Capitulo 3: Espíritus Malignos.

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   Vivimos en un universo con irregularidades, así como toda creación, tiene fallas. Todos conocemos  acerca de las malas energías, algunas buenas, otras no tanto y demás. Pero el bajo astral es algo completamente distinto...
   Le llamamos "Bajo Astral" a ciertas energías no por estar debajo de algo. El universo no comprende nuestra geometría de lo que es arriba o abajo. Les llamamos así por las vibraciones que producen. Siendo estas vibraciones bajas, son negativas. Ya que es en el "Alto Astral" donde reinan las entidades positivas.

   En el bajo astral predominan seres oscuros. Criaturas involucionadas a nivel espiritual. Podríamos señalar que son extremadamente impredecibles.
   No todo en el bajo astral es "Maligno" pero sí la mayoría de sus habitantes.

   ¿Como son? Eso no lo sabemos con certeza...

   Veamos nuestro universo como una caja. Caja que a su vez contiene otra caja dentro. Nosotros estamos dentro de esta caja llamada "Universo Tridimensional". Nosotros no podemos observar al universo exterior de nuestra caja. Sólo podemos ver el exterior que envuelve el paquete tridimensional del que formamos parte, así como un envoltorio.

   En contra parte, la caja que nos cubre es la Cuarta Dimensión.

   Acá comienza la parte horrible...

   Nosotros no podemos verlos desde nuestro plano pero ellos sí desde el suyo, esto ocurre porque ellos se encuentran en un plano arriba del nuestro. Ellos tienen libre acceso a nuestro plano, pero no de forma absoluta...

  Como contra parte de la creación, los habitantes de este plano son seres caóticos, de energía y naturaleza maligna.

   Estos seres son aquellas siluetas oscuras que todos hemos visto alguna vez en nuestra vida. Esa sombra fugaz que vemos por el rabillo del ojo por un par de segundos. Estudiosos de lo paranormal los llaman "Gente Sombra". Un agente sombra (o persona sombra) es un ser interdimensional que posee características de ser involucionado espiritualmente por transmitir bajas energías, y al parecer tienen la capacidad de interactuar con la materia al ser de un plano a más escala que el nuestro.

   Estos conceptos no son nada nuevos. En la antigüedad y hasta nuestros días son llamados "Demonios", y su reino el infierno. No es del todo descabellado. Las descripciones antiguas cuadran con las explicaciones más paracientificas de la actualidad. Hasta cierto punto.

   Lo más tenebroso de estos seres es que no son como de verdad los vemos... podemos ver siluetas altas de ojos rojos o amarillos. Eso es lo que nos permite ver el velo tridimensional. (Es como ver a alguien a través de una ventana empañada).

   ¿Lo ponemos todavía más horrible?...

   Ellos son "Terrores Exteriores". Podemos decir por lo que sabemos que la criatura que vemos como una sombra de un metro y demás. Podría ser una bestia de tres cabezas de dragón, serpientes por dedos y tres pares de alas. Pero nuestras limitaciones físicas y psíquicas sólo nos permiten ver una sombra.

   Se dice que se responsabilizan de las penurias humanas. Más bien esto es retroceso cristiano al querer culpar a otro de sus malas decisiones...

   Estos habitantes del bajo reino poseen atributos desconocidos, manipulación de la materia y son extremadamente difíciles de desterrar ("o destruir"). A diferencia de los espíritus errantes creados por los humanos; que son concentración de "Mala onda", malos deseos, malos pensamientos y los más poderosos de odio puro.

   En este plano donde llevamos nuestras vidas, donde somos felices sin importar la situación, donde nos conformamos con lo poco que sabemos y sonreímos con la dulzura de la vida... sin duda, eso sólo pasa en esta realidad.

   Nuestra historia se remonta hace siete años. En un frío y lluvioso mayo con uno de los amigos más cercanos a nuestro protagonista...
 

    La amarga noche de primavera, estaba nublada por una tenue lluvia torrencial. Sólo se lograban visualizar dos apagadas luces de un accidentado Chevrolet entre el agua.
   —¡No Erich!—gritó una escandalosa voz infantil, distinguiéndose en la abandonada Calle Chester.
   El pequeño se lamentaba juntó al cuerpo de su moribundo hermano mayor, sobre el brumoso asfalto... del automóvil salió un hombre menudo, desesperado.
—¡Oh dios! —dijo—, niño lo lamentó... fue un accidente. El niño sólo lloraba sin inmutar, derramando lágrimas sobre el joven cuerpo sin vida; entre quejidos y lamentos ignoraba al preocupado hombre que lo observaba. Las lágrimas de lastima rodaron tras los lentes. La lluvia inundaba el suelo esparciendo la sangre a borbotones.
   —¡¡No, no Erich ¿Por qué?!!

Antique Obscura Acá Está La Magia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora