「capíтυlo 9」

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YoonGi caminaba de un lado a otro en la habitación. El rostro de Jimin había quedado grabado en su mente, y por más que trataba de evitar pensar en él, le era imposible.

"No mires su rostro" recordó que alguien le dijo aquellas palabras, pero ya era tarde para eso.

Sentía que se volvería loco si no volvía a verlo pronto. Sabía que Jimin le iba a complicar las cosas, sabía que no debía acercarse a él aunque quisiera, YoonGi realmente estaba tratando de no acercarse y de mantenerse alejado, pero ahora todo eso podía irse a la basura.

Su único propósito en la mansión de los Ferrec, era permanecer ahí hasta que le dieran la orden para sacar a Jimin y pudieran llevarlo después a un lugar que incluso él desconocía. No había sido casualidad que hubiera pedido empleo ahí, ni siquiera vio ningún anuncio en el periódico. Lo cierto era que durante muchos años, él y su "Familia" estuvieron pensando en una manera de entrar y sacar al peli gris sin llamar mucho la atención y sin ser asesinados en el intento.

“Jimin no es un ángel, no confíes en él, puede parecer frágil, pero no lo es”

YoonGi golpeó la pared con fuerza y apretó los dientes, las cosas ya se estaban saliendo de control y no llevaba ni siquiera un mes en la mansión ¿Cómo aguantaría cuatro meses más?

Salió de su habitación con prisa, y al cruzar por uno de los pasillos, sintió un fuerte impacto contra su cuerpo que lo hizo retroceder. Desconcertado, miró al piso y vió a Emma tirada con una expresión de dolor.

Resopló—¿Qué a caso no puedes fijarte por dónde caminas niña? — preguntó molesto.

—L-Lo lamento.

La chica se puso de pie con inmediatez y caminó rápidamente hasta desaparecer de la vista de YoonGi. El peli negro gruñó fastidiado y salió directamente al jardín, tomó una escoba que encontró y empezó a recolectar las hojas secas.

Su ceño se mantenía fruncido al igual que sus labios. Suspiró tratando de calmarse, pero justamente en ese momento, su mirada se dirigió hacia arriba y pudo ver perfectamente a Jimin parado frente a la ventana.

Su corazón latió fuertemente al notar la cercanía de los labios del peli gris con los de Emma. Y aquella escena lo llevó, de manera inconsciente, a apretar el palo de la escoba con ambas manos, ejerciendo tanta fuerza que incluso logró romperlo a la mitad.

Abruptamente lo lanzó al suelo y casi corriendo se adentró nuevamente al interior de la mansión. Subió las escaleras con rapidez hasta llegar al corredor donde se hallaba la habitación del peli gris, y sin avisar abrió la puerta de golpe haciendo a Emma dar un respingo y a Jimin soltar de inmediato la cintura de la chica frente a él.

—Retírate Emma — ordenó de manera calmada, aunque su expresión era todo lo contrario.

—¿Quién te has creído Min? — se quejó el menor avanzando un paso —. Tú no das órdenes aquí, sólo eres un empleado.

—No me hagas repetirlo Emma — habló YoonGi ignorando las palabras de Jimin.

—Dije que no se irá.

—Vete. Ahora.

—No se va a ir.

—Emma, te lo voy a pedir una última vez... Vete, por favor.

La chica no tuvo que pensarlo más, tomó una desición inmediata y caminó a paso rápido hacia la puerta con las manos temblorosas y la cabeza baja. YoonGi le daba más miedo que el mismo Jimin.

—¿A qué has venido? — preguntó el peli gris dándose la vuelta para mirar por la ventana molesto — Además de a interrumpir, claro está.

—... ¿A qué estás jugando Jimin?

—¿Qué?... Yo no juego a nada.

—Me has estado evitando, y lo de esa chica... ¿A qué juegas?

Jimin volteó y YoonGi entonces pudo ver la casi imperceptible sonrisa que se dibujó en sus labios.

—¿A caso estás loco? ¿O solamente eres un idiota? ¡Tú me dijiste que no me acercara a ti! ¡Dijiste que te desagrado! ¡Dijiste que sería un problema! — su voz se fue apagando y bajó la cabeza— Solamente estoy haciendo lo que me pediste.

Molesto caminó hacia la puerta dispuesto a salir, pero la mano de YoonGi sujetó su muñeca.

El menor volteó a verlo y pudo ver su cabellera negra y su espalda.

—Lo lamento.

—¿Lo lamentas?

—Sé que no fui la persona más amable contigo desde que llegué, pero, es porque tenía miedo de hablar contigo.

Jimin volvió a bajar la mirada.

—Eso no me sorprende, las personas me temen.

Min negó con la cabeza.

—Yo no dije eso, tú no me das miedo, lo que me da miedo es crear un vínculo afectuoso contigo... No puedo ser tu amigo, pero mentí cuando dije que me desagradas.

—¿Y eso qué significa entonces?

YoonGi se dió la vuelta y por primera vez le mostró una leve sonrisa al menor.

—Que te quedes aquí conmigo.























Las actualizaciones de esta historia a partir de ahora serán los días Martes, puede que la actualice en otros días también pero más seguro, el martes.

вajo la мáѕcara || уσσимιиDonde viven las historias. Descúbrelo ahora