El chico de los tatuajes

Capítulo III.- Conociendo a una nueva persona.

 Hoy era un día realmente hermoso, unos  15°C, estaba nublado y con un poco de llovizna, ¡simplemente perfecto!

— ¿Hermanita vas a querer que te ayude?— me preguntó Esteban a la vez que tomó las cajas y las maletas que intentaba yo subir por las escaleras que dan a donde mi habitación.

— Por favor— le digo.

— Sabía que dirías que si—  me mira con cara burlesca—  eres muy débil y pequeña para poder cargar todo esto— esboza una sonrisa en su rostro 

  Mi hermano es uno de los mejores hermanos que pueda haber en el mundo, es demasiado caballeroso, es guapo aunque claro eso viene de familia, pero sobre todo, es el mejor hermano/amigo que alguien pueda pedir, aunque claro es el hermano mayor y yo la única mujer, así que es por eso que me cuida demasiado.

  — ¿En dónde pongo tus cosas?— me pregunta.

— Ahí, no hay problema— señalo un rincón de mi habitación— de todas formas tendré que acomodar todo...  — dejo inconclusa la oración ya que escucho que hay un timbre del portón principal

  — ¿Quieres que vaya?— dice Esteban acomodando las cosas en el lugar que le dije.

— No, tranquilo, yo voy— le sonrío— tú sígueme ayudando con las cajas y las maletas— le hago una mueca y salgo de la habitación.

Camino por el largo pasillo hasta llegar a las escaleras, ahí había un interruptor en donde podías tomar las llamadas directas del portón, sólo tienes que picar un botón y listo, ya tomarías la llamada.

Eso fue justamente lo que hice y hablé por el micrófono — ¿Hola?— dejo de picarle al botón del micrófono para poder escuchar.

—¡Hola, soy Amber!, me enteré que son los nuevos vecinos, he traído un canasto de frutas y un pan de elote— hace una pausa— para darles una cálida bienvenida ¿podría pasar?  — es lo último que dice así que yo digo que si con la cabeza y recuerdo "ella no te puede ver, que inteligente eres Madisson".

— Claro, ¿vienes en automóvil o a pie?— le cuestiono una vez más.

— A pie, no suelo usar mucho el automóvil  — suelta una risa levemente.

— Espera— le digo y voy corriendo al recibidor, es decir; la sala principal. Ahí coloco la clave 0304 en el aparato de seguridad y escucho como automáticamente el portón comienza a abrirse.

Abro la puerta de la entrada y veo como es que Amber va entrando a la casa.

  — ¡Hola, soy Amber!— me dice de nuevo— aunque claro, eso ya lo sabías— dice dibujando una sonrisa en su rostro.

— ¡Hola, mucho gusto, soy Madisson!— digo invitándola a pasar a la sala principal.

— Wow, está hermosa tú casa— dice tomando asiento en uno de los sillones.

— Muchas gracias— me levanto del sillón—¿quieres algo de beber?—le ofrezco amablemente.

  — Si, un vaso de agua, por favor— dice— ¡Madisson!— me llama antes de irme a la cocina— se me había olvidado— me entrega la canasta de frutas y el pan de elote— toma, es como un regalo de bienvenida.

 — Muchas gracias— me llega el olor del pan de elote— huele delicioso ¿tú lo hiciste?— le pregunto dejando el pan y las cosas en el desayunador de la cocina y entregándole el vaso con agua.

  — Sí, yo lo hice— le da un sorbo a su vaso con agua— espero que te guste—

 Voy a donde la alacena y saco un par de platos, un par de tenedores y un par de servilletas.

  — Pues vamos a ver como te quedó ahorita mismo— digo a la vez en que parto dos rebanadas

— ¡Ay no, claro que no!— dice muy apenada— ese pan es para ti y para tú familia— 

— Y gracias a ti lo tenemos— le entrego su plato con una rebanada

— Gracias— y toma un tenedor

Escucho que alguien va bajando las escaleras y casi entrando a la cocina dice

— ¿Madisson?— dice Esteban— ya tardaste much...— se detiene al momento de ver a Amber— lo siento, no sabía que tenías acompañante— dice poniéndose colorado.

— ¡Oh, lo siento!— dice Amber— no sabía que estabas con tú novio— 

Esteban y yo nos miramos y al instante soltamos carcajadas.

— Tú...  — carcajada— ¿tú crees que somos novios?—  le dice Esteban aún entre carcajadas a Amber.

— Pues si...supongo — dice algo confusa.

— Amber, él es mi hermano— le digo a la vez que lo abrazo— solamente que hay una muy buena conexión entre nosotros— y al instante presento a Esteban

— ¡Ay no! qué vergüenza— y ahora ella es la que se pone colorada— que vergüenza en serio.  

— Descuida, no hay problema— le sonríe— soy Esteban y soy el hermano mayor— 

— Mucho gusto, soy Amber Lee y soy una de sus vecinas— comenta

— Cualquier cosa que necesites, puedes contar con nosotros— dice cortando una rebanada de pan de elote— ¿tú lo hiciste?— 

— Si, yo lo cociné— le sonríe a mi hermano— 

— Pues te quedó delicioso—  toma el pan de elote completo— ¡todo esto es mío!— 

— ¡Claro que no!, ¡también es mío!— lo persigo— ¡dámelo!

Y es así como Amber comenzó a presenciar las locuras y la "lucha" entre Esteban y yo ¡por un pan de elote!

— Si que son buenos hermanos— dice Amber entre risas.

— Y eso que aún no nos conoces— le dice Esteban dejando el pan en el desayunador.

— Aunque claro, ya eres una nueva amiga— le digo a Amber

— Claro que por supuesto que si— dice Esteban y los tres soltamos a carcajadas.