Casa antigua

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Caminamos derecho por Broadway, admirando las distintas y llamativas estructuras de las casas de Denver. Me pregunto cómo Arianne sabe todas las direcciones para llegar a la casa de sus tíos. Bueno, ha pasado la noche allí. Yo la he pasado en una fiesta bastante complicada pero, diablos, ¿A qué punto quiero llegar?

Siguiendo por Broadway nos cruzamos con la calle Conifer Rd para doblar a la izquierda, y entrar por el barrio de la calle Douglas Dr. 

-¡Estamos muy cerca! Dios, mis piernas no pueden más. -respira agitada mientras las palabras salen de manera dificultosa de su boca. Me pasa un brazo por los hombros y me sonríe. -¿Qué tal tú? ¿No se te congelan las piernas?

-La verdad es que no sé. -espeté entre risas. -Jamás he caminado tanto en mi vida.

Mentira. Jamás caminé tanto después del suceso en la cabaña. Esa noche pasé todo el rato caminando por lugares desconocidos hasta perderme. Robaron mi billetera y me perdí. Gracias a que me crucé con un hospital conseguí pedir una llamada con la excusa de ser menor y estar perdido. Así regresé a casa.

-Mmmm, creo que me mientes. -se ríe.

-Bueno, es verdad. 

-¿Que mientes?

-no, no. -miento otra vez.

-Ah, pues, que me mientes dos veces.

-¡Arianne! -grité, mordiendo mi labio inferior. Estaba poniéndome de nervios.

-Tienes suerte de ya estar en casa. -rodó los ojos, como de costumbre. Mis ojos se dirigieron hacia la casa que teníamos frente a nosotros. -No es esa, tonto. 

Mis mejillas tomaron color e intenté ocultarme detrás de mi cabello. Al parecer, se me estaba formando una especie de flequillo despeinado y podía ayudarme a lidiar con esta situación.

Arianne suelta una carcajada al ver mi expresión vergonzosa y me señala la casa de al lado. Nos dirigimos hacia ella en pasos silenciosos. Arianne no para de aguantar la risa y suelta extraños ruidos. 

-Parece cualquier cosa. -le digo, en un tono determinado.

-Eres un mal pensado. -me dice y me golpea el hombro.

Estamos por entrar a su casa y me da la sensación que la parte interior no puede ser mejor que la parte exterior que luce su hogar. El jardín se encuentra a un cuidado interesante, mi madre no solía ocuparse de esas cosas. Siempre decía que robaban el tiempo de fumar un cigarrillo.

Y en este momento me lo pregunto.

El aspecto exterior de la casa luce una estructura gótica fantástica pero poco popular para la actualidad. El tejado luce un color negro y rápidamente sé qué será lo primero que haré en la noche: tratar de subirme a él para mirar las estrellas. Probablemente duerma allí, así no causará molestias a los tíos de Arianne.

También se ve un mirador desde el segundo piso, del lado más bonito. La casa de ladrillos está rodeado por arbustos y tiene una puerta principal extravagante, con una entrada de cuatro escaleras. La nieve no parece tocarlas en lo absoluto; deben ser estrictos con la limpieza. 

La parte superior de la casa tiene dos ventanales grandes y muy vistosos por sus marcos y los picos que salen desde ellos. Como dije antes: luce una estructura gótica para nada moderna pero muy lujosa.

-¿Preparado para entrar? -preguntó, mirándome con sus ojos almendrados. Parecían buscar respuestas en mí pero, ¿De qué? 

Asiento. 

Arianne no tarda en abrir la puerta y, en cuanto doy un paso a los interiores de la casa más extraña y fascinante en la que he estado, no puedo evitar sonreír. 

Locked in my mindWhere stories live. Discover now