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La lluvia cae, golpea el suelo con furia,
llora de rabia el cielo,
y mi corazón, enfermo de recuerdos,
late con la misma violencia.
Quisiera que la lluvia arrastrara tus huellas,
pero será imposible olvidarte,
si sigues allá arriba,
en cada gota.
La lluvia no puede limpiar este dolor.
Vivo una constante lluvia,
No paro de llover.
Estoy lloviendo.
Lluevo
Lluevo sin descanso,
y la lluvia se convierte en mí.
Lluevo hasta perderme.
La luna será testigo,
como un faro que observa desde arriba,
mudo e inmóvil,
mientras sigo lloviendo,
sin fin.
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𝑳𝒖𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔
Şiir"Lunarios" son un conjunto de poemas que oscilan entre luz y la oscuridad. En ellos, la luna es mucho más que un satélite distante; es una presencia viva, testigo de amores perdidos, de dolores persistentes, de esperanzas y renuncias. En ellos se ex...
