Descubierto

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Al día siguiente, en clase de Latín, Oliver llegó tarde.

Empezó con la materia y al verlo explicar algo en mí se encendió.

Unas ganas increíbles de que él me mirara se empezaron a apoderar de mí.

Pero nada. Él explicaba y explicaba y los minutos avanzaban y avanzaban y en ningún momento me miraba a los ojos.

Justo después noté algo en mi brazo y era Alessio, que me pasaba un papel doblado.

Lo miré frunciendo el ceño y él me incitó con el rostro que lo abriera.

Lo desplegué y estaba escrito en su interior "Se te cae la baba escuchando al profesor, Elio".

Miré entrecerrando los ojos a Alessio, a quién quería matar en ese momento por ser un tocapelotas.

- ¡Eres idiota! - grité un poco más de lo que hubiera querido mientras él se burlaba de mí mirándome con una media sonrisa.

- ¿Qué has dicho, Elio? - escuché decir a Oliver, terminando de hablar sobre lo que estaba diciendo.

Me giré para verle y efectivamente, me estaba mirando a los ojos, con una mirada que ni yo sabría describir, pero que hizo que mi rostro se volviera de un color rojizo.

Miré de nuevo a Alessio y él ya se estaba tapando la boca de la risa y yo sólo quería matarle por segunda vez en un día por lo que había provocado.

- ¿Puedes salir un momento? - dijo Oliver abriendo la puerta para que saliera.

Me levanté, aún sonrojado, notando todas las miradas hacia mí. Nunca me había gustado ser el centro de atención, y menos por hacer algo "malo".

Por mi sorpresa, Oliver salió también y cerró la puerta detrás suyo lo que me sorprendió, ya que él no se le veía con ganas de perder tiempo de materia.

- Mira te seré muy directo. No quiero insultos en mi clase, ni a mi ni a tus compañeros, sinó va a haber una expulsión y a ninguno de los dos nos gustaría esto, ¿verdad? - dijo Oliver acercándose a mí, creando poca distancia entre nosotros.

- Y-yo no quise, n-nada... Elio. - dije ante lo que me tapé la boca, maldiciendo mil diablos.

- Me lo estás poniendo muy difícil, Elio... - dijo él mirándome sin ninguna emoción reflejada en su rostro.

- ¿Cómo que difícil? - dije, sin comprender muy bien a lo que se refería.

Él cerró los ojos, quizá pensando en lo que diría a continuación.

Simplemente abrió la puerta para que entrara y yo estaba parado, esperando alguna respuesta por su parte que parecía que no iba a existir jamás.

- Entra. - dijo mirando al interior de la clase.

- ¿No me vas a responder? - dije un poco harto por no comprender nada.

- Después hablamos, ahora entra. - dijo mirándome furioso obligando que entrara y me sentara en mi sitio.

-

Me pasé toda la clase sin escucharlo, ni a él ni a Alessio, que no paraba de susurrarme cosas que las ignoré por completo.

Estaba enfadado, obviamente lo estaba. Necesitaba saber qué queria decir con que le estaba poniendo muy difícil.

Podía significar dos cosas.

La primera. Que realmente me recordaba pero quería hacer el esfuerzo de no hacerlo, quizá por no estropear su trabajo como profesor.

O segundo. Que yo era un incordio para él por haber insultado a Alessio en clase.

Pensé en las dos probabilidades y tenía más sentido la primera.

Obviamente me recordaba.

Sonó el timbre y todos empezaron a salir al recreo.

- Después os alcanzo. - dije a mis amigos para que no me esperaran.

Me dirigí hacia Oliver, que estaba preparando sus cosas para salir.

- ¿Me estás jodiendo, verdad? - pregunté incrédulo.

Oliver bufó para luego pasar por mi lado como si nada y cerrar la puerta, quedando ambos solos en la clase.

- ¿Porqué me has estado ignorando cómo si no supieras nada todo este tiempo? - pregunté, insistiendo.

- Mira, yo no quiero problemas, ¿de acuerdo? - dijo él pero le interrumpí.

- Oye, ¿Por qué mierda me hablas así? Me has llegado a decir cosas demasiado subidas de tono y ahora me vienes cómo si fuera tu jefe o vete a saber tú qué. - dije cruzando de brazos.

- Pues porque ahora soy tu profesor, nada más. - dijo él aún serio.

- ¿Y qué? No me vas a hacer creer que eso de convertirte en profesor te ha vaciado la mente y no puedas recordar nada de ese verano. - dije burlándome, a ver si me decía la verdad de una vez.

- Ya no es lo mismo que antes. Yo ahora tengo pareja. Y por lo mucho que ahora deseara probar esos labios otra vez, no podría. - dijo él con un tono de voz un poco más parecido al que yo había conocido.

- Ya pero, ¿Y si lo hago yo?

- Te expulsaría.

- No me importaría.

- A mi sí, porqué quiero tenerte en mis clases.

Nosé porqué pero esa frase hizo que me paralizara, cómo si eso hubiera sido lo más bonito que me hubieran dicho en mucho tiempo.

- Y si faltara a una de tus clases, ¿Qué harías? - pregunté con una media sonrisa en los labios.

- No te gustaría saberlo. - dijo penetrandome con sus ojos azules.

- Creo que sí, que me gustaría saberlo... - dije acercandome a él y dedicarle una media sonrisa para luego girarme y salir de allí.

Responded porqué no tardaré demasiado en escribir :3

El Reencuentro - Elio y Oliver Donde viven las historias. Descúbrelo ahora