Noche de ruidos

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Medianoche, y el frío empeora con tan solo pasar segundos. Mis pulmones van a explotar de tanto aire fresco. Debo encontrar algún lugar dónde pasar la noche. Pero, ¿Dónde? 

No sé dónde estoy, ni qué tipos de personas habitan este lugar. Got friends?  se escucha a través de mi móvil, los auriculares se los ha quedado una chica que sentía lástima de mí. 

Caminando por las calles de Denver, me doy cuenta de cuántos aparcamientos hay. Me encuentro en la 17th st y los edificios son demasiados para mi gusto. Si me sentía solo, no se compara con lo pequeño que me siento caminando por este lugar. 

Mientras sufro del frío más inmenso de mi vida, la melodía de Stay de Zed me sobresalta. Hago el esfuerzo por correr hacia la música que se vuelve más intensa y fuerte en cuanto me acerco y me topo con una gran fiesta.

Dicho jardín de la casa está llena de árboles acompañados por parejas usando los besos como pretexto para salir a tomar aire. Hay muchos adolescentes dentro, y probablemente la fiesta dure toda la noche. 

-Vamos, Sky. -susurro. 

Es el único lugar al que puedo acceder sin que nadie me diga nada. Me aproximo a la entrada, intentando parecer parte de su grupo y localizo las escaleras. 

-¡Viejo, te esperábamos! -gritó un chico alto, probablemente basquetbolista. Lleva una sonrisa boba en su rostro y en su camisa dice Christian. 

-Christian. -intento parecer animado como él pero actuar no es lo mío.

-Josh, Sarah te espera en el cuarto de Paul. -todos los chicos que nos rodean ríen y él se acerca a mi oído para susurrar: -A comprado lencería con Lacey esta tarde, la he visto mientras compraba para la mía.  -y dicho esto me guiña el ojo y me da un empujón hacia las escaleras.

Rezo para no toparme con Sarah y subo las escaleras. Hay muchas puertas, y en cualquiera Sarah puede estar esperando a un supuesto Josh que no ha llegado a dicha fiesta. O quizá esté en otra habitación con alguien que no es Sarah.

Debo dejar de pensar. 

-Maldición -piso un queso tirado en el suelo. ¿Por qué rayos pasa esto en fiestas? No puedo evitar reírme y corro hacia una puerta abierta, -ojalá desocupada -. 

Las luces están apagadas y no hay nadie dentro. Cierro la puerta y, mientras me quito la camisa congelada, la puerta se abre dando paso a dos enamorados. Me oculto entre la oscuridad, por qué no sé qué hacer y me siento completamente indefenso. 

La chica no para de gemir y el chico no para de manosearla. La oscuridad me impide ver, y lo agradezco totalmente. Deseo que se marchen. 

Mientras ellos se ocupan de sus asuntos, me arrastro por el suelo hacia un armario para meterme dentro de él.

-¡Sarah! -gritó una voz masculina. El tono de enfado en su voz me pone a flor de piel y espero que ambos terminen bien. Diablos. Sarah está con otro chico que no es Josh. 

-Por dios, santo cielo. -repetía una y otra vez, Sarah. Josh le ordena al chico que estaba manoseando hace un momento a Sarah que se retire y escucho la puerta cerrarse. ¡Dios! ¿Acaso esta noche es interminable? -¿Qué esperabas? ¿Que me quedara viéndote con Veronica?

-No se paga con la misma moneda, Sarah.

-Si soy yo no cuenta nada nunca. Eres un idiota. -gritó. -Y si me lo permites, esta noche voy a divertirme mucho. -la provocación de su voz hizo que Josh se enojara mucho porque, luego escuché el golpe de una cachetada. 

La puerta  cerró. 

Y solo quedó el llanto descontrolado de Sarah golpeada.


Locked in my mindWhere stories live. Discover now