El chico de los tatuajes

Capítulo V.- Primer día en la universidad.

Escucho la alarma de mi celular sonando a todo volumen, mientas yo, con toda la pereza del mundo intento buscar mi celular en el pequeño mueble que tengo a mi lado derecho.

— Maldita alarma—digo a la vez que obligo a mi cuerpo a sentarse al borde de la cama— ¡Primer día de escuela!—digo con todo el sarcasmo del mundo. 

En eso mi celular suena y yo simplemente contesto a la llamada.

•Inicio de la llamada•

— ¿Madisson?— me dice Amber desde el otro lado del celular— Dime por favor que ya estás bien despierta— 

—Si estar bien despierta significa no acabar de despertar hace exactamente quince segundos, entonces no, no estoy bien despierta— pongo en altavoz la llamada mientras yo me dispongo a darme un baño rápidamente.

—¿Madisson?—  me habla Amber.

— Me voy a meter a bañar— abro la regadera— tú sigue hablando, ya puse la llamada en altavoz—le digo dejando el celular en una pequeña alfombra un poco lejos pero bien protegido del agua.

  — Entonces tengo que estar lista...— hace una pausa— ¿en cuánto tiempo?—

  — En treinta y cinco minutos— le digo terminando así de bañarme.

— ¿Ya terminaste?— me pregunta.

— Ja ja ja— cierro la regadera— si, ¿cuánto me tardé?—  digo tomando la toalla y envolviéndome en ella.

— Quince minutos— me dice.

Tomo mi celular entre mis manos y me desenredo mi cabello tratando de peinarlo un poco.

—Amber, te marco en quince minutos— le digo dirigiéndome a mi armario para tomar unos jeans negros algo ajustados, una blusa gris, un chaleco negro y unos botines negros— deja vestirme, tomar algo de desayuno y pasaremos por ti—

— ¡Sí, claro!, los veo en quince minutos— 

— Sí, bye— termino la llamada.

•Final de la llamada•  

Una vez vestida, tomo mi bolsa con todos mis útiles escolares, llaves, celular, cartera, audífonos. Cuando estoy lista abro la puerta de mi habitación y toco la puerta de la habitación de Esteban su cuarto se encuentra frente al mío.

— Hola hermanita, buenos días— me saluda.

— Hola Esteban, buenos días— lo abrazo 

— ¿Lista para tú primer día en la nueva universidad?— me dice al mismo tiempo que cierra la puerta de su habitación.

— Si— lo dudo un poco— bueno, eso creo— lo miro dudosa.

— Tranquila, todo va a estar bien— me abraza—  sabes que cuentas conmigo y puedes confiar en mi para lo que sea— me mira directamente a los ojos.

— Si, lo se— lo abrazo de nuevo— gracias por eso hermanito.

— Pero eso no impide que vaya a hacerte bullying— pasa su mano por mi cabello haciendo que se desacomode un poco.

— Ya se me hacía raro tanto cariño— le golpeo levemente el hombro.

Los dos soltamos a carcajadas a medida que bajábamos las escaleras.  

— Deja ir por un licuado y una manzana a la cocina— le digo entregándole mis cosas a Esteban— ¿Quieres algo?— 

— Un licuado de...—