Ya hace media hora lo tengo frente a mí, postrado en una camilla en una habitación completamente desconocida de mi parte, con un gesto de dolor en su cara, sus ojos cerrados con fuerza, su cara mas pálida de lo normal y sus labios mas secos que el desierto mas alejado de Egipto.
Mitsuki quien había entrado conmigo y ChouChou, me había comunicado luego de desinfectar la herida avanzada de Inojin y volverla a vendar con gasa nueva y limpia que su padre estaría de regreso en una hora aproximadamente y se encargaría del caso del pálido.
Sin entender absolutamente nada yo solo asentí a sus palabras, solo podía llorar como aquel día en que solo mi hermano fue en mi búsqueda y el corazón se me hizo añicos al escucharlo decir "Inojin fue por su madre", sabiendo que la misma estaba en el centro de la ciudad, si mi escuela era un caos no me quería imaginar el centro en su hora pico.
Tome su mano izquierda, la sana, y apreté entre las mias ahogando un sollozo pero derramando dos lágrimas de furia, que injusta era la vida al quitarme a mis padres que ahora me quitaría a mi amado.
Seque mis lágrimas brutalmente con el dorso del brazo de mi saco gris al escuchar la puerta abrirse, acomode la mano de jin junto a su inmóvil cuerpo y sentí una mano en mis hombros en son de apoyo moral, al girar pude ver a mi hermano mayor con un gesto de enojo detrás suyo se encontraba una Sarada cambiada y sin rastro de sangre o lucha en su cuerpo con sus brazos cruzados y recargada en la pared.
-¿Aun no te has cambiado?-pregunte casi sin voz, Sarada me observo, sabia que había estado llorando.
-Estaba hablando con Shikadai, el chico de coleta y me entretuve-Respondio seco sin dejar de mirar a Inojin.
-¿Morira?-Pregunte estallando en lágrimas y con voz quebrada.
-yo...-Fue lo único que dijo antes de desviar su mirada de la cama de Inojin y cerrar sus ojos con fuerza.
Al ver su reacción a mi pregunta solo pude llorar aun más...
-Tsk-Escuche a Sarada quejarse, la mire sorprendida ya que nunca escuche sonido salir de sus labios, ella me respondió la mirada y me sonrio-El niño barbie vivirá.
Su voz es dulce, perfecta...
-¿Me esta mintiendo? -Le pregunte a mi hermano mientras buscaba su mirada con mis ojos, el me observo y pude ver sus perfecto ojos cristales sin sentimiento en ellos.
-No-Respondio con voz ronca.
¿me están mintiendo?
-¿Co-Como?-Fue lo único que atine a preguntar, sin saber mas que decir o hacer, mi mente estaba en shock.
Sarada suspiro y mi hermano la observo, era como si mantuvieran una conversación con la mirada...mas bien una guerra con ella.
¿Desde cuando...?
Mis pensamientos fueron interrumpidos con la voz de Sarada-Promete que no gritarás como niña malcriada al ver algo que te mostrare-Mando.
-Y no harás ninguna pregunta al repecto-Añadio mi hermano sin dejar de ver a Sarada.
Sin entender nada de lo que decían respondí -Si.
Sarada se acerco a la camilla y temí por el cuerpo que se encontraba en ella, la chica de ojos como la noche era rodeada por un aura peligrosa y daba miedo, ella lo observo y gruño por lo bajo molesta para luego mirarme y levantar la manga de su sudadera de invierno, deje de mirarla a los ojos para ver su brazo de porcelana...
Ahogue un grito en las manos de mi hermano, quien las había colocado al ver mi cara de horror.
-Sin preguntas-Dijo Sarada al cubrir su brazo lleno de cicatrices y mordidas.
No, mi hermano jamas me mentiría...
-A parte de sus padres, Mitsuki, Orochimaru, yo y ahora tú nadie mas sabe de eso-Dijo apuntando a Sarada.
-Gracias por el alagó -Respondio la pelinegra con sarcasmo y mi hermano solo le sonrió.
-No puedes decirle nada a nadie Hima o estaremos en grave peligro-Volvio a decir el rubio sin obtener respuesta de mi parte-¿Hima?
-Aun esta en shock.
Yo...¿Como?...¿Cuando?...¿porque?
¿Es la cura?
-¿Lo mismo le harán a Jin?-Pregunte.
No podía perderlo.
-Algo así... -Respondio Sarada.
-Vivira-Afirme con una sonrisa.
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Konoha Apocalipsis [Temp #1]
RandomUn cartel deteriorado con letras fresca por la tinta de la pintura negra nos daba la bienvenida con un deje de desconfianza, mire el punto de fuga de la carretera y unos cuanto de ellos estaban mirando a la nada. ... Subí al auto negro de la familia...