que me traiga- Marcos siempre tan irresponsable siempre tengo que salvar su trasero.

- No tienes remedio Marcos- digo el sonrie divertido.

- En 20 minutos salimos - sube a su habitación.

Marcos es asi, siempre lo ha sido, es mayor que yo pero desde pequeño fue tan despreocupado, irresponsable, papá siempre esta encima de él, se sale de la universidad cada que puede, al contrario de mi que no salgo de ella, mi sueño es ser grande y no precisamente por mi padre quiero mi propio mérito, estoy a nada de acabar mi último año y me abriré camino por si solo, se lo que quiero en la vida y voy por ello.

Cambio mi ropa, un poco de diversión no me hará mal, después de todo lo necesito para desestresarme un poco.

Llegamos a la fiesta, esta repleto como era de esperarse, chicos bailando, bebiendo, mujeres casi desnudas, la música a reventar, Marcos se dirije donde sus amigos yo me separó un poco hasta que siento una mano en mi hombro volteo y veo a Tylor sonriendo, es un amigo de infancia, estamos en la misma universidad pero al contrario de mi él estudia para abogado, esa es su pasión.

- No espere encontrarte aqui- grita por lo alto de la música.

-Yo tampoco, vine con Marcos, ya sabes no puedo dejarlo solo - digo gritando también.

- Siempre siendo la niñera de tu hermano, pareces tú el mayor - rie y yo también.

Las horas pasan, nadie tiene intenciones de irse añ contrario, Tylor esta un poco mareado, yo tome 3 cervezas, para mi es suficiente tengo que manejar a casa. Mi hermano se acerca, se cuelga de mi hombro, esta ebrio típico de él, me ofrece un trago de color y niego.

- Vamos no seas tan amargado, toma - vuelvo a negar.

- Sabes que tengo que manejar -rueda los ojos.

- Siempre el señorito correcto, no te jode?- bufa con fastidio. Me lo vuelve a ofrecer.

- Vamos Erick no seas aguafiestas - musita Tylor.

- Escucha a tu amigo el ya tomo uno de estos y míralo se la esta pasando bien relajado -  agrega Marcos aun ofreciéndome la bebida.

- Esta bien solo este - digo y tomo todo el contenido de un solo. El me observa y sonríe abiertamente, palmea mi hombro.

- Que te diviertas- susurra mientras se aleja, mi ceño se frunce.

Tylor aparece en mi campo de visión con otras bebidas en las manos. Pronto no soy consciente del tiempo solo se que he tomado mucho más de lo que esperaba hacerlo, es como si tuviera sed y lo único que me calma el cuerpo es el licor, estoy tan ebrio que apenas y puedo darme cuenta de lo que pasa a mi alrededor.
Mi cabeza da vueltas, mi vista comienza a ser borrosa, con dificultad logro encontrar a mi hermano.

-Marcos, necesito irme, no me siento bien - digo arrastrando mis palabras, la lengua se me entume y me cuesta mucho decir cada palabra.

- Justo como mamá y papá no quisieran verte nunca idiota - dice mientras palmea mi rostro, su tono es raro pero no le presto mucha atención.

- Llévame a casa no podré ma...nejar, busca a tylor no puedo...dejarlo - digo preocupado por él. En que diablos me he metido. Cada vez menos soy consciente de lo que pasa a mi alrededor.

- Por supuesto - habla Marcos.

No sé como ni por quien estoy en el auto y solo veo imágenes pasar, tylor esta dormido a mi lado, sigue habiendo música alta y esta aturde mis oídos, gritos y velocidad, mis ojos se cierran, escucho a alguien gritar obcenidades, creo que es uno de los amigos de Marcos, a lo lejos puedo ver una figura en la calle, no distingo quien es, mi cuerpo está cada vez más pesado mi memoria se pierde y no puedo ser consciente de nada más..

Es lo ultimo que puedo recordar...

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Estoy en el sillón, en mi departamento, no soy capaz de pensar en nada más que no sea ella viendome con odio, con repulsión, con desprecio.

Las horas pasan y el Vodka va desapareciendo rápidamente de la botella, quiero ahogarme en licor, no quiero si quiera pensar en la mierda que soy pero es imposible porque sólo puedo verla a ella, mi mente juega conmigo la veo frente a mi sonriendome, mirandome con amor, con sus ojos brillando con tanta intensidad, puedo escucharla decir cuanto me ama, siento sus manos en mi rostro, acariciando mi cabello y entonces la veo desvanecerse.

Mi pecho duele con tanta intensidad que me cuesta respirar, no podré vivir sin ella, vivi un infierno cuando me aleje, pero vivir con su desprecio es algo con lo que no puedo, vivir sabiendo que es ella la mujer a la que le destrui la vida me mata y es que en verdad prefiero estar muerto que vivir con esto, como podré si quiera pensar en mi hija, como podré pretender estar cerca de ella, con que derecho, primero las abandone y luego nos damos cuenta de la cruda realidad que nos rodeaba desde hace mucho, mi familia esta totalmente destruida, no hay arreglo, todo se ha desvanecido, cualquier posibilidad ha sido matada desde el momento en que saque ese brazalette de la caja. Brazalette que yo muy bien conocía pues había estado conmigo todo este tiempo como recordatorio de la mierda que era.

Marcos siempre lo supo, sabia que era un bastardo siempre fui ingenuo con él, siempre me tuvo odio y resentimiento, no lo supe hasta el dia siguiente de aquella maldita noche, me negaba a creer en que yo habia cometido tal acto, jamas lo hubiera creido si no hubiese visto aquellas malditas fotos, con las que el me chantajeo obligandome a dejar todo, me odio siempre lo hizo, no fue hasta ese dia que tuve la certeza, nunca supe quien era ella, su rostro no era apreciable y por supuesto que el no dejaria que yo lo supiera yo considere entregarme no me importaba nada, me sentia un vil miserable, pero una vez más me manipulo con mi familia, algo asi hubiera sido la ruina de la vida de ellos, los hubiera marcado por siempre y no queria arruinar más vidas, era joven, no fue la decision correcta y juro que me senti miserable cada minuto de mi vida apartir de ese momento, me volvi amargado, frio, mi vida solo era trabajo. No habia amor en mi ni dejaba que nadie mas me lo diera porque no era merecedor de ello nunca lo he sido.

Como no pude darme cuenta, como deje que pasara esto. Como creí que un miserable como yo podría pensar en ser feliz, porque la vida nos permitió conocernos asi y aún peor enamorarnos y tener una hija sabiendo la sombra oscura que nos envolvia. Pero yo como podría si quiera imaginarlo?

Todo en esta maldita vida vuelve, creemos habernos librado de las consecuencias de nuestros actos pero lo que nosotros no sabemos es que cuando menos esperamos te la van cobrar y con lo que mas te duela, es la ley de la vida, otros le llaman karma.

No se que sera de mi, no se que camino seguir seria tan fácil acabar con mi vida de una maldita vez y ser un cobarde una vez más, no hay nada que yo pueda hacer para conseguir su perdón, es lo que necesito para vivir y lo que no tendré porque ni siquiera Dios podría perdonar mi monstruosidad.

Mi Amor O Mi Verdugo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora