《Just Kiss Me Like You Miss Me》

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Alishia observaba desde el banquillo a sus compañeras de equipo jugar. Para su gran suerte se hizo daño en un tobillo minutos antes y ahora debía tomar reposo. Tenía una bolsa de hielo contra su tobillo para calmar la hinchazón.

─¡Con más fuerza, Serina! ─le gritó a una de las chicas. Le pegaba demasiado suave a la pelota, y como capitana del equipo debía decirles cómo jugar.

A partir de ese momento Serina intentó pegarle con más fuerza a la bola. Alishia continuó observando, y por momentos miraba su teléfono. Esperaba un mensaje o una llamada de Bobby. Después de lo sucedido a la hora del almuerzo no se han vuelto a comunicar, y eso la tenía más enfadada. Sabía que estaba libre ya que no tenía prácticas de baloncesto puesto que ya terminaron por la temporada; y por ello se esperaba que le hablara.

Media hora después terminó la práctica de voleibol y todas las chicas agarraron sus pertenencias para marcharse. Dos amigas de Alishia, Monica y Grace, se acercaron a ella y la ayudaron a caminar hacia el estacionamiento de la escuela. Algunas chicas tomaron el autobús público mientras que otras conducían en sus propios autos. Cuando Alishia estuvo a punto de subir al de Grace, quien siempre la llevaba a casa después de los entrenos porque vivían cerca, divisó un auto bastante conocido a pocos metros. Y cuando este tocó la bocina, ella no tuvo duda de quién era.

─Creo que. . . , me vinieron a buscar ─Alishia le avisó a sus amigas. Ellas dirigieron las miradas hacia ese auto mientras Alishia comenzaba a alejarse de ellas.

─¿Quién? ─Monica le preguntó ya que no podía ver a la persona debido a las ventanas oscuras.

─Mi padre ─respondió alzando un poco la voz para que la escucharan.

─¿Compró otro auto? ─le gritó devuelta, mas no recibió respuesta.

Alishia llegó al auto de Bobby y se subió en el asiento del copiloto después de dejar su bolso deportivo en los asientos traseros. El olor a hombre que inundaba el auto entró por sus fosas nasales y se sintió agradable después de tener dos semanas sin subirse a su auto. No obstante, se hizo la indiferente y ni siquiera lo miró.

─¿Te hiciste daño en el pie? ─fue lo primero que él preguntó mientras ponía el auto en marcha. Había notado que ella cojeaba al dirigirse al auto. Ella murmuró un sí─. ¿Sigues molesta?─le dio una rápida mirada al mismo tiempo que se detenía en la primera intersección. Ella no habló, y eso fue suficiente para que él supiera la respuesta─. Ya te dije que lo siento, Alishia. No estaba pendiente del celular. ¿Puedes superarlo?

Eso solo logró irritarla más. Porque claro, para él no era nada ser ignorado.

No respondió. Y Bobby se dio por vencido. Le estaba dando el tratamiento del silencio. Condujo hacia la casa de ella. Lo único que se escuchó en todo el camino era la música baja que sonaba de la radio.

Cuando detuvo el auto a una esquina de la casa de ella, colocó el seguro a todas las puertas. Alishia se dio cuenta de esto pero intentó abrir su puerta de todos modos. No lo logró. Bobby apagó el auto y llevó sus manos a la cabecera del asiento.

─Déjame salir ─le pidió.

Bobby no se inmutó.

Alishia intentó pasar sobre él para quitar el seguro por el lado de su puerta, pero él rápidamente la detuvo con su brazo. Ella volvió a sentarse y lo miró molesta.

─Debo estar en casa. Hoy es mi último día de castigo y si no llego me darán otra semana más.

─Está bien ─respondió y ella suspiró. Bobby se sentó de costado para mirarla mejor─. Hablemos primero. Solucionemos esto ─Los señaló. Ella volvió a mirarlo con desaprobación─. No dejaré las cosas cómo están.

Secret {Bobby}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora