Secret {Bobby}

《Please》

La puerta de la habitación fue abierta lentamente y una pequeña figura se adentró llamando el nombre de su hermana, pero al ver que dormía, y un extraño estaba a su lado, se asustó.

─¡Mami, hay un hombre en la cama de Alishia! ─gritó mientras salía corriendo de la habitación.

Alishia despertó poco a poco gracias a esos gritos lejanos y se estrujó los ojos. Miró a Bobby que seguía durmiendo junto a ella mientras la abrazaba por la cintura y sonrió. Luego agarró su teléfono y miró la hora: 5:45PM.

─¡Mis padres! ─exclamó sorprendida y aterrada.

Rápidamente despertó a su novio y este gruñó.

─¡Despierta! Mis padres seguro ya llegaron ─le dijo mientras lo movía bruscamente hasta que finalmente abrió los ojos.

─¿Cómo que hay un hombre en su cama? ─Escucharon la voz de la señora Vetto acercarse a la habitación y ambos se alarmaron.

No tuvieron tiempo de siquiera pensar en un escondite cuando la madre de Alishia y su hermanito entraron a la habitación. La mujer abrió sus ojos en sorpresa al ver, de hecho, a un joven en la cama con su hija.

─¡Alishia Maria Vetto! ─su madre le gritó. La susodicha y Bobby rápidamente salieron de la cama─. ¡Abajo, ahora!

La siguieron con preocupación hasta el primer piso. Los corazones de ambos estaban acelerados. No creyeron que se quedarían dormidos y que sus padres los encontrarían de la forma que lo hicieron.

Bobby no temía por sí mismo, temía por Alishia. Acaba de romper, no una, sino cuatro reglas que tenían en su casa.

─Mamá, puedo explicarlo ─Alishia le habló mientras bajaban las escaleras.

La mujer la ignoró.

─¡Frank! ─Oh no. Llamó a su padre. Estaban completamente en problemas.

Frank salió de la cocina y apareció a los pies de la escalera, y al ver a un chico desconocido bajar del segundo piso con su familia, su expresión cambió de relajado a alarmado. Rápidamente sacó la pistola que escondía en sus pantalones y apuntó hacia aquel muchacho. Bobby creyó mearse encima en ese momento mientras se detenía en seco en los escalones. Alishia gritó un "¡No!" y se colocó delante de Bobby, sintiendo todo su anterior temblar del miedo.

─¿Adivina quién metió un chico a su habitación? ─la señora le habló y se puso junto a él.

─Papi. . . ─el hermano de Alishia miró a su padre asustado.

─¡Vete a la cocina! ─le gritó el hombre y el niño corrió hacia el lugar indicado─. ¿Quién eres tú y qué haces aquí? ─le preguntó al chico.

─So-soy. . . ─no podía siquiera hablar. Claro, lo estaban apuntando con un arma justo a la cara.

─Es-es un compañero de la escuela ─Alishia respondió─. Vino porque teníamos que hacer un proyecto ─Bobby asintió rápidamente, sin desviar la mirada de aquella arma de fuego que podría dejarlo sin vida de un solo disparo.

─¿Y por qué estaban en tu habitación? Sabes que tienes prohibido subir chicos ─su madre le dijo, también bastante molesta.

─Por-porque. . .─Necesitaba pensar en una respuesta, pero le costaba tanto en estos momentos. Además sabía que no le creerían en lo absoluto.

Sus padres se enojaron más de lo que ya estaban.

─¡Lárgate de aquí! ─le gritó el hombre a Bobby.