Secret {Bobby}

《Champion》

Se encontraban todo el equipo en los vestidores sentados en las bancas alrededor del entrenador. Este les recordaba a los jugadores cómo organizarse y qué hacer. Estaban nerviosos. Era el último partido de baloncesto de la temporada, y por ende el más importante. Su meta era conseguir ganar su último partido por segundo año consecutivo, y más que nada vencer a una de las mejores escuelas de la ciudad.

Hicieron su saludo y salieron a la cancha. Jugaban en la casa, por lo que familiares y estudiantes habían ido a verlos para animarlos.

Bobby buscó entre el público a su novia y cuando la divisó sentada hasta lo más alto de las bancas, junto a unas de sus amigas, sonrió. Les había rogado a sus padres que le permitieran ir al partido después de su entreno de voleibol, y lo consiguió.

Minutos después el silbido que daba inicio al partido retumbó por todo el gimnasio.

El juego empezó suave, pero mientras iban pasando los minutos los chicos se concentraron más. Los del equipo contrario encestó ocho canastas en los primeros seis minutos. Los Warriors comenzaron a preocuparse, mas no se desanimaron. Pusieron la mente en el juego.

El primero en encestar de los Warriors fue Ethan. El público aclamó por él.

El juego continuó por media hora. Los chicos se volvieron más agresivos y rápidos. Sin embargo, esa agresividad afectó a los Warriors. Miller Garret fue empujado hasta caer en el suelo y lastimar su mano derecha, la cual se había mejorado hace poco tiempo. El arbitro sonó su silbato e hicieron una corta pausa. Todo el equipo fue hacia Miller y lo vieron sosteniendo su mano contra su pecho con dolor. El entrenador lo ayudó a levantar y lo dirigió al banquillo.

─¡Collen, sal allí! ─el entrenador le gritó al sustituto de Miller. Este lo miró sorprendido por unos segundos hasta que se quitó la sudadera y salió a la cancha.

Algunos se preocuparon. Nate Collen no era el mejor jugador. . . . Y tan pronto Alishia vio que fue solicitado, bufó y esperó por la destroza.

─Estamos jodidos.

─No seas negativa. ¡Vamos, Warriors! ─su amiga Monica le dijo y animó al equipo de pie.

Alishia la imitó. Debían de darles fuerzas. Y Bobby ver a la chica que quería sobre la banca, gritando y animando al equipo solo causó que se sintiera más emocionado y enamorado de ella. Su apoyo era lo que más le agradecía.

En los noventa minutos los Warriors lograron alcanzar al equipo contrario, dejando la partida en empate. Tuvieron un descanso de cinco minutos y los entrenadores se reunieron con sus jugadores.

Solo tenían doce segundos para lograr encestar la canasta ganadora, y los Warriors deberían lograrlo para ganar aquel tan importante partido.

Un silbido les ordenó volver a la cancha. Bobby dirigió su mirada hacia Alishia, quien al notarlo sonrió y le gritó un:

─¡Tú puedes!

Bobby le sonrió y se colocó en su posición, cubriendo a un oponente.

─¿A quién le gritaste? ─otra de sus amigas le preguntó con confusión, después de quitar la mirada de su teléfono.

Alishia sonrió tímida y no pudo responder porque el juego dio comienzo.

Doce segundos. Doce segundos en los cuales los Warriors tomaron posición del balón. Nate le lanzó la pelota a Bobby, y este corrió a una esquina de la cancha, y cuando Ethan estuvo descubierto a unos metros, se la lanzó. Ethan dio dos largos pasos hasta la canasta y dio un gran salto. Un chico del otro equipo intentó interponerse en su camino, no obstante, en el segundo 1, la pelota pasó por el aro.