Después de lo que había pasado hace una semana, mi amiga no paraba de hablar de aquel chico de la chaqueta. Yo la conozco desde hace casi 8 años, así que sabía que estaba empezando a sentir cosas por ese chico. Ella me lo negaba, pero era más que obvio lo que ella sentía.Un día durante el descanso de clases vi al chico y le dije a mi amiga.
-Ya viste quién está allá?-
Ella solo me miro de reojo, ya que no podía contenerse a ponerse nerviosa.
-Voy a hablarle- le dije.
Me acerqué a él de manera natural. Luego me puse a su lado y le dije:
-Hola!-
El primer hola...cómo olvidarlo. Fue casual, rápido y sencillo. Sin nervios, sin voz forzosa o temblorosa. Sin miedo, sin vergüenza; simplemente hola.
-Hola- me contestó.
La verdad es que yo soy demasiado directa y me gusta ir al grano siempre, así que le dije rápido:
-Oye, le gustas a mi amiga, sí, a la que le prestaste la chamarra. Solo quería saber si hay una posibilidad de que hubiera algo entre ustedes dos...-
-Perdón, pero tengo novia- me dijo.
Viéndolo ya en este punto la verdad no sé si creer eso. Me mintió sobre tantas cosas qué tal vez y solo quería hacer la situación más dramática, que claro, no lo niego, él decía que muchas chicas estaban detrás de él, algo que en realidad me parecía extraño.
-Eso no importa. Solo date la oportunidad de conocer a mi amiga y después te decides. Que dices?- le dije.
-Bueno, está bien-
Y así fue como empezó todo. Gracias a mi, mi amiga por fin tuvo la oportunidad de estar con alguien.
Alguien que...me alegro que ya no esté en nuestras vidas...

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Ya te olvidé
RomantizmEl amor es algo inesperado. Llega y es difícil de ahuyentar. Es tan complicado que no hay explicación para su concepto. Así como en un instante llega de sorpresa, se va cuando menos lo esperas.